Repudien la censura y envien carta a a : [email protected] [email protected] [email protected] [email protected] Señor Ministro de Educación de Chile Martín Zilic: Respetable Señor Ministro: Consternados y con enorme preocupación, hemos tomado conocimiento que el poemario ‘Cordero de Luz’, publicado recientemente por el internacionalmente reconocido poeta chileno Mauricio Otero, ha sido censurado por el Departamento Administrativo […]
Repudien la censura y envien carta a a :
[email protected] [email protected] [email protected] [email protected]
Señor Ministro de Educación de Chile
Martín Zilic:
Respetable Señor Ministro:
Consternados y con enorme preocupación, hemos tomado conocimiento que el poemario ‘Cordero de Luz’, publicado recientemente por el internacionalmente reconocido poeta chileno Mauricio Otero, ha sido censurado por el Departamento Administrativo de Educación Municipal, DAEM, de la Municipalidad de Osorno, cuya jefatura se encuentra en manos del funcionario Mario Montesinos Henríquez, bajo la supervisión de su Ministerio.
Las fundamentaciones que le esgrimieran fueron que «Los poemas son algo complejos para ser comprendidos por jóvenes que están en periodo de formación, tanto literaria como valórica. Varias imágenes desmitificadoras requieren, para ser comprendidas cabalmente, ser leídas por personas con criterio formado.»
Nosotros, artistas, intelectuales y ciudadanos del mundo, demócratas, pensamos que es suficientemente decidor cuando se recurre a planteamientos tales como «una formación valórica» y «un criterio formado». En los momentos que vive Chile, donde sus estudiantes han demostrado al orbe entero una capacidad intelectual y recursos oratorios y de personalidad, nos parece muy dudoso que ellos estén en preparación valórica y que no tengan un criterio formado, lo que habla a las claras de los prejuicios y el descriterio con que la obra del poeta Otero ha sido sancionada. La expresión libre, para que cada quien saque sus conclusiones es indispensable en la formación del criterio, informado, reflexivo e inteligente.
Justamente de lo que se trata es de combatir el fascismo del que tanto hablamos; si nos dejamos amedrentar mientras éste avanza inexorablemente, siendo un deber salirle al paso y rápido, a sentencias como las de Goebbels: «Cuando me hablan de cultura saco mi revólver».
Señalaron al vate Mauricio Otero que las páginas cuestionadas de su libro eran la 44 y 23 en adelante, lo que viene a evidenciar aun más, que el mundo vive entre motejaciones de corte dudosamente moralistas, al vetar obras como el «Código Da Vinci» o «Los Versos Satánicos», y pensamos que en pro de una sana meditación, el gobierno chileno debiera allanar los caminos para la abierta circulación y la oportunidad de que los poetas vivan de su trabajo creativo, más en tanto a las luces de la ciencia y la filosofía, si se quisiera analizar la obra «Cordero de Luz», daríamos con la sentencia de que un propio padre de la Iglesia, San Agustín de Hipona, valida los versos del poeta Mauricio Otero.
El personaje que se ha permitido estos juicios oficiales apuntalado en una «moral» personal de dudoso contenido, debiera ser cuestionado por el propio Ministerio si esta repartición del Estado de Derecho recapacitara en la ideología que le da forma a las actividades que se considera «pedagógicas» y que consisten en qué es «inmoral»: ¿publicar un libro de poesía o marchar militarmente con bandas de guerra?
Un país, cuna de grandes poetas no puede permitir que la expresión cultural más alta del ser humano sea juzgada por pacatos. Toda censura nace del temor y de la envidia. La poesía subsistirá por sí misma porque es la última palabra a la que el ser humano puede recurrir.
En una circunstancia así valdría citar a Emile Zola en ‘J’acuse’ : ¡Ah! se han agitado allí la demencia y la estupidez, maquinaciones locas, prácticas de baja policía, costumbres inquisitoriales; el placer de algunos tiranos que pisotean la nación, ahogando en su garganta el grito de verdad y de justicia bajo el pretexto, falso y sacrílego, de razón de estado…Es un crimen extraviar la opinión con tareas mortíferas que la pervierten y la conducen al delirio. Es un crimen envenenar a los pequeños y a los humildes, exasperando las pasiones de reacción y de intolerancia… Es un crimen explotar el patriotismo para trabajos de odio; y es un crimen, en fin, hacer del sable un dios moderno, mientras toda la ciencia humana emplea sus trabajos en una obra de verdad y de justicia.»
Señor Ministro, la censura a ‘Cordero de Luz’ resulta siendo a la claridad de la Historia, un honor para el poeta. No permita que esa potencia literaria que siempre ha sido Chile, sea arrastrada hacia los oscuros calabozos de la intolerancia en manos de fanáticos que no tienen autoridad alguna sobre la creatividad de nuestra especie. Todavía está a tiempo: Sugerimos que Usted ordene se revoque dicha prohibición y se ofrezcan disculpas públicas al poeta.
Muy atentamente
Pedro Flecha Escritor peruano Cusco, Perú