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Racismo imperial y Nuevo Mundo

Fuentes: Rebelión

Haití , agosto de 1791, los esclavos africanos se sublevan ante la inexpiable crueldad ejercida sobre ellos y corre la sangre de los esclavistas en la «noche de fuego».Las ideas y los acontecimientos de la revolución francesa alentaron la incontenible energía del movimiento emancipador y en 1793 se decretó por primera vez en Haití la […]

Haití , agosto de 1791, los esclavos africanos se sublevan ante la inexpiable crueldad ejercida sobre ellos y corre la sangre de los esclavistas en la «noche de fuego».Las ideas y los acontecimientos de la revolución francesa alentaron la incontenible energía del movimiento emancipador y en 1793 se decretó por primera vez en Haití la abolición de la esclavitud , la institución monstruosa. En la gesta libertaria se destacó la figura del afroaméricano Toussaint Louverture, que había accedido a la corriente de ideas de revolucionarias. Estas ideas , unidas a la resistencia mestiza, afro y nativa, y al asombroso ejemplo haitiano, estremecieron todo el régimen de oprobiosa dominación en el sur de América.

Ante la posibilidad cierta de contagio del ejemplo de libertad haitiano, en 1803, el ingles Lord Brougham escribió: «sería el acontecimiento más peligroso que pudiera ocurrir a las otras islas pues los negros son los enemigos naturales del hombre blanco, del que están separados por marcas indelebles en lo físico y casi igualmente indelebles en lo mental.»

Pocos años después , el 28 de junio de 1810 , el secretario de Estado de los EEUU , Robert Smith , escribió a Joel Roberts Poinsett , nombrado como agente especial de los EE.UU. en América del Sur – un personaje nefasto de ingrata recordación en México por la vileza de sus acciones desestabilizadoras – el siguiente mensaje :

«Como se acerca una crisis que puede producir grandes cambios en la situación de la América española y disolver completamente sus relaciones comerciales con Europa, y como la posición geográfica de los Estados Unidos y otras consideraciones obvias, dan a estos un interés intimo en todo lo que pueda afectar los destinos de esa parte del continente americano, es nuestro deber dirigir de nuevo nuestra atención a esta importante materia.»

Una atención que se revelaría desde muy temprano como pavorosa.El proceso por medio del cual los colonos llamaron «tierra de nadie» la tierra de los pueblos originarios del norte de América para apropiársela y adelantar el exterminio de los pueblos indígenas , se ponía en marcha en hacia el sur.

Francis Wiatt, Gobernador de Virginia ya había señalado sobre los indios de norte américa que «era infinitamente mejor no tener paganos entre nosotros que estar en paz y aliarnos con ellos»…..»No consideramos injusta ninguna medida que persiga su ruina.Si las estratagemas siempre se han permitido contra cualquier enemigo, contra este en especial no hay que aplicar guerra limpia ni cuartel.No hay esperanza de destruirlos de otro modo, contra lo que puede pensar alguna gente.»

Unos años más tarde, en 1875, aparecía en la novena edición de la Enciclopedia Británica el artículo «América» en el que se decía:

«Los anglosajones convergerán a poblar los campos ricos del sur aunque millones de hectáreas de sus tierras mas pobres sigan sin cultivar, porque podemos tener la seguridad de que antes de que se hayan cultivado las tierras de tercera clase al norte de la frontera, ya se habrán hallado medios de apropiarse de las tierras de primera al sur. Suponiendo que las dos razas (la anglosajona y la latina compuesta por indios, negros y mestizos) continúen haciendo vida separada, a la más débil se la empujará (will be driven)…a las regiones montañosas e inhospitalarias…Puede predecirse sin riesgo de error que la raza anglosajona esta destinada, por su inteligencia y energía superiores, a regir el nuevo mundo de punta a punta.Los estadistas norteamericanos hablan ya de todo el continente como heredad de su pueblo.»[1]

El 22 de febrero de 1906, Mr Taft, Ministro de Theodore Roosvelt ratificaría lo anterior afirmando: «Las fronteras de los Estados Unidos se extienden virtualmente hasta la Tierra de Fuego.»

El desprecio y el odio hacia las otras razas, la concepción permanente de la idea de «enemigo», el apetito insaciable de apropiación de la tierra y la determinación de exterminio a la diferencia, ya estaban presentes en la proyección imperial de la elite estadounidense en el siglo XIX.

