Los últimos datos del paro en España sitúan la cifra en más de 4.100.000 personas que, aunque quieren, no pueden trabajar. Según el barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) casi la mitad de los parados no cree que vaya a encontrar trabajo durante 2.011. Puede que la otra mitad no sea consciente de ello, […]
Los últimos datos del paro en España sitúan la cifra en más de 4.100.000 personas que, aunque quieren, no pueden trabajar. Según el barómetro del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas) casi la mitad de los parados no cree que vaya a encontrar trabajo durante 2.011. Puede que la otra mitad no sea consciente de ello, pero no hay nada en el horizonte que lleve a pensar que el problema del paro vaya a remitir en breve.
Las reformas en política laboral llevadas a cabo en el último año por el gobierno solo han satisfecho las demandas de los mercados, mientras que las condiciones laborales de los trabajadores han empeorado allá donde todavía era posible. En todo momento se nos ha intentado hacer creer que las reformas nacían con el objetivo de crear empleo y recuperar la economía. De lo primero aún no hay noticias, ni se esperan, en todo caso de crearse algo de empleo, será en unas condiciones equiparables al esclavismo; y de lo segundo no hay duda de que la economía que se recupera es la de los más ricos, sus números seguirán siendo negros, muy negros, a cuenta de los números cada vez más rojos de millones y millones de españoles, con el futuro negro, muy negro.
Muchos dicen que el presidente del gobierno tiene la culpa de toda la crisis, aunque nadie de los encuestados sabe contestar cuál es el porcentaje de culpa de Zapatero sobre la crisis islandesa, griega, húngara, portuguesa o irlandesa. Es cierto que, en lo tocante a España, y aunque solo sea por la cantidad de deméritos individuales acumulados, veo inminente la nominación de Zapatero como «empleado del año 2.010» y ya me lo imagino recibiendo el galardón de manos del mismísimo Dominique Strauss-Kahn, presidente del FMI.
Con todo, la culpa de la pésima situación laboral en España, no la tiene una persona sola, ni dos, ni tres, sino la conjunción de una serie de factores que, adecuadamente concatenados, producen la situación propicia para que, quien tiene dinero, pueda amenazar a quien no lo tiene con no pagarle por su trabajo ni un céntimo más sino se somete a sus desordenados y desmedidos deseos. Lo peor de todo para un parado es que parte de esos inversores financieros que acosan a los países más débiles, son compatriotas suyos. Unos, cuya inocencia viene certificada porque son pequeños ahorradores cuyas inversiones es raro que pasen de cinco dígitos, y son antes víctimas que co-autores; y otros cuya participación es consciente y activa, ambos forman parte de esos violentos grupos de inversores que quieren sacar de nuestros bolsillos hasta los euros que todavía no hemos ganado. Bajo el paraguas moral del anonimato y el manto legal de la persona jurídica, los agresivos asaltantes forman bandas, que en la prensa especializada denominan de forma genérica «Fondos de Inversión», y que llevan a cabo las más aberrantes prácticas de tortura contra el bienestar social.
A finales de este mes de enero, se hará realidad otra reforma, la de las pensiones, que no solo irá contra los que ya tienen trabajo, forzándoles a trabajar dos años más para obtener una pensión menor en la mayoría de los casos, sino que además retrasará en dos años más la incorporación de los más jóvenes al mercado laboral, colectivo que ya cuenta con un 40% de desempleo.
Como medidas alternativas a las infames reformas perpetradas por el gobierno en materia laboral, pero siguiendo su consejo de reciclaje, propongo a los parados que dirijan sus esfuerzos y su potencial a los sectores de actividad que cuentan con el menor índice de paro, y que son:
Profesiones relacionadas con la Iglesia Católica
Profesiones relacionadas con la realeza y la nobleza
Profesiones relacionadas con el marujeo y el tele-circo
Tertuliano de extrema derecha para la TDT, constantemente se conceden nuevas licencias y las necesidades de personal son permanentes.
Empleado de las oficinas de empleo y agencias de colocación
Montador de tiendas chinas de «todo a cien«
Cantante de música comercial que no tributa en su país
Controlador aéreo (¿qué parado de larga duración no cambiaría sus 426 euros por que le llevaran a trabajar a punta de pistola?)
Vigilante de las propiedades inmobiliarias que, hoy más que nunca, son propiedad del banco.
Agente de la unidad anticorrupción en el Partido Popular
Empleado del Ministerio de Privatizaciones
Y para los que tengan disponibilidad para viajar se recomienda :
Trabajador-esclavo en fábrica de China, Singapur, Filipinas, India o Centroamérica
Militar estadounidense (las invasiones ilegales son una constante fuente de empleo. Se requieren conocimientos avanzados de al menos 10 tipos de tortura)
Disidente cubano (abstenerse candidatos sin estudios de arte dramático)
Vendedor de armas a países del tercer mundo (preferible con conocimientos del idioma hebreo)
En fin, puede que solo sean impresiones mías, pero creo opciones laborales con futuro hay unas cuantas, cada cual que elija la que más le convenga.
Fuente: http://