El ayuntamiento de Jerusalén rechazó el ofrecimiento de una réplica de El Pensador, la célebre escultura de Auguste Rodin, porque está desnudo, lo cual es visto como una afrenta por la comunidad ortodoxa. «No podemos permitir una escultura así en una ciudad como Jerusalén», explicó el vice-alcalde Eli Simhayof, del Partido integrista Shas, informó la […]
El ayuntamiento de Jerusalén rechazó el ofrecimiento de una réplica de El Pensador, la célebre escultura de Auguste Rodin, porque está desnudo, lo cual es visto como una afrenta por la comunidad ortodoxa. «No podemos permitir una escultura así en una ciudad como Jerusalén», explicó el vice-alcalde Eli Simhayof, del Partido integrista Shas, informó la prensa local. «Si al menos tuviese puesto un bañador puede que hubiera pasado, pero está completamente desnudo», comentó a los periodistas. La réplica de la escultura de Rodin, considerada por algunos expertos como la más importante de sus obras, había sido ofrecida al municipio jerosolimitano por el Museo que lleva su nombre en París. No es la primera vez que esto ocurre porque en 1995 fue rechazada una réplica de la famosa estatua de David, de Miguel Ángel, donada por la ciudad de Florencia.
Es sorprendente constatar que en pleno siglo XXI continúen las muestras de mojigatería, pudibundez y remilgos pequeño- burgueses. En los Estados Unidos de Bush el fascismo local se ha hecho sentir pesadamente. La cantante Janet Jackson osó recientemente mostrar un pecho durante una función pública y ello desató una ola de protestas de los santurrones hipócritas, como si nunca hubiesen lactado en su infancia. Las ligas de la decencia, las asociaciones de moralidad, han elevado protestas y poco menos que se ha emprendido una cruzada contra la artista negra. La firma de lencería Victoria´s Secret ha visto prohibido su desfile de ropa íntima en las grandes cadenas de televisión y la CBS le canceló la difusión de sus anuncios televisados. Serios problemas han sufrido los anuncios con sugerencias eróticas de la ropa interior de Kelvin Klein.
Al popular locutor de radio Howard Stern, quien se ha caracterizado por su oposición a Bush, le han prohibido su programa y le han multado con medio millón de dólares por haber usado algunas palabras de uso común, supuestas groserías. Stern ha denunciado que una nueva cacería de brujas, similar a la emprendida en la era del macartismo, se cierne sobre Estados Unidos, alentada por los neofascistas y halcones del clan petrolero que ocupó la Casa Blanca.
Los más grandes ejemplos del arte clásico han consistido en desnudos. Las carnosas y opulentas mujeres de Rubens, las sensuales damas de Boucher sorprendidas en la intimidad de su tocador, las esbeltas adolescentes de Lucas Cranach expuestas con el más absoluto impudor pero tocadas con exuberantes sombreros, las mórbidas tahitianas de Gauguin, el erotismo en los vasos griegos, las desfachatadas prostitutas de Toulouse-Lautrec, las doncellas primaverales de Boticelli… en todas esas obras maestras el desnudo humano ha servido para expresar el predominio de la forma y la vigencia del carácter.
Sin embargo, pese al alcalde de Jerusalén constatamos que el desnudo humano está recuperando espacios que perdió con el pudor inherente al cristianismo. Advertimos con mayor reiteración que las protestas políticas contra el neoliberalismo son realizadas por disidentes desvestidos que mostrando glúteos, genitales y pechos demuestran su desaprobación del mal gobierno y las estafas bancarias. La anatomía se está convirtiendo en un estandarte oposicionista que cobra un protagonismo creciente en las luchas políticas.
En Roma los baños públicos eran compartidos por hombres y mujeres en estado adánico sin que ningún impedimento de pudor obstaculizara este intercambio. Hasta el siglo VI Cristo aparecía desnudo en todos los crucifijos. Hasta el siglo VIII se bautizaba a hombres y mujeres completamente desvestidos en la pila del sacramento. En las costumbres paganas el cuerpo femenino era sinónimo de fecundidad de la tierra, de cosechas abundantes y quien lo mancillara en las ceremonias de invocación a la fertilidad atentaba contra el proceso de la vida y la riqueza de la tribu. La adoración pagana del cuerpo dio lugar al signo opuesto al desarrollarse la Cristiandad. El cuerpo pasó a ser el escenario de un combate entre el bien y el mal, por tanto se le respetaba y se le temía, por tanto se le ocultaba. La Contrarreforma obligó a tapar con ridículos paños el sexo de las figuras de La Creación de Miguel Ángel en el techo de la Capilla Sixtina y a cubrir las partes pudendas de la estatuaria romana con hojas de parra.
Es evidente que el tiempo de Savonarola y Torquemada está regresando a Estados Unidos y, debido a su influencia, a cierta parte del mundo. El imperio de Bush, en su cerrazón mental y su apego al inmovilismo reaccionario, está forzando la congelación de una sociedad que se caracterizó en otros tiempos por su ágil dinamismo. Las cacerías de herejes, los silicios y sambenitos, los capirotes inculpadores y los acosos de heterodoxos están tratando de imponerse de nuevo.