Cuando decidimos que el tema de este encuentro sería Mitos del marxismo, confieso que no me decidía por ninguno en particular. No sabía si hablar de la producción, de la propiedad, de las contradicciones, del socialismo, del comunismo, de la alienación, del valor. Luego, conversando con par de amigos, se me encendió la luz y […]
Cuando decidimos que el tema de este encuentro sería Mitos del marxismo, confieso que no me decidía por ninguno en particular. No sabía si hablar de la producción, de la propiedad, de las contradicciones, del socialismo, del comunismo, de la alienación, del valor.
Luego, conversando con par de amigos, se me encendió la luz y se me ocurrió, el que podía ser el mayor mito del marxismo, y quitarle ese contenido místico la dialéctica.
La dialéctica es en boca de todos, la lógica del marxismo, de El Capital, por tanto, su comprensión, define la comprensión del marxismo, de El Capital. Por eso, escogí, con toda la intención el tema de mi ponencia de hoy: la dialéctica. De ahí, la pregunta que uso como pie forzado, y que es esa interrogante que se formula normalmente en la mente de quien piense en ella: ¿Qué es la dialéctica?
Tendría entonces que hacer la primera aclaración. Esa es una pregunta dialécticamente incorrecta. El asombro, y el desconocer el por qué lo es, es una señal. Indican que parte de lo que expresaré a continuación, puede que sirva a la reflexión, y a conocer una cuestión fundamental de la dialéctica.
Primero revisemos qué se nos dice normalmente sobre la dialéctica. Entre las cosas que primero uno puede encontrarse están los famosos manuales soviéticos. Yo leí mucho de eso, todavía los tengo y de vez en cuando consulto alguna cuestión para ejercitar el ejercicio crítico. En esos libros, uno puede leer y leer, y no entender qué es la dialéctica. Se queda una idea, pero no queda claro. Se habla de la contradicción, del mundo en movimiento, en constante cambio. Pero -al menos yo-, me quedé siempre en espera de saber más que eso. La teoría del marxismo, no me perecía que podía aportar solo el hecho de que existen contradicciones y de que el mundo está en movimiento, la dialéctica tiene que ser más, pensaba. En fin, que aquellos textos no pasaban de autoproclamarse dialécticos, y la dialéctica en ellos, es un método bastante oscuro, como una especie de práctica oculta entre líneas que nunca terminan por explicar.
Otro de las que más me llama la atención, es esa interpretación que se puede ver en algunos textos de historia de la filosofía sobre la dialéctica en los cuales, se tergiversan categorías como tesis, antítesis y síntesis, para explotar desmedidamente la idea, naturaleza y espíritu, que si me permiten afirmar, por si solo no es más que una nebulosa que lo enreda todo y no dice mucho, El uso solo de esas ideas que menciono dista mucho de ser o de entender la dialéctica, y se pierde en una suerte de metafísica y metalenguaje hecha a raíz de las categorías que la dialéctica hereda de la metafísica.
Uno puede seguir buscando, y encontrará dialéctica -la palabra- por cualquier parte. Así, se puede ver en textos estructuralistas, en Engels en su famoso y tan citado Anti-Dühring, en Proudhon, en Lukács, e incluso en Karl Popper. En cada uno de ellos, y en centenar de pensadores que no me caben para citar, se puede ver como cada uno tiene sin dudas, una concepción de lo que es la dialéctica -diferentes entre sí o no- y la defienden. Suelen ser de lo dicho por estos pensadores, de los que vienen las ideas de dialéctica que la mayoría de las personas poseen. Sin embargo, para no dedicar ocasión a exponer las falencias de cada de las concepciones mencionadas, prefiero exponer sobre la dialéctica.
Lo primero, es, que de la misma manera que la matemática es una lógica, -incluso algunos creen que es La Lógica-, la dialéctica es otra lógica. Que adelanto que no tiene nada que ver con la matemática. Así que lo primero que puede servir a quien quiera identificar la dialéctica en acción, y es que si le encaja con un razonamiento cotidiano, formal, no es dialéctica. Y de lo que puede extraerse que como método- con todas sus particularidades- no es una práctica esotérico, sino que puede ser expuesto, y aplicado en el ejercicio del pensar.
Habría que destacar también que la dialéctica, la dialéctica moderna, que es la que nos ocupa, es la dialéctica de Hegel. Fue la misma que uso Marx en su Capital a decir del propio Engels cuando afirmó que no hay nada más parecido a la concepción de mercancía de Marx, que la doctrina de la esencia de Hegel. Y el propio Marx, afirmó en una carta, que su Capital era un homenaje, porque usaba a Hegel.
Hay también bibliografía pasiva sobre la dialéctica, esta mí querido Lefebvre, Garaudy, e incluso el propio Iliénkov. Han sido de los hombres que más avanzaron sobre ella, los dos franceses, y el soviético, a mi entender solo dan un primer acercamiento, mucho más nítido de lo que pueden ser los manuales, claro. De Iliénkov, confieso que solo he visto algunos ensayos sobre la dialéctica, que ciertamente como esbozos, panorámicas están muy bien. Tengo la deuda de profundizar en este pensador.
Sin embargo, una exposición de la explicación como método, solo se le puede apreciar en Hegel y el genio que lo entendió, en vez de dedicarse a explicar -aclarar la dialéctica- se dedicó a aplicarla en un libro El Capital, y dijo que iba a escribir un libro sobre el materialismo dialéctico, y bueno, ya sabemos que no se escribió.
Entonces, comprender la dialéctica como método, es o por un lado comprender su edificio conceptual hecho (El Capital), o enfrentar La ciencia de la Lógica de Hegel. Lo cual no quiere decir que no existan otros textos donde se aplique ese método.