Martí lo vio con claridad y mientras libraba la batalla de independencia contra el imperio Español: «No nos quieren, ni nos entienden, ni se acuerdan de nosotros sino para robarnos y sacrificarnos…Resentidos de haber perdido las Américas, se proponen encadenarnos más de lo que nos tienen para que nunca podamos escaparnos.»…observó al mismo tiempo desde dentro de los Estados Unidos la ofensiva y la amenaza que representaba su gobierno para «nuestra América» y consagro su obra de pensamiento y su acción a: «impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caiga, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso. En silencio ha tenido que ser, y como indirectamente, porque hay cosas que para lograrlas han de estar ocultas, y de proclamarse en lo que son, levantarían dificultades demasiado recias para alcanzar sobre ellas el fin.»

El racismo imperial español visto por Martí: «Y de los indios han dicho más de lo justo los españoles vencedores, que exageraban o inventaban los defectos de la raza vencida, para que la crueldad con que los trataron pareciese justa y conveniente al mundo», no se diferenciaba en lo substancial del racismo del imperio en ascenso estadounidense.

Años más tarde, cuando en 1945 el gobierno estadounidense y el gobierno ingles brindaron su apoyo decisivo al fascismo español y al fascismo griego, se hizo claro que la guerra no había sido contra el nazi-fascismo. De hecho Franco brindó refugio a muchos jerarcas nazis y no ceso su cruzada de exterminio y sometimiento sobre quienes encarnaban ideas socialistas o libertarias.La guerra fue contra una forma del fascismo que enfrento los intereses de la elite anglosajona.La alianza con Franco desnudo la disposición de la dirección estadounidense e inglesa de fusionarse con el crimen si ello servía a la guerra contra las ideas socialistas y comunistas que amenazaban su dominio en el sur de Europa y en América Latina.

En esta fase , las propuestas presentes en el Nuevo Siglo Americano el think thank neocon constituido en 1997 y con gran incidencia en la administración de Bush II y el Nuevo Unilateralismo formulado por el analista Charles Krauthamer , integrante de ese núcleo, se enraízan en la tradición de supremacía blanca occidental mencionada.

La libertad del nuevo mundo es la esperanza del universo[2]

La larga batalla de independencia frente al imperio español , unida a la tenaz resistencia frente a la muy larga historia genocida y de usurpaciones territoriales de la elite estadounidense en el sur de América – que se inició en 1848 en México y que hoy se ensaña con fuerza descomunal y repugnante vileza en la región andina y en Cuba – han gestado el sentimiento antimperial que hoy se levanta con fuerza telúrica en la región con la conciencia creciente de que solo con la concordia y la unidad – que desde siempre la potencia nefasta ha tratado de evitar , sembrando la desconfianza y la confrontación – será posible conquistar la segunda independencia que hoy por hoy significa también el porvenir para la humanidad.

Las consecuencias para la humanidad, para las otras formas de vida y la naturaleza del transito, en un siglo, del poder estadounidense, desde la hegemonía hemisférica hacia el imperio planetario y las políticas unilaterales fundadas en el poder destructivo, están a la vista. Podría afirmarse que nunca tan pocos causaron tanto daño a tantos en tan poco tiempo. El genio poético de Federico García Lorca lo percibió con claridad durante su vivencia en Nueva York en 1929 y lo denuncio meses más tarde en su pueblo natal: «Hay hombres que hablan, miran, comen, pero están muertos. Más muertos que las piedras y más muertos que los verdaderos muertos que duermen su sueño bajo la tierra, porque tienen el alma muerta. Muerta como un molino que no muele , muerta porque no tiene amor , ni un germen de idea , ni una fe , ni un ansia de liberación , imprescindible en todos los hombres para poderse llamar así. Este es uno de los problemas queridos amigos míos, que más me preocupa en el presente momento.»

Con esa dirección los equilibrios fundamentales de la biosfera han sido brutalmente alterados sin que aún hoy se estén adelantando las acciones que se precisan con urgencia para desmontar la dinámica que conduce a las colosales hecatombes que ahora ya sin duda se perfilan. Se ha privilegiado el direccionamiento de descomunales y vitales recursos de inteligencia social y materiales a la industria del control y el exterminio en lugar del cuidado de la vida y el perfeccionamiento cultural. Se ha pervertido la mayor parte del sistema de comunicación planetario poniéndolo al servicio de la industria de la amnesia, la manipulación y la producción de subjetividad borracha de monstruosa indiferencia y sujeta a pulsiones de odio, desprecio y consumo autodestructivo , en lugar de servir al memoriar , a la veracidad , al decoro y a favorecer el conocimiento y la cooperación entre los pueblos.

