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Testimonio

Reclutamiento forzoso infantil en comunidades de Guayaquil

Fuentes: Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH)

En esta entrevista, Billy Navarrete, director ejecutivo del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos (CDH) conversa con un entrevistado anónimo (EA) sobre la situación de criminalidad en comunidades de Guayaquil. La entrevista tiene lugar el 11 de julio de 2023 en la oficina del CDH. En esta entrevista EA describe la criminalidad como el principal problema en la comunidad, donde varias bandas armadas se enfrentan constantemente. La entrevista brinda una radiografía sobre la complejidad y las dinámicas de las bandas, la inseguridad en la comunidad y el impacto en la vida cotidiana de las personas que residen en estas zonas.

Tráfico de drogas

El entrevistado anónimo (EA) menciona que las bandas están fragmentadas y cambiantes en número, es decir, antes eran dos pero ahora podría haber hasta seis bandas en la comunidad. Estas bandas se dedican al tráfico de drogas, especialmente drogas como cocaína, heroína y marihuana. También se involucran en asaltos a camaroneras y otros actos violentos, entre ellos se incluyen asesinatos y violación sexual a mujeres que trabajan en estos lugares.

Las bandas compiten por el territorio dentro de las comunidades. Dentro de ellas, algunas personas se encargan del tráfico de drogas, mientras que otros se encargan de la distribución local. Además de adultos, estas bandas reclutan a jóvenes, adolescentes e incluso niños desde los 12 y 13 años, quienes se convierten en vendedores y, en algunos casos, también se vuelven consumidores.

 BN: La tarea, ¿es el traslado o también la venta de droga dentro de la comunidad?

EA: Como le explicaba, hay algunas bandas ahí. Hay unas que se dedican solamente a ‘’subir la droga» (al barco), pero hay otras que se dedican al manejo de vender ahí mismo dentro la zona. Entonces, uno de los problemas que tenemos es por el territorio que pelean, es ahí en donde empiezan a reclutar a más personas, para que se hagan parte de ellos, por les hace falta una persona que venda aquí, otra persona que venda allá, otra persona que venda acá.

BN: Entonces, por un lado entiendo que está el encargarse de ‘’subirla», por otro lado, también quieren apropiarse de territorio para la venta en los barrios; sin embargo, también estamos hablando de que esa misma droga, o sea, la cocaína, también circula en la comunidad y es consumida.

EA: Consumida, sí…

BN: Entonces, lo que está pasando en comunidades, es decir, los problemas que acarrea es la lucha por el territorio y colocar estos vendedores, para tener así como cubierta la zona. Eso es básicamente lo que más daño provoca, en términos de muerte.

EA: Claro, han aumentado la tasa de muertes. Allá, cada dos o tres horas se escucha un muerto aquí, un muerto allá. De verdad que uno anda con miedo (…) a veces uno llega al barrio y así mismo, llegan los motorizados a dar bala, a veces logran matar a la persona que quieren (matar), pero otras veces quedan heridas personas inocentes que van pasando por ahí o que vivían en esa esquina (…) Mire, tienen hasta la potestad de mandarte a decir que si tienes un foco fuera de tu casa, a cierta hora tienen que tenerlo apagado (…) Imagino que era una manera de escabullir o no hacer tan visible el traslado de la droga desde una vivienda a la canoa.

Sicariato

Por otro lado, EA comenta la dinámica de los jóvenes sicarios y cómo son reclutados. Usualmente, afirma, el reclutamiento de personas para las bandas se enfoca en aquellas más vulnerables, como niños, niñas y adolescentes sin padres o en situación de calle. Sin embargo, para quienes tienen familiares, las represalias contra la familia se utilizan para forzar a los jóvenes a unirse a las bandas. Describe, además, cómo se les ofrecen tareas iniciales y se les va involucrando gradualmente en actividades más peligrosas. Es decir, se les asignan misiones para ganar estatus dentro de las bandas, lo que implica violencia tanto dentro como fuera de las comunidades. Una medida de identificación de los sicarios es a través de la numeración de cada uno de ellos, y estos (números) disminuyen a medida que cumplen misiones, demostrando su experiencia y poder en la banda.

 BN: ¿Y cómo es el reclutamiento propiamente? ¿Es forzoso? porque entendería que hay condiciones de precariedad donde todo resulta obligado, no hay otras opciones de las cuales escoger.

EA: Sí (es forzoso), no hay otra opción. Vieron este chico que no tiene papá o mamá, pasa mucho tiempo en las calles, lo cogen y le dicen “¿sabe qué? vamos a ofrecerle esto”. Entonces el chico, quiera o no tiene que ceder, y si se interpone, pues tiene sus consecuencias (…) O en los casos en lo que si hay mamá y papá pero salen a trabajar, dejan al niño en casa…obviamente no va estar en casa, va a estar en las esquinas, allá afuera queriendo buscar alternativas propias de su edad, pero la comunidad no se las puede brindar por la situación en la que estamos. Entonces, ¿qué pueden hacer los chicos? Coger lo que hay a la mano.

