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Cómo se descarrila un proyecto académico (en tres lecciones)

Reformismo, mercantilismo y esnobismo

Fuentes: Rebelión

Camaleónico como es, el Reformismo se infiltra por doquier para tomar por sorpresa a «tirios y troyanos». El reformismo se ha convertido en una maquinaria de mentiras, distorsiones y descarrilamientos operados por agentes de la burguesía camuflados, también, como «intelectuales» que dicen estar re-inventando la «educación» y las modas teóricas de las «izquierdas» mesiánicas. La […]

Camaleónico como es, el Reformismo se infiltra por doquier para tomar por sorpresa a «tirios y troyanos». El reformismo se ha convertido en una maquinaria de mentiras, distorsiones y descarrilamientos operados por agentes de la burguesía camuflados, también, como «intelectuales» que dicen estar re-inventando la «educación» y las modas teóricas de las «izquierdas» mesiánicas. La mentalidad pequeño burguesa infiltrada en las estructuras universitarias anhela, a cualquier precio, descarrilar toda Revolución. Para ellos, la voz y la lucha de los pueblos es nada sin esa «gente inteligente» que dirige Universidades, liceos o cualquier tipo de establecimiento educativo. Los reformistas, muñidos de esnobismo academicista, están moviendo «cielo y tierra» para poner frenos «científicos» a la Revolución. Alertas.

Hay que poner a salvo al proyecto educativo del Ecuador. Carlos Prieto debería renunciar de inmediato al cargo de rector en el Instituto de Altos Estudios Nacionales ecuatoriano. Debe renunciar antes de que su esnobismo eurocentrista genere estragos peores a los que ya ha ocasionado contra el proyecto educativo de la Revolución Ciudadana que confió en él para que hiciera todo lo contrario de lo que hace día a día. En la cúspide de los proyectos revolucionarios del Ecuador está la gran Revolución Educativa que tiene, en los trabajadores del Estado, un frente magnífico y es una injusticia enorme desperdiciar o descarrilar las oportunidades.

La administración de Prieto produjo ya ofensas y estragos contra trabajadores, estudiantes y académicos de respeto histórico en Ecuador. Hay documentación de todo tipo. Habitan delirios megalómanos que se esparcen, a los cuatro vientos, para borrarlos bipolarmente al día siguiente. Se trata de una conducta voluble que se expresa en antidemocracia, autoritarismo, mentiras y arrogancia… día a día. Deben reinstalarse los decanos expulsados. Basta de atropellos. En la vida, en el trabajo y en la militancia… es un error político enorme, traicionar a quienes te eligen y peor se pone todo cuando se traiciona a quienes se ha elegido.

En los delirios burgueses de su «rectorado» verticalista, Prieto sueña con acuerdos millonarios de «alto nivel» con, por ejemplo, Le Monde Diplomatique, New Left Review… En su lista están innumerables búnkeres reformistas ultramarinos, mientras desprecia la inteligencia, la obra y la lucha de los ecuatorianos que han desarrollado aporte académico de primer nivel. Prieto abunda en indiferencia, por ejemplo, para con la obra de la Revolución Ciudadana o el Plan Nacional para el «Buen Vivir» 2013-2017… parecen no ser paradigma que rija los objetivos del IAEN; los pueblos originarios no parecen merecerle interés alguno y las luchas revolucionarias, en los ámbitos más diversos, que se libran en Latinoamérica, no parecen tener relevancia para fijar los nuevos ejes del conocimiento socializado que Ecuador exige hoy. La integración continental simplemente no se ve en lo concreto. Su idea de Instituto es el de una oficina para el glamour mediático insustancial que no incluye a los estudiantes, ni los debates científicos, ni el efecto concreto en la realidad del servicio gubernamental ecuatoriano que reclama la mejora de su calidad.

Prieto se ha encargado de ensuciar con esnobismo, el nombre y la currícula de muchos profesionales hasta el extremo de ningunear, a tiempo completo, el pensamiento y el mandato del propio presidente Rafael Correa para que consolidara al Instituto como motor acelerador de la Revolución, y no lo contrario. Prieto enloqueció mirándose al espejo de su egolatría mientras acumula problemas que harán estallar en mil pedazos al IAEN y a no poca parte del prestigio internacional del Gobierno ecuatoriano. En sólo unos meses el desorden, la inconsistencia y la pobreza académica y el reformismo pergeñado por Prieto ya ha cobrado fama en confines muy diversos.

Prieto ha ninguneado, y encajonado, magníficos proyectos impulsados, entre otros, por buena parte de los académicos a los que a echado del instituto, con lujo de grosería y petulancia. Cuando de lo que se trata es de avivar las fuentes del saber más nutricio al servicio del pueblo ecuatoriano, cuando en el propio Ecuador florecen las tesis de gobierno y de enseñanza que el mundo valora como vanguardia de la inteligencia, cuando está todo dispuesto para una gran Revolución Educativa en manos de científicos serios y comprometidos, Prieto se infiltró con todo tipo de engaños y palabrería para descarrilar el proyecto educativo que la Revolución Ciudadana ha mandatado. Hay que abrir un debate de inmediato, convocar a todos los damnificados para que hablen libremente. Hay que llegar a la médula. Nadie dirá que nos quedamos callados ante esta nueva invasión al IAEN del peor reformismo que ha sido tan costoso al pueblo ecuatoriano.

Con algunos aliados se han convertido en pontífices de políticas muy peligrosas en materia de seguridad pública, administración del Estado y gestión de Gobierno, patinadas con verborrea muy jugosa para la derecha. Reina un reformismo que se hace pasar por acto de novedosa «izquierda» académico-mesiánica. Pero el proyecto educativo de la Revolución Ciudadana así no da ni un sólo paso adelante. Ya debería haber multiplicado el número de estudiantes. Si los responsables oficiales de evaluar al IAEN van al fondo, verán que este tipo de ideas ni es nuevo ni es socialista. Estarán muy a tiempo de ver que, lo que hoy se hace, retrasa la revolución en la formación de los trabajadores, siembra la máxima confusión y descontrol y se convierte en freno de las tareas más urgentes.

Armado con retórica ininteligible, Prieto y su reformismo constituyen una posición completamente retrógrada y reaccionaria. El proyecto actual del IAEN, tal como lo ha dejado su administración, es paupérrimo y dista mucho de responder a la aspiración Revolucionaria que distingue a Ecuador en el mundo. Es un modelo que ha sido deformándose, parchado y descarrilado respecto al proyecto inicial que aprobó su propio consejo universitario y cuyos miembros han sido echados a mansalva de sus cargos. Es preciso garantizar que el Instituto sea forjador de la Revolución Científica y deontológica que requiere Ecuador, que sea plataforma latinoamericana de pensamiento transformador, que sea carácter y crisol del temple de los pueblos originarios y sus saberes, imbricados en el salto cualitativo de una Revolución que no quiere más coloniajes aunque se disfracen de «progres«.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.