Documental . Dirección de Manuel Palacios. Guión de Pite Piñas y Manuel Palacios. Fotografía de Eduardo Mangada. Música de Álvaro de Cárdenas.Rejas de la memoria, da voz a los prisioneros de cárceles y campos de concentración de la dictadura franquista. Intervienen más de cuarenta personas con sus relatos: protagonistas directos de la represión, historiadores, políticos […]
Documental . Dirección de Manuel Palacios. Guión de Pite Piñas y Manuel Palacios. Fotografía de Eduardo Mangada. Música de Álvaro de Cárdenas.
Rejas de la memoria, da voz a los prisioneros de cárceles y campos de concentración de la dictadura franquista. Intervienen más de cuarenta personas con sus relatos: protagonistas directos de la represión, historiadores, políticos y periodistas.
Aunque a algunos todavía, por omisión o ignorancia les resulte extraño, los muertos en la guerra contra la sublevación fascista en España, son más que todos los desaparecidos en los regimenes dictatoriales latinoamericanos. Hay una generación de nuestros abuelos, que sufrieron como los judíos (y muchos republicanos españoles) en la Alemania nazi. Sin embargo, en este país son más conocidas las barbaridades de Hitler, que las del franquismo: ocultación, omisión, ignorancia…
El documental trata principalmente de los campos de concentración franquistas, que llegaron a albergar a medio millón de republicanos, hombres, mujeres y niños. Campos que funcionaron como tales hasta el año 1962. La represión no acabo nunca y empalmo con la transición. Nos recuerda también los trabajos forzados a que fueron sometidos los presos: infraestructuras, obras hidráulicas, obras faraónicas, como el tristemente famoso «Valle». La sed, el hambre, la tortura y la muerte acompañaron siempre a todos estos luchadores de la libertad. Las imágenes, salvo las de las entrevistas, son antiguas, de la época, fielmente evocadoras del dolor y sufrimiento vivido.
Hay algo que me sigue sorprendiendo en algunos medios audiovisuales, escritos y sobre todo en ciertos libros, respecto a la cacareada «transición.»
Parece que hay que dar las gracias de que se renunciara a todos los ideales y derechos legítimos, para llegar a esta democracia (¿?). Creo que se sigue sin hablar claro, pero desde esta Web repetimos: Aquí se puso la Monarquía y el Monarca que quiso Franco, se reconvirtió a todo el movimiento fascista del Régimen en nuevos demócratas liberales, se ignoro a los asesinos y se olvido a los asesinados. Aquí se legalizo un estado golpista levantado en armas contra un gobierno democrático y legitimo, el de la II República. Repito me sorprende, la intervención en el documental de determinados personajes, que traicionaron cuarenta años de asesinatos y castigos, cuarenta años de lucha llena de dignidad y esperanza. Ahora que el tiempo se ha llevado a tantos luchadores, con su memoria histórica vivida y sufrida, aparece mucho «doctorado» en contar mentiras.
«Al padre de Ángel, que nos contó muchas tardes, como hicieron el Valle de los Caídos, entre lágrimas y risas, fiel a el mismo y a su lucha libertaria.»