Como explicar qué es la dialéctica, tomo un libro de dos tomos que hace como 800 páginas en total -o más-, y aplicarlo un tomo de más de mil, expondré aquí las cuestiones básicas de la dialéctica como método, al menos, para que no se pase más gato por liebre, en todos aquellos dicen ser pensadores dialécticos y no lo son.
La dialéctica, en boca de su principal defensor: «llamamos dialéctica al superior movimiento racional, en el cual tales términos (el ser y la nada), que parecen absolutamente separados, traspasan uno al otro por sí mismos, por medio de lo que ellos son…»
¿Qué son el ser y la nada? …el ser y la nada no son lo uno y lo mismo. No son identidades, sino relaciones, que constituyen una unidad. Esto, hay que ilustrarlo a continuación.
La dialéctica se está enfrentando con un grave problema de la ciencia, y que nos remite a los sofistas de la antigua Grecia, en especial a Sócrates, el que no escribió nada: ¿Para qué estudiar el mundo si mientras lo hacemos está cambiando?
Hasta entonces, la ciencia, la lógica, lo que hacía- y lo sigue haciendo-, es dividir lo que se estudia en partes, y ver cómo acomodar estar. La experiencia suele mostrar, como esa separación por partes conduce a estancarse.
El vivo ejemplo es la separación que se realiza al pensar la estructura de la oración, dividida clásicamente en un sujeto, y un predicado. Con ello, queda dividido el ser (el sujeto), de sus determinaciones (su predicado). Este mismo aislamiento, es el que critica la dialéctica, que es el que hace la ontología, y es el que congela al objeto del pensamiento. Así, el sujeto, inerte, sin movimiento, solo cobra sentido cuando se le agrega, suma la determinación que le atribuye el predicado, con la mágica lógica de ´´esto es´´. Pero con el esto es, aísla al objeto de pensamiento, y esto es un crimen de lesa dialéctica, Por es la pregunta Qué es la dialéctica es dialécticamente incorrecta, porque parte de un aislamiento que esta niega.
Ello lleva alguna aclaración sobre la dialéctica. Ello es, que el ser, existe porque deviene, lo cual indica que se podrá solo entender en movimiento. No digo que sea sencillo, pero si puede quedarse uno con algunas ideas.
Como mencioné, me apoyaré para dar respuesta a esta pregunta incorrecta en esos dos fragmentos que ya señale. Ellos, sintetizan de qué va la dialéctica.
Lo que quieren decir es algo muy sencillo, pero que el alemán decimonónico dificulta su comprensión, y que más de uno ha distorsionado.
Ello quiere decir, que la dialéctica es esa forma de pensar, de articular el pensamiento que intenta explicar el objeto de su pensamiento en auto-movimiento, es decir, rompiendo con el paradigma de la mecánica clásica donde A determina (explica) a B. Para evitar malos entendidos popperianos sobre esa idea, pongo el ejemplo de El Capital, donde Marx, para poder explicar la situación de la clase obrera, tuvo que plantearse un objeto de estudio mayor, el modo capitalista de producir, y explicar a este, como sistema en auto-movimiento.
Para que el objeto este en auto-movimiento, debe tener una dinámica interna, una correlación de fuerzas que lo permita explicar. Es decir, un ser y una nada. Traducido, en que dentro del objeto deben haber relaciones contradictorias, y que evidentemente ellas son una unidad, no como dos cosas unidas, sino como inseparables. Lo que significa la incapacidad de aislar las relaciones contradictorias dentro de un sistema en auto-movimiento. Otro vivo ejemplo es en El capital, las relaciones obrero-capitalistas, que Marx no las toma como aisladas, no desde un lado o desde el otro, sino como una relación que no se descompone, así las relaciones obreros, y capitalistas, no se pueden explicar una sin la otra, ya que el desenvolvimiento de una, lleva implícito el de la otra.
De seguro este no es el espacio para resumir lo que le costó años a Hegel comprender, y menos, lo que Marx tardó mucho más en plasmar en su Capital. Sin embargo, me gustaría que se quedaran al menos con algunas de estas ideas básicas, que resumiré a continuación, con elementos ya mencionados en esta breve ponencia, y con otros que agregaré para cerrar.
La dialéctica no es un metalenguaje, es una lógica como lo puede ser la matemática. Por tanto su exposición y explicación, debe tener un orden y un grado de legibilidad. Esto, en un proceso de aprendizaje, que toma tiempo, que no es de un día para otro.
La dialéctica no se permite separar en elementos tan fácilmente, porque con ello aísla lo que desea explicar, y eso obliga desaparecer el movimiento de lo que se intenta explicar, para luego hacerlo por una fuerza externa.
La dialéctica, al delimitar un objeto de estudio, debe cuidarse de delimitarlo bien, para que puede explicarlo como objeto en auto-movimiento, evitando tener que usar factores externos para su explicación.
Las relaciones contradictorias del objeto, no deben separarse, sino entenderse en interacción, tal como hace Marx en el capital, que no aísla al obrero ni al capitalista.
Las contradicciones del objeto, entre las cuales existe una dialéctica, deben brotar de este, y no ser impuestas desde una exterioridad, como pueden ser supuestas dialécticas como proteccionismo-liberalismo, centralización- descentralización, que no son contradicciones propiamente del capitalismo por ejemplo, sino un reflejo de las relaciones contradictorias que verdaderamente están ocurriendo en su interior (del capitalismo).
Espero con lo anterior, haber esclarecido un mínimo de cuestiones sobre la dialéctica, y sobre todo, haber creado muchas interrogantes al respecto. Espero también, que ello tribute a un bien mayor, que es despertar la curiosidad por el estudio de esa preciosa ciencia que es la dialéctica.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.