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Sobre la Intervención Humanitaria (II)

Fuentes: Rebelión

  A propósito del reciente aniversario de la masacre de Srebrenica en Bosnia & Herzegovina, la revista Newsweek ha publicado un horroroso artículo titulado «Desde Srebrenica hasta Bagdad». [1] En dicho artículo no sólo han rebajado a sus lectores a la categoría de idiotas, sino que también mienten y de manera descarada. El argumento central […]

 

A propósito del reciente aniversario de la masacre de Srebrenica en Bosnia & Herzegovina, la revista Newsweek ha publicado un horroroso artículo titulado «Desde Srebrenica hasta Bagdad». [1] En dicho artículo no sólo han rebajado a sus lectores a la categoría de idiotas, sino que también mienten y de manera descarada.

El argumento central de Desde Srebrenica hasta Bagdad es que las fallas del sistema multilateral y la ONU obligaron a los Estados Unidos intervenir «en solitario» en las subsiguientes crisis desatadas después de la guerra en los Balcanes. «Habiendo probado ser impotente en la crisis en los Balcanes y ahora de nuevo en la crisis en Iraq, las Naciones Unidas volverá a hundirse en su irrelevancia», escribe el autor del artículo, citando a Charles Krauthammer, un neoconservador que ha llegado incluso a declararse en favor de la tortura. [2]

Es cierto que Srebrenica fue una enorme falla para la comunidad internacional, si es que dicha entidad existe, pero no es menos cierto que la culpa de la falla de UNPROFOR (Fuerza de Protección de las Naciones Unidas, por sus siglas en inglés) fue de la OTAN (Organización del tratado Atlántico Norte), que se negó en todo momento a compartir sus reportes de inteligencia con la ONU. Para nadie es un secreto que las divergencias entre el mando de la ONU y la OTAN sobre si se debía bombardear o no, terminaron por sellar el destino del pueblo; el problema siempre estuvo alrededor de las mal equipadas, y muy reducidas, tropas holandesas (unos 400 soldados), que estarían en riesgo de sufrir bajas si se decidía bombardear (algo al parecer bastante común en las recientes guerras), sin contar con la posibilidad de enormes bajas civiles. Al parecer los comandantes de la ONU no tenían conocimiento de las verdaderas intenciones de los serbobosnios, algo que parece bastante razonable debido a sus pobres recursos en el campo; para el momento que el comandante de las fuerzas holandesas en Srebrenica pidió el bombardeo, ya era muy tarde. Otro aspecto es ¿qué hubieran podido defender 400 soldados armados con fusiles y algunos transportes blindados? Sin artillería, sin tanques, sin inteligencia y sin números para defenderse de un muy bien equipado ejército serbio.

¿Por qué si se quería evitar una confrontación mayor no se envió un contingente más grande y mejor equipado a Bosnia? Los estadounidenses, quiénes clamaban a gritos por los bombardeos desde Washington, se limitaron a decir que no estaba entre los intereses vitales de Estados Unidos enviar un contingente de tropas a la región. Más aún, el ex Jefe Supremo de la OTAN, en cargo durante la masacre, General retirado John Sheehan dijo recientemente en una interpelación en el Senado de los Estados Unidos que la masacre de Srebrenica habría sido el resultado de la «…socialización [de los militares holandeses], que incluye la sindicalización del componente armado, e incluye homosexualidad abierta. Eso los llevó a tener una fuerza mal equipada para ir a la Guerra.» [3] ¿Hace falta algún comentario?

En el caso de Kosovo encontramos una lógica devenida del conflicto en Bosnia, pero a la inversa. Evacuar a las fuerzas de paz sobre el terreno, que al contrario del caso en Srebrenica, habían logrado contener exitosamente no sólo a los militares serbios, sino también del KLA (Ejército de Liberación de Kosovo, por sus siglas en inglés); luego bombardear. Así se prevenían las dañinas bajas militares por causa de «fuego amistoso», y se bombardeaba sin piedad a «los malos» en el teatro de operaciones. Una vez más, fue un completo desastre. La OTAN tuvo que admitir haber asesinado alrededor de 1500 civiles gracias a los bombardeos y, de manera infeliz, la mayoría de las atrocidades fueron cometidas por ambos bandos (el KLA y el Ejército Serbio) luego de las disrupciones de los bombardeos. «[H]ubo un enorme incremento en los saqueos, asesinatos, violaciones, secuestros y pillaje, luego de que la OTAN comenzara el bombardeo el 24 de marzo» [4] Continua Chomsky (citando el reporte de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa OSCE, por sus siglas en inglés) «Luego de que los observadores de la misión OSCE-KVM dejaron la zona el 20 de marzo de 1999 y particularmente luego del bombardeo de la OTAN a Serbia [el texto original dice Yugoslavia], la policía serbia o el ejército, a menudo acompañado por paramilitares, fue de villa en villa, en cada pueblo, de un área a la otra, amenazando y expulsando la población albanesa». [5] ¿No eran dichos bombardeos una garantía de que las masacres y los asesinatos no ocurrirían? Pues lo que parece haber ocurrido es que la mayoría de las atrocidades fueron producto del escalamiento producido por el bombardeo, luego del cual ambas partes decidieron incrementar la lucha y realizar el trabajo sucio que los observadores de OSCE y tropas de la OTAN no habían permitido durante su permanencia.