Se ha impuesto la masacre , la tortura y el post cinismo como una irrespirable atmósfera que se pretende hacer aceptar a todos en la vida diaria aunque ello signifique renunciar a la dignidad imprescindible para vivir ; se ha instaurado un régimen institucional y legal que represa y destruye el caudal creador de la humanidad y potencia en cambio el odio y la agresión en la vida cotidiana; y lo más grave : prevalece hoy la soberbia determinación por parte de la elite neofascista – corporativa , política y mediática – de extender hasta donde puedan y con los medios que sean necesarios el imperio planetario del orden autodestructivo.

Si es cierto , como se afirmo durante en las trincheras de Madrid durante la resistencia al asalto fascista a la republica española en el 36 , que el fascismo se alimenta con sangre , no es improbable que exista un vinculo entre la sangre y la territorialidad , entre la sangre y la voracidad sin limite de control territorial.

«El racismo ha sido la poderosa ideología de las políticas imperialistas» señalo Hanna Arendt en siglo XX. Las ideas de igualdad natural de los seres humanos difundidas con la revolución francesa no han permeado la conciencia de las elites herederas de las estructuras mentales monárquicas[3]. Mucho menos conocen los sentimientos comunitarios y fraternos presentes en los pueblos originarios y en los territorios en los que la larga batalla contra la injusticia y la fusión de razas y de culturas han dado lugar a una visión del mundo que interpreta la diferencia como riqueza. Atrapados en un extenuante individualismo, en los laberintos del ego, en el insaciable e infantilizado consumo de artefactos y símbolos de estatus , en la prepotente unilateralidad , ignoran la sentencia martiana : «El hombre no tiene ningún derecho especial porque pertenezca a una raza u a otra.:dígase hombre y ya se dicen todos los derechos. …Todo lo que divide a los hombres, todo lo que especifica, aparta o acorrala es un pecado contra la humanidad.»

Prevalecen las ideas etnocéntricas , el mito más o menos expreso de la supremacía blanca íntimamente unido al euro – centrismo y el dólar – centrismo , las ideas de desigualdad natural entre las razas y la diferencia jerárquica entre los sexos, campean en la dirección imperial y en el universo simbólico propagado por su control casi totalitario sobre los medios masivos de uni formación , así se expande una racismo difuso en gran parte de una población intoxicada con la publicidad , el fútbol y la carga ideológica difuminada en los informativos y los programas de entretenimiento. Parte considerable de una población atemorizada que experimenta las incertidumbres de la globalización sobre el ingreso y rechaza el fenómeno migratorio sin comprender sus raíces. Un caldo de cultivo propicio que las formaciones que comparten las cosmovisiones racistas saben favorable a sus idearios de odio y de desprecio, por lo que continúan con su trabajo organizativo y de propaganda esperando las crisis económicas que puedan disparar los ya considerables avances partidarios de sus doctrinas.

En este escenario sombrío en Estados Unidos y en países decisivos de Europa , aparecen señales esperanzadoras como el movimiento de movimientos que emergió en Seattle en noviembre de 1999 y los procesos de articulación de las resistencias culturales y políticas a la deriva neoliberal en Europa.La conciencia creciente sobre la inviabilidad absoluta del modelo de producción y consumo imperante puede ser acompañada con ideas y experiencias claras en las que los idearios pacifistas y ecologistas muestren como es posible un mundo desarticulado de la propiedad insaciable y volcado sobre el perfeccionamiento interior y comunitario , el cuidado y curación de la tierra.

Al mismo tiempo que la deriva neoliberal – neocinica y neofascista se ha profundizado con el unilateralismo imperial que emergió en 1991 , la politización de la «guerra contra el terror»y «la guerra contra el narcotráfico» ha conducido al mundo a un escenario de tectonica inestabilidad en la que la ilusa pretensión de mantener privilegios y formas insostenibles de «vida» a través del uso desnudo de la barbarie y la artimaña propagandística , ha revelado su insuperable impotencia para conducir los acontecimientos conforme a los objetivos trazados y su involuntaria eficacia para desatar crisis que ponen en entredicho la supervivencia misma de la especie y desatar evoluciones políticas imprevistas.

