En un momento en que algunos sueñan con un comercio virtuoso, ecológico y protector, es importante recordar cómo los acuerdos de libre comercio conducen a la especialización de las economías, a una menor productividad y, en última instancia, a salarios reales más bajos.
En los debates recurrentes sobre los distintos acuerdos de libre comercio y el lugar que ocupa la agricultura en ellos, a menudo se olvida un elemento: los fundamentos teóricos de esta política de liberalización del comercio. Recordar estos fundamentos nos permite adoptar un enfoque muy diferente al de los debates actuales, que a menudo no aciertan.