Recomiendo:
1

Resistencia cultural frente a la censura en Pamplona

Fuentes: Rebelión

El Congreso de la Unión de las Asociaciones Ucranianas en España, que se celebra este fin de semana en Pamplona, está lejos de representar el espacio de convivencia y respeto que nos quieren hacer creer. Por el contrario, involucra a grupos que atentaron directamente contra la libertad cultural en nuestra ciudad. Como director del Ciclo de Cine Ruso de Pamplona, un espacio que durante más de nueve años ha promovido el arte y la reflexión, sufrí amenazas personales y los espectadores fueron objeto de coacciones a la entrada de una sesión. Además, el centro cultural donde se realiza fue atacado con pintadas a favor de batallones nazis, un claro gesto de intimidación para silenciar esta muestra cultural.

Es inquietante cómo la manipulación histórica y la censura se han vuelto herramientas comunes para reescribir el pasado. Ahora se glorifica a colaboracionistas nazis como héroes nacionales, se destruyen monumentos dedicados a quienes liberaron Europa del nazismo y se prohíben obras literarias y cinematográficas que denuncian los horrores de aquel régimen. Esta reescritura histórica no solo resulta peligrosa, sino que es un insulto a la memoria de quienes lucharon y sufrieron para erradicar esta aberración. No debemos olvidar que el nazismo no es una opinión ni una postura política más, es una lacra que debe ser combatida.

En este contexto, las declaraciones recientes de María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, ponen en evidencia la hipocresía de los países de la OTAN. “El único paso que les queda es reconocer que fomentan abiertamente el terrorismo en el mundo”, ha expresado, subrayando cómo Ucrania ha sido utilizada como plataforma para una agresión híbrida contra Rusia. Mientras tanto, los ciudadanos europeos seguimos financiando, con nuestros impuestos, las armas que sostienen un régimen que ensalza a grupos extremistas. 

Y mientras nos piden más sacrificios, quienes dirigen nuestras democracias ignoran que esta política está condenada al fracaso. La rueda de prensa anual del presidente Vladímir Putin dejó algo muy claro: Rusia no busca la confrontación, sino la defensa de su soberanía. “Estamos listos para negociaciones y soluciones de compromiso”, afirmó. Sin embargo, las potencias occidentales bloquean cualquier vía de diálogo, permitiendo que los crímenes del régimen de Kiev sigan sin castigo.

De esta forma, el Ciclo de Cine Ruso de Pamplona supone un acto de resistencia cultural. Este mes, para conmemorar el fin del asedio de Leningrado, proyectaremos una obra de una valentía extraordinaria que rinde homenaje a las víctimas de aquel brutal cerco. La obra elegida, que retrata la supervivencia durante el asedio, es mucho más que una muestra de calidad cinematográfica: es un recordatorio de lo que significó combatir al nazismo y de por qué la memoria sigue siendo esencial. El evento será uno de los primeros este año en España para conmemorar la victoria en la Segunda Guerra Mundial. 

Sin embargo, mientras nos esforzamos por preservar la memoria de la lucha contra el nazismo, los organizadores del Congreso de la Unión de las Asociaciones Ucranianas han estado recorriendo, estas semanas, instituciones y partidos políticos con una narrativa que, en el fondo, pretende justificar la masacre de civiles y la defensa de ideas xenófobas.

Miguel Suárez del Cerro, Director del Ciclo de Cine Ruso de Pamplona 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.