En este contexto, la propuesta que emerge en la fértil comunicación entre el Caribe y la región andina y amazónica, es tan sencilla y antigua como visionaria: crear reglas de juego que liberen y potencien el caudal creador de la humanidad al mismo tiempo que se recupera el pensamiento amoroso sobre la tierra, se respeta la naturaleza y se inicia la curación de los daños infringidos durante décadas en el planeta, en el tejido cultural y en los universos interiores. Abandonar la dinámica de las ego-corporaciones como mecanismo determinante de las formas de valoración, de organización de la economía y la política, y del rumbo autodestructivo con la producción de subjetividad destinada a ser engranaje productivo y átomo de consumición. Abrir las compuertas de la genuina cooperación entre los pueblos – senda imprescindible para resolver los más graves e inaplazables problemas que enfrentamos como humanidad -y situar de una vez por todas en los museos de la infamia los genocidios para el saqueo. La cooperación sincera entre los pueblos tiene la virtud de arrojar resultados asombrosos en lapsos de pasmosa brevedad. Insuflar fe y aliento en un mundo agotado por la atmósfera del absurdo y la contemplación impotente del horror cotidiano.Derrumbar las barreras físicas y mentales que separan y confrontan con violencia a los seres humanos y labrar diques infranqueables a la libre movilidad del capimal. Aportar desde la conciencia fraterna latinoamericana a la conciencia fraterna de humanidad imposibilitada hoy por el imperio de la desconfianza, por el irrespeto industrial a las otras formas de vida con las que compartimos el viaje misterioso en el planeta azul, y por el bombardeo inclemente dirigido a alentar los sentimientos y las ideas de odio y desprecio.

Así , el movimiento hacia el socialismo ancestral que emerge en indo afro América Latina , nutrido también en las potencias infinitas de la cooperación apoyadas en la revolución tecnocientifica en la información y la comunicación , y el movimiento hacia la unidad fraterna de los pueblos presente en la región , no solo no ha de ser visto con indiferencia o temor por los pueblos de Europa y los EEUU , como insisten en proyectarlo las infames campañas propagandísticas articuladas a los mismos ciegos y poderosos intereses imperiales que han sometido a sus pueblos a un rumbo inviable y perciben buena parte de sus réditos del control sobre el sur. Se ha de avanzar mucho en la comprensión meditada, la comunicación imaginativa con lo que allí acontece y de lo que allí acontece, y en la cooperación fraterna desprovista de la más leve sombra de la arrogancia que pueda generar el dinero o el saber. En la vertiginosa unidad y el respeto sincero entre las fuerzas de la vida – culturales, políticas y espirituales – y las «columnas del amor sin tregua» de la tierra respira hoy el germen del nuevo mundo. Las identidades revolucionarias que privilegian la discusión doctrinal y el calculo de poder sobre el avance en la consecuencia entre lo expresado y lo practicado, entre lo pensado y lo dicho, que hacen preceder la defensa de las mismas sobre el cumplimiento humilde de las tareas comunes, que aún guerrean por absorber y controlar la multiplicidad que resiste al imperio del desamor y de la muerte, hacen más daño que bien a la transmutación anhelada e imprescindible.

Martí, síntesis misteriosa de pueblos y culturas lo preciso al señalar: «Nada es un hombre en sí, y lo que es, lo pone en él su pueblo.En vano concede la naturaleza a algunos de sus hijos cualidades privilegiadas; porque serán polvo y azote si no se hacen carne de su pueblo, mientras que si van con él, y le sirven de brazo y de voz, por él se verán encumbrados, como las flores que lleva en su cima una montaña.» José Martí.

Y: «Los hombres van en dos bandos: los que aman y fundan, los que odian y deshacen la pelea del mundo viene a ser la de la dualidad hindú: bien contra mal. Como con el agua fuerte se ha de ir tentando el oro de los hombres.El que ama, es oro. El que ama poco , con trabajo , a regañadientes, contra su propia voluntad , o no ama, no es oro.Que el amor sea la moda.Que se marque al que no ame para que la pena lo convierta.Por española no hemos de querer mal a Santa Teresa que fue quien dijo que el diablo era el que no sabía amar.»

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[1] El artículo fue traducido En el libro ¡Ojo vencedores! por el escritor y diplomático español Salvador de Madarriaga y es citado en el valioso estudio sobre las relaciones entre EEUU y España elaborado por José Manuel Allendesalazar

[2] Bolívar

[3] Ver el esclarecedor artículo «Hitler. en el Reichstag» de José F Cornejo , www.rebelion.org