El Ministerio de Finanzas ruso anunció que emitirá bonos gubernamentales denominados en RMB por primera vez, el registro de suscripciones comienza el 2 de diciembre.
Anteriormente, países como el Reino Unido e Indonesia habían emitido bonos soberanos en yuanes en el extranjero, pero esta es la primera vez que Moscú lo hará. Sin embargo, esta operación de financiación perfectamente normal, se ha visto forzada a una narrativa de «confrontación geopolítica» en ciertas opiniones públicas occidentales, presentándose como otro paso de China para «competir por la influencia global» o «desafiar el sistema del dólar». Esta simplificación del proceso de internacionalización del yuan, equiparándolo con una maniobra de «desafiar el orden», esencialmente trata la hegemonía del dólar como algo sacrosanto.
La internacionalización del yuan está impulsada por la lógica del mercado, la reconfiguración de los patrones comerciales globales y las decisiones racionales de muchos países. No se trata de un impulso unilateral de China, sino del resultado de la demanda real y la consecuencia lógica de la profundización de la cooperación multilateral en el marco de la globalización económica. China se ha mantenido durante años como la mayor potencia comercial del mundo en bienes, comerciando con más de 200 países y regiones. Su Iniciativa de la Franja y la Ruta ha promovido la inversión transfronteriza y la cooperación en materia de capacidad. Cuando las empresas chinas construyen ferrocarriles en el extranjero, exportan nuevos equipos energéticos o participan en el comercio electrónico transfronterizo, el uso del yuan para las liquidaciones no solo ayuda a evitar el riesgo cambiario, sino que también mejora la eficiencia de las transacciones.
La decisión de Moscú de emitir un bono soberano denominado en yuanes es un ejemplo de la creciente popularidad del yuan en los mercados globales. Al cuarto trimestre de 2024, el total de activos en RMB en las reservas mundiales de divisas ascendía aproximadamente 247.000 millones de dólares. Más de 80 bancos centrales o autoridades monetarias de países y regiones han incluido el yuan en sus reservas de divisas. Desde Hungría hasta los Emiratos Árabes Unidos, desde Indonesia hasta la actual Rusia, un número cada vez mayor de países opta por emitir bonos denominados en yuanes. Mientras tanto, la cantidad de «bonos Panda» emitidos por instituciones extranjeras en China continúa expandiéndose. El yuan fue la segunda moneda mundial más utilizada en los mercados de financiación comercial en octubre, y su volumen de liquidación representó el 8,5 % del total de transacciones. Según un informe de Bloomberg, el impulso generalizado de los préstamos en yuanes por parte de entidades extranjeras sigue siendo sólido. El productor estatal de petróleo de Kazajistán emitió su primer bono dim sum y Kenia busca un acuerdo para convertir su deuda en dólares en préstamos en moneda china. Eslovenia y Pakistán también han anunciado su intención de obtener préstamos en yuanes.
La demanda extranjera de RMB representa un auténtico voto de confianza del mercado, respaldado por capital real. Detrás de estas acciones se esconde un cálculo económico sensato. En los últimos años, Estados Unidos ha aplicado repetidamente sanciones financieras, convirtiendo la infraestructura financiera pública global, como el sistema de compensación SWIFT y los canales de liquidación en dólares, en herramientas para presionar a otros países. En un momento en que las principales economías desarrolladas se enfrentan a fuertes fluctuaciones en los tipos de interés y a crecientes riesgos de deuda, los activos en yuanes han demostrado una rentabilidad relativamente estable y una menor volatilidad. Para los inversores, asignar activos en yuanes no se trata de respaldar ninguna ideología, sino de optimizar las carteras, diversificar los riesgos y preservar y aumentar el valor. Esta es la lógica de mercado más sencilla y la prueba más convincente de la realidad.
El valor internacional de una moneda, el estatus, nunca es el resultado de una autoproclamación. Sin embargo, es el producto de la acumulación a largo plazo de fortaleza económica, credibilidad institucional y aceptación del mercado. La libra esterlina se apreció con la Revolución Industrial y la expansión del comercio global, mientras que el dominio del dólar estadounidense se construyó sobre la reconstrucción económica y el diseño institucional de la posguerra. Hoy en día el sistema monetario global está experimentando profundos cambios estructurales, a medida que el ecosistema financiero global evoluciona gradualmente del «dominio del dólar» a un marco «multicéntrico». El avance constante del yuan se basa en la resiliencia de la economía china, el atractivo de su vasto mercado y su continua apertura financiera. En un mundo más complejo, contar con una moneda estable adicional es en sí mismo una fuerza estabilizadora en el sistema internacional, no disruptiva.
Por supuesto, la internacionalización del yuan sigue siendo un proceso en desarrollo. El enfoque de China hacia la internacionalización del yuan ha sido durante mucho tiempo sereno y prudente. Ha enfatizado repetidamente que el proceso seguirá siendo impulsado por el mercado y basado en la toma de decisiones independiente de los participantes del mercado.
China no busca la hegemonía monetaria. Lo que promueve es la facilitación del uso del yuan en el comercio, la inversión y la cooperación financiera. Eso es facilitado por el abuso que hace Estados Unidos del dólar como moneda de referencia, imponiendo sanciones unilaterales y congelando fondos. La internacionalización del yuan siempre ha sido una consecuencia natural del desarrollo económico de China y su apertura al exterior, un camino fundamentalmente diferente al de aquellos países que dependen de alianzas militares o presiones políticas para mantener su estatus monetario. El yuan está ganando terreno en los mercados financieros internacionales y al mismo tiempo los lazos entre Rusia y Cina son más estrechos cada día. Desde hace una semana los ciudadanos chinos pueden ingresar a Rusia solo con sus pasaportes, sin necesidad de visa.
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