Alberto Acosta sigue en la brega. Ahora participa en la recomposición de la izquierda que llevó al poder a Rafael Correa. En la convocatoria de los movimientos sociales, el martes pasado, se vio una izquierda parecida a la que había antes de Correa. Llena de reivindicaciones y fórmulas años sesenta… Lo que hubo fue la […]
Alberto Acosta sigue en la brega. Ahora participa en la recomposición de la izquierda que llevó al poder a Rafael Correa.
En la convocatoria de los movimientos sociales, el martes pasado, se vio una izquierda parecida a la que había antes de Correa. Llena de reivindicaciones y fórmulas años sesenta…
Lo que hubo fue la convocatoria de los movimientos sociales para conformar un gran frente. Hay otro proceso político donde está la Coordinadora Plurinacional por la Unidad de las Izquierdas que trabaja por separado.
Pero se entiende que esas son las bases de la misma tendencia. Una izquierda pura y dura sin responsabilidades en la llegada de Correa al poder…
La izquierda es responsable del triunfo del presidente Correa. Es responsable de gran parte de las propuestas de este gobierno, sobre todo en la primera etapa. Pero ahora hay que retomar las banderas de lucha que han sido abandonadas e incluso traicionadas por la revolución ciudadana. Ese es el punto de partida.
¿Vuelven ustedes a la izquierda testimonial que recicla utopías y no dice nada a la sociedad contemporánea?
¿No viste el manifiesto de la Coordinadora Plurinacional que se está discutiendo?
Ahí no sacan lección alguna de su paso por el poder con Rafael Correa…
Al contrario, la primera lección que se saca es que no podemos embarcarnos en un proceso electoral con advenedizos. Con personas que no son del mismo proyecto, que no responden al proyecto y sin una organización sólida y orgánica.
Hemos aprendido que hay que generar espacios de diálogo y concertación. Estamos dialogando con quienes teníamos relaciones tirantes o acuerdos puntuales y coyunturales. Es interesante ver a los representantes de grupos, muchos de los cuales tenían enfrentamientos garrote en mano, que ahora dialogan.
¿Tienen claro que esa izquierda sola no es opción de gobierno?
Eso está claro. Pero cualquier alianza amplia tiene que darse sobre una propuesta programática muy clara y precisa. Y sobre estructuras orgánicas que nos permitan compartir luchas. Está previsto que hagamos un frente. Sin embargo ahora no es tiempo de discutir de eso.
¿De qué es, entonces, tiempo?
Del reagrupamiento. De volver a tejer nuestras relaciones, nuestras propuestas y nuestros sueños. No nos organizamos en función del gobierno sino en función de cambiar las estructuras del país. Ahí está el objetivo. El gobierno es un accidente en el camino: los Correa van y vienen en la historia de los pueblos.
Vamos a hacer una convención nacional en Guayaquil, creo, en septiembre, para formar la coordinadora y aprobar este manifiesto que se está trabajando. Hay procesos.
¿Pero están trabajando de espaldas al 2013?
No. Pero hay ciertos grupos sociales que tienen recelo de entrar a discutir el tema electoral. Hay conciencia, sin embargo, de que las fechas electorales deben ser asumidas con responsabilidad. Hay gente que está preguntando: ¿vamos a tener candidaturas? Por supuesto que habrá candidaturas y (tendremos que) organizar primarias.
¿El objetivo es tener una propuesta frente a Correa?
Me parece muy poco solamente tratar de cambiar de gobierno. Lo que hay que cambiar es de política y tener una propuesta de país.
¿En qué estriban los puntos de renovación de esa izquierda?
El más importante es la necesidad de superar el extractivismo como modelo de acumulación. No vamos a salir del petróleo de la noche a la mañana. Por eso decimos no a la minería metálica a gran escala a cielo abierto, porque no resuelve los problemas y nos mantiene en el pasado.
El punto de referencia para nuestras luchas es reconocer los avances logrados en la Constitución. Por eso configuramos Montecristi Vive. Por lo demás, hay que reinventar a las izquierdas en plural: ese es el gran reto.
¿En qué puntos están pensando basar el frente amplio con otras fuerzas políticas?
Los puntos son los de las equidades, los de las libertades, los de los derechos, generar procesos participativos, rescatar el diálogo como un medio y un fin de un proceso democrático. Esas son tareas fundamentales. Y las respuestas específicas a temas concretos. Por ejemplo, cómo vamos a enfrentar los problemas financieros y económicos internacionales, cuál es la propuesta para generar empleo…
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