El Ministerio del Poder Popular para la Cultura reconoció con el Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2009 al escritor argentino Enrique Dussel por su obra Política de la liberación. Volumen II, Arquitectónica. Según reza el veredicto, el jurado de la quinta edición constituido por Aurelio Alonso Tejada (Cuba), Santiago Alba Rico (España), Héctor Díaz-Polanco (México), […]
El Ministerio del Poder Popular para la Cultura reconoció con el Premio Libertador al Pensamiento Crítico 2009 al escritor argentino Enrique Dussel por su obra Política de la liberación. Volumen II, Arquitectónica.
Según reza el veredicto, el jurado de la quinta edición constituido por Aurelio Alonso Tejada (Cuba), Santiago Alba Rico (España), Héctor Díaz-Polanco (México), Iraida Vargas Arenas y Carlos Noguera (Venezuela) decidió otorgar el galardón al texto de Dussel por considerarlo «una obra de gran madurez, recoge los frutos de una larga trayectoria de estudio, reflexión e investigación del autor, marcados por un permanente compromiso con los movimientos y las luchas a favor de las transformaciones sociopolíticas de Nuestra América».
El titular de la Cultura, Farruco Sesto, destacó que el Premio Libertador al Pensamiento Crítico es un galardón valioso que promueve el pensamiento alternativo, crítico y antiimperial, al tiempo que enfatizó que «las ideas son de izquierda, los intereses son de derecha. La derecha defiende los intereses, nosotros defendemos las ideas».
Por su parte, Carmen Bohórquez, directora de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, manifestó que el premio fue creado en 2005 con el propósito de estimular la reflexión crítica «sobre desafíos que la humanidad y los pueblos de Latinoamérica confrontan en esta lucha permanente por su liberación y el fortalecimiento de las fuerzas colectivas contra el capitalismo y el imperialismo, así como todo aquello que ha estado negando la posibilidad de realización de esa dignidad y soberanía de los pueblos».
«Buscamos reconocer y validar esas obras de pensamiento reflexivo y creador que el mercado de las editoriales siempre ocultan y relegan para imponer aquellas obras que más bien alimentan la permanencia de los mecanismos de dominación. El premio ha logrado ese objetivo, a él concurren pensadores de todas partes del mundo que vienen desarrollando obras comprometidas con esa lucha que tiene que ver con la supervivencia de la humanidad», afirmó.
El intelectual de México, Héctor Díaz-Polanco, respondiendo a una pregunta sobre la orientación de las obras concursantes, recalcó que «sería interesante recibir libros de derecha. El problema es que la derecha es incapaz de pensamiento crítico. Esa es la razón por la cual a este premio sólo llegaron propuestas de escritores de izquierda, porque son los que están haciendo propuestas relevantes para el desarrollo y la ampliación del horizonte del conocimiento. Son los únicos capaces de hacer verdadero pensamiento crítico».
Aurelio Alonso, de Cuba, subrayó que la crítica no es la que se hace desde aspectos locales interesados o sesgados, «la crítica tiene que centrarse en el gran panorama, pues hay varios problemas fundamentales de la filosofía, entre el pensamiento estático y el pensamiento dialéctico transformador, la disposición a criticar y a transformar, sino este mundo americano hoy se hubiera quedado neoliberal. Nosotros somos los que vivimos en el desafío, en la utopía, en el compromiso».
Como se recordará, en la primera edición (2005), participaron 136 obras provenientes de 16 países, en la que resultó ganadora El Sujeto y la Ley. El retorno del sujeto reprimido, del filósofo alemán costarricense Franz Hinkelammert.
Para la segunda convocatoria (2006), la obra Vuelta de Siglo, del profesor e investigador ecuatoriano Bolívar Echeverría, obtuvo el respectivo galardón, por construir un trabajo de filosofía crítica de la cultura que contribuye a descifrar los ejes de la modernidad latinoamericana.
En la tercera edición (2007), el Premio Libertador recayó en la obra Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar. Las transformaciones mundiales y su incidencia en la enseñanza de las Ciencias Sociales, del escritor colombiano Renán Vega Cantor.
La cuarta edición (2008) del Premio Libertador fue otorgada a la obra El desafío y la carga del tiempo histórico. El socialismo del siglo XXI, del filósofo y ensayista húngaro, István Mészáros.
Este galardón que desde su creación en el año 2005, cita anualmente a intelectuales de diversos países del mundo, otorga al autor de la obra premiada, una pieza escultórica representativa, un diploma y la cantidad de 150 mil dólares, en un acto público que se realiza en la ciudad de Caracas.
Con el Premio Libertador al Pensamiento Crítico, uno de los más importantes en el ámbito de las ciencias sociales, el Gobierno Bolivariano reconoce y apoya el esfuerzo teórico, en demanda del respeto y la libertad de los pueblos, por parte de los intelectuales del mundo.