Con carteles de “Ni perdón ni olvido” y fotografías de Ismael, Josué, Nehemías y Steven, los asistentes recorrieron los barrios donde vivían los cuatro niños, en Guayaquil. En Quito también se realizaron marchas en su memoria.
La marcha “Por el Derecho a la Memoria” inició a las 15:50 de este lunes 8 de diciembre desde la Casa Comunal de Las Malvinas, en el sur de Guayaquil. Hasta ese punto llegaron organizaciones de derechos humanos, colectivos afrodescendientes, grupos sociales y familiares de las víctimas.
Con carteles que decían “Ni perdón ni olvido” y fotografías de Ismael, Josué, Nehemías y Steven, los asistentes avanzaron por los vecindarios donde vivían los cuatro menores. Frente a cada vivienda hubo lecturas, expresiones artísticas y homenajes comunitarios. Batucadas barriales, grupos afro y bandas estudiantiles acompañaron el trayecto.
Paradas en las casas de los niños
En la primera parada, frente a la casa de Ismael y Josué Arroyo, una vecina recordó su afición por el fútbol como una opción para avanzar con sus familias. En la vivienda de Steven Medina, el más pequeño, otra habitante pidió que el caso no quede en la impunidad.
Ronny Medina recordó a su hijo Steven “como un chico que le gustaba el fútbol y el estudio”. Explicó que hace un año, su hijo, junto a Nehemías Arboleda y los hermanos Arroyo, fue detenido por una patrulla militar y llevado hasta Taura. Allí los cuatro menores fueron agredidos, desaparecidos y asesinados.
“Quisiera que esto fuera un sueño. Al inicio nos discriminaban por ser de barrio bajo, pero aquí hay gente con futuro y buena”, señaló Medina.
El recorrido avanzó hasta casi las 17:00. A esa hora se esperaba la llegada al parque La Coviem, donde autoridades municipales y familiares participaron en un acto simbólico. En ese espacio se colocó una placa y el parque pasó a llamarse “Los Cuatro Niños de Las Malvinas”, como parte de una reparación simbólica. Estuvieron presentes los padres de los menores, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Alvarez.
Durante el acto, Álvarez afirmó que “no solo son Ismael, Nehemías, Josué y Steven. Ellos se hicieron mediáticos, pero hay más casos de los que nadie habla”. Recordó que al principio varias voces señalaron a los niños como delincuentes. “Gracias a Dios uno de los militares grabó la situación y decidió contarlo, y yo sí quiero pedir a las familias perdón, en nombre del Ecuador”, expresó. Luego se develó la placa con los nombres de los cuatro menores.
El texto del homenaje afirma que este espacio honra la vida de los niños, condena la violencia contra la niñez y reafirma el compromiso de Guayaquil con la verdad, la justicia y la no repetición. Las autoridades entregaron a cada familia una carpeta de acuerdos y una bandera de Guayaquil con un símbolo de luto.
La marcha también llegó a la avenida 25 de Junio, frente al Mall del Sur. En ese punto los niños fueron detenidos por militares hace un año. En ese lugar, Luis Arroyo, padre de Ismael y Josué, agradeció a las personas de distintas ciudades que este día realizaron actividades para recordar a los cuatro niños de Las Malvinas.
Conmemoración en Quito
En la capital, artistas afroecuatorianos realizaron un homenaje con marimba y cantos de arrullos bajo un mural pintado por colectivos urbanos, en exteriores de la Casa de la Cultura en Quito. Se levantó un chigualo, ceremonia ancestral afrodescendiente que busca despedir y honrar a las infancias transformando el dolor en memoria y resistencia.
Juanita Francis, activista afroecuatoriana de Mujeres de Asfalto, cuestionó la actuación del Estado y señaló la responsabilidad del gobierno de Daniel Noboa. “Todavía sentimos mucha rabia colectiva. Es indescriptible pensar que estamos tan deshumanizados”. Criticó lo que llamó “tour de la miseria” en la zona, sin acciones reales de reparación, protección a las infancias ni acompañamiento a las familias. Exigió que el Estado reconozca su responsabilidad en la pérdida de estas cuatro vidas.
Asimismo, a las 17:00 se realizó un plantón en los exteriores de la Fiscalía, en homenaje a los cuatro de las Malvinas. Luego la marcha avanzó por el barrio La Mariscal, en el centro norte de Quito.


