El politólogo Iñigo Errejón expuso en el Centro Cultural de la Cooperación sobre la crisis que atraviesa Europa de la mano del neoliberalismo y las posibilidades que se abren para movimientos políticos alternativos. «No habría Podemos sin el acompañamiento y el estudio de las experiencias de cambio político en América latina. Cuando decimos eso en […]
El politólogo Iñigo Errejón expuso en el Centro Cultural de la Cooperación sobre la crisis que atraviesa Europa de la mano del neoliberalismo y las posibilidades que se abren para movimientos políticos alternativos.
«No habría Podemos sin el acompañamiento y el estudio de las experiencias de cambio político en América latina. Cuando decimos eso en Europa nos responden: ‘eso significa que ustedes quieren copiar esos modelos’. No, en absoluto. No entienden nada. No hace falta copiarlos porque muchas de esas transformaciones, que han exigido verdaderos hechos de heroicidad colectiva, nosotros ya las tenemos conquistadas, como los sistemas de seguridad social e infraestructura. La pelea que estamos dando es para no tener que enfrentar un escenario como el que tuvieron que enfrentar los gobiernos populares latinoamericanos después de dos décadas de descomposición social e institucional», aseguró ayer Iñigo Errejón, secretario de Política de Podemos, el partido de izquierda que ha puesto en jaque al régimen bipartidista que gobierna España desde hace más de tres décadas. De visita en Buenos Aires, Errejón expuso en el Centro Cultural de la Cooperación (CCC) sobre la crisis que atraviesa Europa de la mano del neoliberalismo y las posibilidades que se abren para movimientos políticos alternativos.
Podemos es un partido político español fundado en enero de 2014, que cuatro meses después de su creación sorprendió al quedar cuarto en las elecciones al Parlamento Europeo con el 8 por ciento. Desde entonces, no ha parado de crecer y en las últimas encuestas figura como la primera fuerza en intención de voto, por delante del Partido Popular y del PSOE. Este nuevo espacio es encabezado por el profesor universitario Pablo Iglesias y Errejón es su virtual número dos. Es tanta la expectativa que ha despertado Podemos, que este politólogo de apenas 31 años, jefe de campaña en las elecciones del año pasado, fue el encargado de cerrar ayer en el CCC el panel Diálogos y construcciones desde el Sur, que compartió con René Ramírez, secretario de Ciencia y Tecnología de Ecuador; Alfredo Serrano Mancilla, director del Centro Latinoamericano de Geopolítica, y Juan Carlos Junio, director del CCC. Además, el sábado participará del Foro Internacional por la Emancipación y la Igualdad que se realiza en el Teatro Cervantes, donde compartirá un panel junto al ministro de Economía, Axel Kicillof, y la dirigente chilena Camila Vallejos.
Errejón afirmó que las crecientes chances electorales de Podemos son una consecuencia de la fenomenal crisis económica y política que atraviesa España. «Sólo en momentos políticamente excepcionales la gente como nosotros está en condiciones de desafiar a los poderosos», aseguró. Luego fue más allá en la caracterización de la coyuntura que enfrentan: «Estamos ante una crisis orgánica del régimen político nacido en 1978. No ante una crisis de Estado. Nunca vamos a ver a un presidente salir de La Moncloa en helicóptero. No sucedió ni siquiera en Grecia, donde los niveles de conflictividad social y política han sido los más altos desde la década del ’70. Lo que vivimos es el colapso de las instituciones para proveer certezas y satisfacer una buena parte de los reclamos. En España mi generación es la primera que sabe positivamente que va a vivir peor de lo que vivieron sus padres. Se ha quebrado la idea de progreso y desarrollo lineal. Eso tiene un efecto devastador sobre la adhesión de los sectores medios al orden», agregó.
También se refirió a las reacciones que genera en el establishment el crecimiento de su partido. «El diario El País, al informar sobre la primera encuesta que daba a Podemos como la fuerza principal, tituló ‘La ira ciudadana aúpa a Podemos a la primera posición’. Es una visión típicamente liberal conservadora de que hay un voto racional y otro voto infantil de gente que se ha enfadado y está dispuesta a votar incluso a gente como nosotros. Hay un intento de taparse los ojos y de pensar que el problema puede terminar. Es decir, creen que si son capaces de aguantar este año y contener puede haber un cierto efecto de recuperación económica y que la resignación y el miedo hagan el resto», sostuvo.
No obstante, reconoció que la llegada de Syriza al poder en Grecia incrementa las posibilidades de Podemos. «Ha bastado que un gobierno con extremas dificultades en un país extraordinariamente débil de la Unión Europea, como es Grecia, que tiene el 2 por ciento del producto de esa región y que es muy fácilmente chantajeable, como lo ha sido antes, vaya a Bruselas a negociar y no a recibir deberes para que hayamos visto movimientos en Europa. Hemos visto a Juncker distanciarse de Angela Merkel y decir que una parte de la política de austeridad ha fallado, hemos visto a Renzi y Hollande utilizando a un gobierno griego patriota y decente como poli malo para jugar de poli bueno y decir ‘yo no soy tan radical como los griegos, pero algunas cosas no están funcionando’. Esto significa que los equilibrios que parecían solidificados se han movido», dijo. A su vez, reveló que la mayor resistencia que enfrenta Syriza no es de las potencias europeas: «Los compañeros griegos nos dicen que los gobiernos más crueles en las negociaciones en el Eurogrupo son los de España y Portugal, convertidos en cipayos que, en lugar de pensar en los intereses de sus pueblos, piensan en sus intereses electorales. Lo que pasa es que si Grecia demuestra que es posible hacer otra cosa se les acaba la coartada. Ese es un ejemplo que aterra a los malos gobernantes que en el sur de Europa han usado a Bruselas como una excusa para todo, protagonizando el mayor avance de la desigualdad y la concentración de la renta».
Errejón aprovechó también para responderles a quienes acusan a Podemos de atentar contra la integración regional que expresa la Unión Europea. «Cuando nosotros criticamos la política de austeridad y chantaje impuestas por la troika (NdR: FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea), autoridades no elegidas por nadie, nos dicen que somos euroescépticos o antieuropeístas y les decimos que somos profundamente europeístas, pero que el proyecto de integración europea ha sido secuestrado por las elites financieras, acabando con aquello de lo que los europeos podían sentirse seguros, de haber construido el espacio, cargándole ciertamente los costos al sur del planeta, de mayor garantía, protección social y defensa de los derechos humanos que existió durante mucho tiempo. Ese pacto que caracterizó a la Europa de posguerra ha sido roto y no han sido las mayorías sociales europeas las que lo han roto, lo ha roto un avance del capital financiero y los sectores oligárquicos», concluyó.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-268040-2015-03-13.html