Desde los inicios de la expansión Europea a fines del siglo XV, el planeta comenzó a ser cartografiado y divido -repartido- entre los Estados soberanos que formaron el sistema colonial – imperial moderno: Portugal, España, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Rusia. Todos estos conformaron el sistema mundo sobre le cual ha escrito extensamente I. Wallerstein. Ahora […]
Desde los inicios de la expansión Europea a fines del siglo XV, el planeta comenzó a ser cartografiado y divido -repartido- entre los Estados soberanos que formaron el sistema colonial – imperial moderno: Portugal, España, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Rusia. Todos estos conformaron el sistema mundo sobre le cual ha escrito extensamente I. Wallerstein.
Ahora bien, este sistema mundo, que es consecuencia del desarrollo del capitalismo moderno, estaba sujeto a limitaciones técnicas para el dominio de los espacios planetarios que aquí llamamos complejos. Se trata de espacios cuyas características geo – físicas son de difícil acceso y permanencia para la población. En cuanto a la explotación económica de los mismos, la factibilidad de llevar a cabo operaciones de ese tipo dependía y depende del desarrollo tecnológico. Pero desde el siglo XVI los océanos han sido explotados en una tendencia siempre creciente: especies marinas, mineral (petróleo). La explotación minera de profundidad está en un nivel incipiente. Una situación distinta ocurre con la Amazonía, donde a partir de la década de 1970, concretamente con la promulgación del TCA (1978), ha comenzado la explotación extractiva. Sobre la Amazonía opera también, al menos en el campo de ciertas restricciones internacionales, los acuerdos de las Cumbres de la Tierra. Pero el interés de la comunidad internacional, especialmente de los miembros del G20 sobre el territorio amazónico, es una realidad que colisiona con los intereses de los Estados signatarios del TCA. De ahí pues la posición de Brasil de contener directamente las pretensiones geopolíticas de los Estados del G20 sobre el espacio amazónico. Incluso Brasil ha desarrollado sistemas propios de control, defensa y seguridad de la Amazonía (SIVAM, SIPAM). Por otro lado está el creciente interés de los Estados del G20 y de los signatarios del Tratado Antártico por reafirmar sus pretensiones territoriales sobre la Antártica. De ahí pues la revaloración de la UE, y especialmente de Gran Bretaña, de sus posesiones insulares en el Atlántico y Pacífico Sur, Océanos y espacios complejos que permiten la adyacencia marítima al territorio antártico. Desde esta perspectiva se entiende la fuerte presencia de efectivos militares de GB en las Islas que pertenecen a la Argentina (Malvinas), y que en la estrategia y geopolítica de la globalización son concebidas como plataformas que permiten operar a las Fuerzas de la OTAN de un modo seguro sobre los espacios del hemisferio Sur. Se trata de una de las propuestas de la geopolítica clásica, formulada por el general alemán K. Haushofer, y a la cual nunca han renunciado los Estados europeos, especialmente los que tienen un pasado colonial ominoso como Gran Bretaña y Francia.
Ahora bien, frente al interés de los Estados del G20 por los espacios complejos, en América Latina sólo Brasil tiene una preocupación permanente por los mismos, desarrollando una política de defensa y seguridad congruente con sus intereses geopolíticos. El caso de Argentina es emblemático en cuanto a una política de seguridad y defensa de los mismos que se manifiesta derechamente en unas FFAA reducidas a niveles casi inoperativos y con sistemas de armas obsoletos. Esta política de defensa y seguridad de la República Argentina no es congruente con las propuestas de destacados geopolíticos argentinos como S. Storni, J. Atienzo, J. M. Barrios y C. Pereyra Mele, entre otros.
El caso de Brasil es el único entre los Estados del ABC que tiene una geopolítica concreta sobre los espacios complejos, desarrollada por una escuela de pensamiento geopolítico civil – militar que es una de las más importantes del mundo (G. do Couto e Silva, Meira Matos, de Castro, Becker, J. W. Vesentini, Brum, Santos). Esto se refleja en el actual proceso de renovación de las FFAA brasileras, especialmente con el programa de desarrollo de una fuerza de submarinos, nucleares y convencionales.
El caso chileno es un tanto singular, porque se ha mantenido una política permanente de renovación de las FFAA y de sus fuerzas operativas. Las FFAA chilenas tienen hoy sistemas de armas que están en congruencia con los estándares de la NATO. Otro tanto ocurre con el sistema educacional, donde las Academias de Guerra, excepto la FACH, han logrado consolidar sistemas de Postgrados acreditados internacionalmente. A diferencia de Argentina y Brasil, Chile tiene un pensamiento geopolítico débil, y ello se manifiesta en la inexistencia de una estrategia de largo alcance: local, regional, mundial. Con todo, la geopolítica chilena cuenta con dos pensadores importantes: el general R. Cañas Montalva, Comandante en Jefe del Ejército (1947 – 1949), quien estudió en Europa con Kjellen y Haushofer, y el almirante O. Buzeta Muñoz, cuya geopolítica me parece la más lograda como pensamiento geopolítico y geoestratégico en el ámbito de las FFAA chilenas. Pero la enseñanza del pensamiento geopolítico de Cañas y Buzeta es marginal en Chile. Si Chile pretende tener una presencia mayor en el ámbito regional debe potenciar el pensamiento geopolítico y desarrollar una escuela de pensamiento a la altura de la argentina y brasilera.
Finalmente, el tema de la seguridad y la defensa en el contexto de la UNASUR, y el desafío de los espacios complejos. Los Estados del ABC deben conformar unidades conjuntas permanentes que puedan operar e intervenir de un modo inmediato. En la zona austral se debe crear una base naval ABC con unidades que permitan actuar directamente sobre los espacios oceánicos, insulares y antártico. En este sentido el pensamiento de Storni, Cañas y Buzeta debe ser estudiado en los ámbitos civil y militar y debe servir de fundamento de la política regional de los Estados del ABC. El general Haushofer ya señalaba a inicios del siglo XX la importancia de los océanos, y en especial del Pacífico, para la política mundial (Geopolitik des Pazifischen Ozeans: 1925; Weltmeere und Weltmächte: 1937)
- Barrios, M. A (2009). Diccionario latinoamericano de seguridad y geopolítica
www.dur.ac.uk/ International Boundaries Research Unit
(*) Patricio Carvajal Aravena
Director Centro de Estudios de la Cuenca del Pacífico CECPAC – UPLA. Profesor Asociado de las Cátedras de Historia Moderna, Historia Contemporánea e Historia del Pensamiento Político, Universidad de Playa Ancha.
Miembro del «G San Juan».
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