Continuamos sosteniendo que la única vía posible en tiempos tan oscuros es la autonomía de los movimientos sociales frente a los negociados, la corrupción y el descaro de las élites y de los gobiernos de turno.
A pocos días de que Guillermo Lasso ganase las elecciones en una segunda vuelta por demás cuestionada, se hacen evidentes, tanto por las declaraciones de Francisco Jiménez como por las del propio Jaime Nebot, las negociaciones que venían manteniendo los partidos CREO, Socialcristiano y UNES para repartirse el poder a partir de un pacto execrable, mal disimulado tras el denominativo de “acuerdo por la gobernabilidad”: exculpar a Rafael Correa y a varios jerarcas del correísmo, olvidar la década y media de corrupción y violaciones a los derechos humanos perpetrada por los gobiernos de Alianza PAIS, y asegurar el control político y económico de los viejos grupos oligárquicos.
Estos actos confirman el acuerdo que denunciamos desde la primera vuelta electoral para excluir de la contienda electoral al candidato del movimiento indígena y de los movimientos sociales. Este pacto era inviable si llegaba al poder el movimiento popular.
Nuevamente, los sectores de la derecha bloquean las propuestas de cambio y transformación relacionadas con un irrenunciable afán de justicia social y de ética pública que reclama el pueblo. Ninguna revolución se ha hecho saqueando los bolsillos de los más pobres.
Continuamos sosteniendo que la única vía posible en tiempos tan oscuros es la autonomía de los movimientos sociales frente a los negociados, la corrupción y el descaro de las élites y de los gobiernos de turno. El voto nulo apuntaló una postura coherente frente al contubernio entre la corrupción y la codicia. El país no puede permitir que la administración del Estado se utilice para dirimir problemas particulares y beneficiar intereses personales o de grupo, mucho menos haciendo de la justicia una letra de cambio. Por eso mismo hay que poner distancia crítica y combativa con el próximo gobierno.
El Bloque del PK tiene la oportunidad para inaugurar una política parlamentaria diferente. Puede reclamar la presidencia de la Asamblea desde el principio de acuerdos públicos y publicitados, de rendición de cuentas a las organizaciones sociales y a la ciudadanía. El PK puede garantizar la autonomía y el contrapeso de poderes que requiere la democracia representativa liberal que rige en el país; una composición de los organismos de la Asamblea que recoja todas las voces de acuerdo a la representación decidida por la ciudadanía, en modo de superar la política de repartos. Tiene la oportunidad de colocar una Agenda Parlamentaria de salvación nacional ante la crisis extrema que vive el país, para defender los intereses de la nación y, en primer lugar, los intereses de los excluidos, de los golpeados por la pandemia, de las víctimas del modelo neoliberal.
En ese sentido, confiamos que el bloque de Pachakutik sostenga una postura consecuente en la Asamblea Nacional. Los ecuatorianos y las ecuatorianas exigimos la fiscalización inmediata del gobierno saliente. Sobre los hombros de Lenín Moreno pesan sospechas de actos reñidos con la honestidad y la transparencia pública, a más de su irresponsable y doloso manejo de la pandemia de la Covid-19.
Comisión de Vivencia Fe y Política. COVIFEP.
Responsables: Pablo Ospina y Xavier
Guachamín.
Comuna.
Responsable: Natalia Sierra
Movimiento Revolucionario de los Trabajadores. MRT.
Responsable: Fernando López Romero y Carlos Rojas
Montecristi Vive. Responsable: Juan Cuvi