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Sobre la venta de armas a Israel y Arabia Saudí

Relaciones impúdicas

Fuentes: Editorial Gara

Las relaciones internacionales son cada vez más impúdicas. El último ejemplo lo tenemos en la noticia relativa a la venta masiva de armas de última tecnología a Israel y a seis países suníes del Golfo Pérsico, especialmente a Arabia Saudí. Todos ellos, países con un historial de violaciones de los derechos humanos interminable. El vendedor, […]

Las relaciones internacionales son cada vez más impúdicas. El último ejemplo lo tenemos en la noticia relativa a la venta masiva de armas de última tecnología a Israel y a seis países suníes del Golfo Pérsico, especialmente a Arabia Saudí. Todos ellos, países con un historial de violaciones de los derechos humanos interminable. El vendedor, ya se lo habrán imaginado, es EEUU, o mejor dicho las todopoderosas empresas armamentísticas que sostienen, entre otros, a George Bush. Según una portavoz del Departamento de Defensa, Rebecca Goodrich Hinton, el presidente enviará esta semana al Congreso una iniciativa para aprobar la venta de bombas guiadas por satélite, aviones cazabombarderos y embarcaciones navales nuevas en diez años. El plan contempla, además, otros «fondos» no detallados. El objetivo es doble: por una parte, garantizar a Israel que mantendrá una «ventaja cualitativa» sobre los países árabes (es decir, reforzará su superioridad militar en la zona); y, por otra, enviar una señal diáfana a Irán (buscando disuadir su poder militar) y garantizar que la ocupación estadounidense de Irak sigue contando con el apoyo de estos gobiernos («The New York Times», por ejemplo, publicaba esta semana pasada que la mitad de los 60 a 80 combatientes que se infiltran mensualmente en Irak lo hacen a través de la frontera con Arabia Saudí). Bush ha superado las reticencias israelíes al rearme de estos países del Golfo ofreciendo más (y mejores) armas que nunca al Ejecutivo de Tel Aviv.

Pero, lógicamente, esas señales tienen, además, otros receptores. Mensaje para navegantes, que se llama. Y muy claro. Washington (y las empresas privadas armamentísticas) sigue recordando a los palestinos, y a los árabes en general, que su «tutelaje» sobre la zona siempre beneficiará a Israel y que cualquier posibilidad de acuerdo pasará por mantener un Estado israelí mucho más fuerte que el resto de países de la zona. ¿Se imaginan si todo ese dinero se invirtiera mejor? ¿Qué pasa, por ejemplo, con esos ocho millones de iraquíes que necesitan ayuda humanitaria de emergencia según el enésimo y devastador informe sobre Irak? En estos temas, la UE sigue desaparecida, y tampoco un cambio de gobierno en Washington será garantía de nada.