El anuncio del Partido Social Cristiano (PSC) – Madera de Guerrero de postular a Cynthia Viteri como candidata a presidenta para las próximas elecciones de febrero de 2017, terminó por hacer estallar el intento de «unidad» de los sectores de derecha, denominado «Convergencia Democrática». En el caso de Suma, liderada por el alcalde de la […]
El anuncio del Partido Social Cristiano (PSC) – Madera de Guerrero de postular a Cynthia Viteri como candidata a presidenta para las próximas elecciones de febrero de 2017, terminó por hacer estallar el intento de «unidad» de los sectores de derecha, denominado «Convergencia Democrática».
En el caso de Suma, liderada por el alcalde de la ciudad de Quito, Mauricio Rodas, la organización había manifestado su intención de convertirse en una plataforma de diálogo. Es decir, servir de intermediario entre CREO de Guillermo Lasso -uno de los grandes ausentes en la conformación de la Unidad en enero de este año- y el resto de partidos que forman parte de Convergencia.
Como antecedente, existe una disputa entre Lasso y el dirigente del PSC y alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, no sólo por ejercer el liderazgo capaz de unificar a los sectores de derecha sino también por el arrastre de un conflicto de 2012 cuando, tras el ofrecimiento de Lasso de no presentar candidatos a asambleístas en Guayas, se cerró el apoyo a la lista de Nebot y el PSC respaldó la candidatura presidencial de Lasso. Sin embargo, una vez en la Asamblea Nacional, no se conformó un bloque oficial entre ambas fuerzas. Finalmente, en las elecciones seccionales de 2014, mientras que CREO postuló a César Monge a la Prefectura del Guayas, el PSC candidatizó para al mismo cargo a César Rohón.
En los últimos días, tras el anuncio del presidente Correa de realizar una Consulta Popular para las elecciones de febrero de 2017 respecto a la prohibición de que tanto los candidatos a las diferentes dignidades como los servidores públicos posean bienes o capitales en paraísos fiscales, Lasso ha iniciado una campaña para votar por el «No». Ello se explica porque de ganar el «Sí» y de resultar electo para alguna dignidad, Lasso tendría un año para retornar sus capitales a Ecuador, que ahora se encuentran en Panamá, según lo develado por la investigación de los Panamá Papers.
Lasso también ha iniciado conversaciones con los militares pasivos quienes se ofrecen para «vigilar» las elecciones de febrero de 2017. A cambio, propone modificaciones en la política de seguridad y defensa, acusando al gobierno de haber intentado «politizar» a las Fuerzas Armadas.
En el caso de Avanza, otra de las organizaciones que también forma parte de «Convergencia Democrática», en la pasada reunión del Comité Ejecutivo Nacional se acordó la necesidad de establecer un gran diálogo nacional tendiente a saldar las diferencias entre las organizaciones que conforman la plataforma de derecha.
El rompimiento de la «Unidad» fue más claro en el caso de Podemos -organización política liderada por el prefecto del Azuay, Paul Carrasco- quien en una carta, luego del anuncio de la candidatura de Viteri afirmó la intención de «dejar en suspenso nuestra relación con la Unidad y poner en primer lugar un diálogo directo con el pueblo y el diseño de estrategias económicas y políticas».
Luego de este quiebre, Lasso se ha acercado a Podemos con el objetivo de construir un plan de gobierno conjunto. El punto de fricción está en que Carrasco solicita la realización de elecciones internas para definir el candidato, algo que es rechazado por Lasso.
En las últimas apariciones de la «Unidad» se ha acordado que hasta el 30 de septiembre se presentarán más precandidaturas a la presidencia del Ecuador y de allí saldrá un candidato único.
Fuente: http://www.celag.org/ecuador-que-hay-de-nuevo-en-la-unidad/