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¿Soberanía?

Fuentes: Rebelión

Viendo el panorama internacional actual me ha surgido la inquietud por analizar el concepto de Soberanía y según me voy adentrando en él, menos lo comprendo. Soberano o soberana es, según nuestro diccionario de la Real Academia el que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente. Uno, como ya hace tiempo que peina canas, […]

Viendo el panorama internacional actual me ha surgido la inquietud por analizar el concepto de Soberanía y según me voy adentrando en él, menos lo comprendo. Soberano o soberana es, según nuestro diccionario de la Real Academia el que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente. Uno, como ya hace tiempo que peina canas, no se conforma con eso y tira de Encarta, y, allí, la todopoderosa Microsoft nos explica que: un Estado soberano es igual a los demás: puede gobernar su propio territorio, declarar la guerra, o regular su estructura política, por ejemplo. El Derecho internacional contemporáneo y los tratados que vinculan a las naciones han modificado, sin embargo, la libre soberanía absoluta concebida hace cuatro siglos. En la actualidad, la Organización de las Naciones Unidas es el principal organismo legal que ejerce un control sobre la soberanía de forma relativa y de modo consensuado. Y tras leerlo dos veces para poder así interiorizarlo debidamente, casi por un movimiento reflejo de mis cuerdas vocales y mi cerebro, emerge de mi garganta un sonoro ¡¡JA!! Al cual no se siguen otros porque el asunto no tiene ninguna gracia. Eso de que cada Estado puede gobernar su propio territorio como le venga en gana, que se lo pregunten a Zapatero que quiere sortear la crisis sin excesivos costes sociales y se encuentra que «Los Mercados» se lo ponen difícil no admitiéndole a la pícola España un déficit similar al de la big -pero cada vez menos poderosa- USA. Pero? ¿quiénes son los mercados y quiénes los que los manejan, para privar a los parados españoles de la ayuda de un Estado social que los proteja cuando están cesantes? ¿Acaso no hubo, en cuanto estalló la crisis financiera, un amplio consenso internacional en regular sus actividades para evitar nuevas especulaciones? ¿Por un casual no se les dio el dinero de los contribuyentes -a manos llenas- para que no quebrase todo el Sistema Económico? Y ahora resulta que nos salen con estas nuevas especulaciones a la baja para lucrarse con nuestras dificultades. ¡Buenos soberanos estamos hechos!

Eso de que la ONU ejerce control sobre la soberanía de forma relativa es lo único cierto pues es tan ?relativa? que daría risa sino fuera por la pena que da. Lo del modo consensuado si que es una filfa pues con que uno solo de los cinco Estados vetantes (USA, URSS, China, GB y Francia) lo vete, se va el consenso a hacer gárgaras. Mientras la ONU no sea un verdadero Gobierno Mundial en el que un sistema de mayorías ponderadas en función de población y nº de países ejerza los vetos de forma que el verdadero consenso brille con luz propia, por mucho que unos cuantos países se autotilden de demócratas y defensores de la libertad, seguiremos, los Estados, siendo títeres en manos de los grandes financieros.

¿Acaso los pequeños Estados de África puede negarse a suscribir los contratos de adhesión que les presentan las nuevas potencias coloniales para explotar sus cuantiosos recursos naturales? ¿No son dichos contratos una especie de hipotecas como las que sujetan a la cadena de montaje a los obreros occidentales? ¿Dónde está la soberanía de los Estados y sus gentes, dónde la tan ponderada libertad? Ni siquiera la otrora todopoderosa USA puede prescindir de la opinión de su prestamista principal la gran China capitalista.

Ya sólo nos queda rezar para que los dioses convenzan a Los Mandamases de la tierra, esos que manejan los Mercados, para que la «nueva vuelta de tuerca» que están empezando a aplicar no nos coja las partes más sensibles y podamos seguir reproduciéndonos a mayor gloria de Dios para dar esclavitos al Sistema. AMEN

Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.