¡Que no nos quede duda, alcanzamos las firmas! Es evidente que los ecuatorianos y ecuatorianas queremos consulta popular para mantener el crudo en el subsuelo del Yasuní/ITT. Presentamos 757.623 firmas en 107.088 formularios; cada una representa el sueño de una persona y en muchos casos de una familia entera. Entregamos 1.275 copias de cédulas de […]
¡Que no nos quede duda, alcanzamos las firmas! Es evidente que los ecuatorianos y ecuatorianas queremos consulta popular para mantener el crudo en el subsuelo del Yasuní/ITT.
Presentamos 757.623 firmas en 107.088 formularios; cada una representa el sueño de una persona y en muchos casos de una familia entera. Entregamos 1.275 copias de cédulas de identidad; cada una nos habla del esfuerzo de un joven, de una mujer, de un ecuatoriano/na, que no sólo firmó por la vida, sino que también recogió firmas por ésta.
No obstante, algunos hechos ocurridos dentro del Consejo Nacional Electoral pone en duda el principio de fe y rigurosidad con que el CNE está verificando el sueño de 757.623 ecuatorianos; sin contar con aquellos que no pudieron firmar.
Manipularon, sin autorización de un notario u observancia de Yasunidos, la caja que contenía las cédulas de los responsables de los formularios; cada una de estas cédulas permite la aceptación de cientos y miles de firmas. Inmediatamente Yasunidos denunció que habían desaparecido no 10, sino 192 cédulas de recolectores. Posteriormente, algunas de las cédulas reaparecieron pero con una codificación distinta a la original, en ese momento sellaron la caja con la presencia repentina de la notaria. Entre las copias de cédulas entregadas por Yasunidos no habían repetidas, las carpetas fueron foliadas y verificadas con el personal del CNE, pero después de la apertura de la caja aparecieron varias cédulas repetidas cubriendo el número de las faltantes, por lo que esta cantidad puede corresponder al acta, más no a lo originalmente entregada.
Esta fue la razón por la cual integrantes del colectivo se opusieron a que empiece un proceso sin garantías y con semejantes irregularidades. Sin embargo, al día siguiente se trasladaron las firmas a un recinto militar sin la autorización del colectivo y sin responder por qué habían roto la cadena de custodia sin la presencia de los proponentes o de un notario.
Todo esto pone en duda las garantías con las cuales serán revisadas las firmas recogidas legítimamente con un principio de buena fe que el CNE ha roto.
Pero no pueden eliminar ninguna firma, peor formularios enteros, sin la presencia de Yasunidos.
Insistiremos con la participación del colectivo; hemos pedido la presencia de una veeduría nacional e internacional para acompañar un proceso de verificación que empezó mal pero que debe enderezarse.
Somos receptores de la voluntad de más de 757.000 personas y no les vamos a fallar, vamos a defender cada una de las firmas con todo lo que esté a nuestro alcance.
¿Qué podemos hacer los firmantes?
• Solicitar en cualquier juzgado que se proteja tu firma.
• Ser parte de la campaña «Defiende tu Firma», enviando mails, tuits, escribiendo mensajes, pancartas, participando en las zapateadas, foros, etc.
• Difundir este comunicado por todos los medios posibles.
• Pero sobre todo no perdamos de vista el horizonte: mantener vivo el Yasuní.