BN: Has mencionado que hay una manera de reclutar, entre ellas personas más vulnerables, en situación de calle, etc. Sin embargo, mencionas también que hay aquellos niños que, en el mejor de los casos, tienen mamá o papá. Tú decías que si se oponen los padres, habrían consecuencias, ¿qué tipos de consecuencias habrían?

EA: Las represalias son contra la familia. Hay muchas casas en nuestro sector que están deshabitadas, han cogido sus dos tres cositas o solamente lo que tienen puesto, han cogido a sus hijos, los han sacado y se han ido. La casa queda botada, pero sobretodo una vida queda botada. Como la casa queda botada, hacen reuniones, tienen cámaras (de seguridad). Incluso ahora, otro modo (de vigilancia) es que en cada esquina tienen una cámara. 

BN: ¿Una «cámara de seguridad» que la controla la banda?

EA: Sí, una cámara. Ellos mismos la conectan. A algunos vecinos les han pedido permiso, pero no todos estaban de acuerdo. Tampoco nadie tuvo el valor de decir que no la pongan.

BN: ¿Y eso como parte de los servicios que brindan? Es decir, ¿ellos ahora están encargados de brindar seguridad?

EA: Es lo que le han vendido más o menos allá a la comunidad.

Explotación sexual

Finalmente, aunque el reclutamiento de personas está principalmente masculinizado y es destinado al tráfico de drogas y sicariatos, EA menciona que el reclutamiento de niñas y adolescentes se da para ser «propiedad» de los líderes de las bandas. Se estima que son alrededor de quince a veinte niñas las involucradas con bandas durante los últimos dos años. Sin embargo, aunque las familias conocen la situación, este relación de sometimiento con estos líderes continúa, pues estas dinámicas representan un sustento económico para ellas.

No obstante, en un caso, una niña fue herida (de bala) por rechazar a uno de estos líderes, y desde eso muchas madres dentro de la comunidad se muestran preocupadas. En algunas ocasiones, muchas de ellas terminan embarazadas y abandonadas. Algunas madres intentan ocupar a sus hijas con actividades para alejarlas de esta realidad, por lo que EA menciona la idea de sacar a estas personas de su entorno actual y ofrecerles alternativas (de recreación).

BN: Y eso (tráfico y venta de droga) entonces está, en líneas generales, masculinizado, es decir niños, jóvenes, varones. Pero, ¿ qué pasa con las mujeres en la comunidad?

EA: Bueno, usualmente son (reclutadas) niñas de 12, 13, 14 y15 años. Voy a hablar del líder de la banda, máxima autoridad en la comunidad. Él tenía su mujer y sus hijos (…) pero de un tiempo para acá empezó a andar con las niñas del barrio, de 12, 13, 15 años, más o menos. No le conocí a una de 16 o de 17 (…) En cada barrio o en cada sector se conocía a una o dos que eran de la propiedad de él.

BN: ¿Propiedad?

EA: De la propiedad de él, sí, porque si esta persona empezaba a andar con él ya no podía andar con nadie más. Y esta niña, me imagino, siempre andaba vigilada con una persona que él le pusiera.

BN: Antes de que continúes, ¿eso de estar con esa persona no era la fuerza, o sí?

EA: En algunas ocasiones era a la fuerza, pero no con todas (las niñas).

BN: Él escogía a quién hacía de su propiedad.

EA: Sí

BN: Entonces la relación es con la niña, y lo que hace la familia es tolerar porque a través de ella…

EA: Ellos ven un sustento por ese lado, así.

BN: ¿Y no ha habido resistencia? ¿Ningún tipo de resistencia?

EA: No, sin embargo conocí de una chica ya no quería nada con él, entonces él le mandó a decir que se fuera (de la comunidad) sino quería nada con él. La chica no se fue, entonces él mandó a alguien para que le hiciera daño, le metieron un disparo en la pierna. Tiene como 14 años, es pequeña (…) y tiene marcado el tiro ahí.

BN: ¿La atacó porque…?

EA: Porque no quiso estar con él. La niña no quería.

El CDH resalta el valor de entregarnos este testimonio en las actuales circunstancias que atraviesa Guayaquil. Alentamos a la ciudadanía a evitar el silencio por miedo y a construir espacios seguros para alzar la voz en nuestras comunidades de Paz.

Fuente: https://www.cdh.org.ec/testimonios/609-tres-caras-del-reclutamiento-forzoso-infantil.html?fbclid=IwAR3IAmM1GnCpLV_5eyFNzvyDXRm2Vc3okskCoDJZgGavOUKmim4Ft0DYKmo