Frente al riesgo de un enfrentamiento entre sectores populares alentado por el Gobierno, a través de la convocatoria a una contramarcha el Primero de Mayo, y frente a ciertas insinuaciones que llaman a derrocar al Gobierno provenientes de ciertos sectores antidemocráticos, que además buscan crear artificiosamente pánico financiero, en el marco del manifiesto publicado el […]
Frente al riesgo de un enfrentamiento entre sectores populares alentado por el Gobierno, a través de la convocatoria a una contramarcha el Primero de Mayo, y frente a ciertas insinuaciones que llaman a derrocar al Gobierno provenientes de ciertos sectores antidemocráticos, que además buscan crear artificiosamente pánico financiero, en el marco del manifiesto publicado el 6 de abril del presente año (http://montecristivive.com/
- La celebración por el Día Mundial del Trabajo debe constituirse en la expresión más diáfana, responsable y firme en defensa de la democracia y, por cierto, de las demandas de los sindicatos y los movimientos sociales.
- El pueblo tiene el derecho a expresar en las calles su rechazo a las últimas medidas tomadas por el Gobierno en contra de la seguridad social. Estas medidas afectan a jubilados y ponen en riesgo el futuro financiero del IESS, es decir, de la seguridad de las generaciones futuras. En consecuencia, Montecristi Vive llama a demandar la inconstitucionalidad de las reformas legales y derogar la malhadada ley.
- Igualmente, en este Primero de Mayo debemos cuestionar la intención de meterle la mano a la Constitución para imponer de forma ilegítima cambios constitucionales a través de las mal llamadas enmiendas, que siguen en la línea de desmontar los principios transformadores y democráticos de nuestra carta magna. Es más, exigimos una consulta popular para rechazar la reelección indefinida de autoridades.
- En las calles debemos presionar por el respeto a la libre expresión de organizaciones sociales, ciudadanos y medios de comunicación en base a una actitud ética de convivencia y respeto social.
El Gobierno de Rafael Correa tiene la obligación de terminar su mandato, asumiendo las consecuencias de sus políticas antipopulares y los costos de la crisis provocada por la falta de previsión y planificación, así como por su ineptitud en el manejo de la economía nacional. Rechazamos cualquier intento desestabilizador que busque romper el marco constitucional o alterar el período de gobierno para el cual fue elegido el Presidente de la República. Y nos oponemos, por igual, a las políticas autoritarias y represivas del régimen.
Quito, 28 de abril de 2015.
Juan Cuvi. Coordinador Nacional Montecristi Vive
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