Rosario de Acuña, la escritora librepensadora madrileña unida para siempre a Gijón, donde se inhumaron sus restos en 1923, volvió ayer a la luz en el Ateneo Obrero, con la presentación de la reedición de uno de sus textos básicos: «La casa de muñecas», escrito en 1888 y nunca hasta ahora reeditado. Casi ciento veinte […]
Rosario de Acuña, la escritora librepensadora madrileña unida para siempre a Gijón, donde se inhumaron sus restos en 1923, volvió ayer a la luz en el Ateneo Obrero, con la presentación de la reedición de uno de sus textos básicos: «La casa de muñecas», escrito en 1888 y nunca hasta ahora reeditado.
Casi ciento veinte años después de su primera y única publicación, «La casa de muñecas», escrita en 1888 por Rosario de Acuña Villanueva de la Iglesia (Madrid, 1851; Gijón, 1923), vuelve a la luz, de la mano de la asturiana Ana María Díaz Marcos, licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo y doctora en Literatura por la Universidad de Massachusetts (costa este de los Estados Unidos). Y lo hizo anoche en la sede del Ateneo Obrero de Gijón, donde Ana María Díaz presentó la primera reedición de la obra de la escritora librepensadora y masona, «una narración que se establece a medio camino entre el ensayo, el cuento, la alegoría y la lectura didáctica», como se recoge en la introducción del libro, publicado por la casa sevillana Arcibel Editores dentro de su colección «Escritoras y pensadoras europeas».
«Me interesó mucho por lo avanzadas que eran sus ideas en el tiempo en el que vivía, no sólo en sus planteamientos casi ecologistas y pedagógicos; me parece una autora fascinante, con una biografía también fascinante», enfatizó Ana María Díaz sobre Rosario de Acuña, a quien «descubrió» cuando estudiaba en la Universidad de Oviedo de la mano del profesor Antonio Fernández Insuela, que anoche fue el encargado de presentar a la encargada de la reedición de «La casa de muñecas». Y también destacó Ana María Díaz que, a pesar de la importancia de Rosario de Acuña en el pensamiento moderno español, «es una autora prácticamente imposible de leer, en el sentido en que sólo hay publicada una reedición de dos de sus obras de teatro y una pequeña antología que está agotada».
Respecto a «La casa de muñecas», Ana María Díaz afirmó: «Es un texto importantísimo al que accedí a una copia en la Biblioteca Nacional; es de una enorme vocación pedagógica, que por un lado se organiza como un relato para niños y por otro es un ensayo que habla de la educación de la mujer, de la redefinición de papeles de género, de la necesidad de vivir una vida más sana y como por ejemplo, hablaba de cosas tan modernas como hacer ejercicio o dormir en cama dura»
En definitiva, «es un compendio de las ideas de Rosario de Acuña, sobre todo en materia educativa, bajo la idea de que a través de la educación se regenera la sociedad; y naturalmente, tiene mucho de la ideología del krausismo; me parece un texto clave no sólo para conocer el contexto y el período histórico (el de la Restauración), sino el pensamiento de Rosario de Acuña».