Traducido por Àlex Tarradellas
1. ¿Por qué ningún gran traficante brasileño -similar al colombiano detenido recientemente en Brasil- está preso? Son apresados o asesinados dirigentes locales del tráfico en las favelas o en otras zonas periféricas de las grandes ciudades, pero que se ve que son personas marginales poco peligrosas, sin grandes riquezas, incomparables, por ejemplo, a ese traficante colombiano. ¿Quiénes son los responsables en Brasil, que han de existir, dada la inmensa cantidad de recursos que el tráfico y sus actividades paralelas mueve diariamente? ¿Por qué no se busca, vía sistema bancario, suspendiendo o aboliendo el secreto bancario, esas riquezas y a sus detentadores?
2. ¿Por qué -como en el caso de Renan Calheiros- sólo cuando un político pasa a sufrir acusaciones públicas salen a la luz la inmensa cantidad de irregularidades de su vida? ¿La prensa no sabía nada? (La madre de su hijo trabajó durante años en la TV Globo, era una figura muy conocida en Brasilia, es imposible que no se supiera el problema). ¿O era tolerante? ¿O ese personaje era rentable para la derecha, tiempo en el cual se hacían los suecos ante sus ilegalidades, para pillarlo cuando dejara de serles útil? Cada caso de esos, con ramificaciones de ilegalidades de personajes que están en la vida nacional hace muchos años, es una acusación a la prensa: ¿incompetente o tolerante?
3. ¿Por qué el gobierno deja al Banco central actuar de manera prácticamente independiente, permitiendo que la política monetaria dirija la política económica y no al revés? ¿Por qué el gobierno se conforma con que los bancos ganen como nunca?
4. ¿Por qué los dueños de las empresas de los medios de comunicación entregan en mano a sus hijos las direcciones de los grupos que dominan la prensa en el país, de forma totalmente oligárquica y nepotista, e incluso así esos órganos consideran que pueden dar lecciones de democracia, decir qué y cómo se es democrático? ¿Por qué no existe democracia en las redacciones de los periódicos, televisiones, radios y revistas? Y ¿por qué se puede decir lo mismo del Vaticano: un Estado teocrático se cree en condiciones de juzgar quién es democrático y quién es dictatorial?
5. ¿Por qué un país que intenta hacer aprobar una decisión del Consejo de Seguridad de la ONU para invadir Iraq, no lo consigue, se une a un aliado tradicional y, contra la decisión de ONU, invade Iraq, destruye el país, hace que se hunda en una guerra civil, se apropia de su petróleo, destruye sus bibliotecas y museos, no es llamado imperialista?
6. ¿Por qué los dictadores brasileños son llamados por los medios de comunicación monopolistas «ex presidentes»? ¿Quién los eligió? ¿Con la delegación de quién? ¿No tomaron el poder por la fuerza y gobernaron a punta de bayoneta, contra la voluntad del pueblo, habiendo atacado y destruido la democracia? ¿Y por qué toda referencia a Fidel Castro ha de venir acompañada de «el dictador»?
* Sociólogo brasileño. Nació en São Paulo en 1943, estudió filosofía en la Universidad de São Paulo, donde obtuvo el doctorado y trabajó como profesor de sociología hasta su retiro. Actualmente es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad del Estado de Río de Janeiro y Secretario Ejecutivo de CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales). Ha publicado entre otros libros O poder, cadê o poder? Ensayos para uma nova esquerda; Contraversões: civilização ou barbárie na virada do século (en coautoría con Frei Betto) y Século XX: uma biografia não autorizada. Su último libro es La venganza de la historia, editorial Era, México, 2005. Ha coordinado la Enciclopedia Contemporánea de América Latina y el Caribe – Latinoamericana.
Àlex Tarradellas es miembro de Rebelión, Tlaxcala y Cubadebate. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a sus autores y la fuente.
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