Las tropas de la OTAN en Kosovo (que no de la ONU ya que Rusia amenazó con vetar cualquier resolución del Consejo de Seguridad que autorizara el uso de la fuerza contra Serbia) incluían tropas norteamericanas, inglesas, alemanas, francesas, italianas y españolas, muy bien equipadas y con un claro mandato: guerra. ¿Por qué se las retiró para bombardear? El bombardeo de la industria en Serbia era un paso fundamental para debilitar al único poder regional y dejarlo de rodillas. Al contrario de Bosnia, o de Timor Leste, hubo una importante razón para mandar tropas a Kosovo: el oleoducto AMBO. La independencia de Kosovo fue el requisito sine qua non interpuesto por Albania para darle luz verde al paso del oleoducto a través de su territorio y desembocar en el Adriático. La mayor razón para creer en esta tesis es la enorme base militar norteamericana en Kosovo, Camp Bondsteel, que no puede estar allí más que para resguardar muy importantes intereses estratégicos en la región (nótese la diferencia con la falta de «intereses vitales» en Bosnia); aunque Blair y Bush se hayan empeñado en llamarle una misión humanitaria.

Con Georgia y Azerbaiyán las cosas han ido de mal en peor; el brutal ataque en Osetia del sur en 2008 por parte de tropas georgianas fue la excusa perfecta para una intervención rusa (los cuales al parecer no tienen suficientes problemas en Chechenia, Osetia del Norte, Daguestán, Ingusetia y Kabardino-Balkaria). La excusa de Rusia fue que lo hizo para evitar una «limpieza étnica». En otras palabras fue una «intervención humanitaria»; lo cual, de acuerdo a la doctrina eufemística de la Casa Blanca, sólo puede ser utilizado por los maestros de Occidente. Similares problemas están prontos a resurgir en Azerbaiyán, con la región de Nagorno-Karabakh en plena efervescencia separatista, el gasto militar de dicho país durante los últimos 7 años se ha multiplicado por 13; con Armenia cada día más nerviosa sobre el rearme de su vecino las posibilidades de una guerra al sur del Cáucaso se hacen cada vez más tangibles. Por Azerbaiyán pasan por lo menos un cuarto de todos los suministros necesarios para la guerra en Afganistán; [6] pero más importante aún, el país tiene una invaluable frontera con Irán. Las inversiones americanas en esta región del Cáucaso tienen por lo tanto como objetivo rodear a Irán, y aniquilar de una vez por todas las intenciones rusas de recuperar su «esfera de influencia» en la zona. En el caso de Georgia y Azerbaiyán, los ataques a regiones separatistas (de vieja data y que han derramado bastante sangre en el pasado), no pueden ser vistos como agresiones en contra de minorías étnicas por el stablishment en Washington o Bruselas; su carácter de aliados no lo permite.

Otra de las joyas de la corona en el Cáucaso es Kirguistán, la cual fue objeto de intensa cobertura en los medios luego de los sangrientos disturbios en el mes de abril que desembocaron en la renuncia de Kurmanbek Bakiyev como presidente. Aunque el país se encamina a la institucionalidad luego de varios meses de incertidumbre, en junio una serie de disturbios entre la mayoría kirguiz y la minoría uzbeka dejó hecha trizas la ciudad de Osh (justo en el borde con Uzbekistán), dejando 291 muertos y más de 10,000 refugiados en el lado uzbeko. [7] Esto ya había ocurrido en 1990, y aunque la zona se había mantenido en relativa calma desde entonces, las tensiones parecen mantenerse subterráneamente. Al contrario de Georgia y Azerbaiyán, Kirguistán tiene presencia militar rusa, y más recientemente estadounidense. Las bases de Kant (Federación Rusa) y Manas (EUA) son parte de un esfuerzo de ambas potencias para controlar la región, sin duda, más importante del planeta desde el punto de vista energético. La base rusa es parte de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO por sus siglas en inglés), la contraposición a la OTAN, formada por Rusia y de la cual son miembros Armenia, Bielorrusia, Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán y Azerbaiyán. Los Estados Unidos estuvieron a punto de perder la base de Manas luego de una amarga disputa con el ex presidente Bakiyev, quien acusó a los americanos de usura (la renta del aeropuerto fue pactada por tan sólo $ 2 millones anuales en 2001; aunque fue claro tiempo después que Bakiyev también quería los contratos de combustible para su familia) y amenazó con desalojar la base. Luego de haber logrado su objetivo con un voto mayoritario en el congreso, Bakiyev envió la notificación de desalojo a la Embajada Norteamericana en Bishkek. En julio un nuevo acuerdo entre USA y Kirguistán fue firmado, aumentando la renta anual de la base a $ 60 millones, más $ 117 millones adicionales para expandir el aeropuerto, lucha antidroga y desarrollo económico. La base de Manas es la única verdadera base con la que USA cuenta en la frontera con Afganistán; luego de que el gobierno de Uzbekistán los desalojara de la base de Karshi-Khanabad, donde estaban estacionados más de 1,000 militares en operaciones de logística y apoyo a las tropas en Afganistán. Manas maneja 15,000 pasajeros y 500 toneladas de cargo mensualmente. El nuevo gobierno provisional de Kirguistán ha pedido oficialmente la ayuda del CSTO para contener los disturbios en Osh y otras partes de la frontera con Uzbekistán. Rusia, a pesar de haber aumentado se presencia militar en la base Kant y de haber obtenido de parte de Uzbekistán acceso parcial al aeródromo de Navoi (aunque los rusos querían la Base de Karshi-Khanabad, recientemente desalojada y con mayor capacidad operativa), quiere proyectar una imagen conciliadora en la región y por lo tanto el presidente Medvedev se pronunció en contra de una misión de paz en Kirguistán, debido al carácter interno del conflicto; aunque la organización ha acordado el envío de ayuda para los cuerpos policiales de Kirguistán. Con un gobierno provisional pro-ruso que ha prometido revisar todos los aspectos del convenio militar que sustenta Manas (incluyendo el escándalo del combustible), el futuro del esfuerzo americano en la región puede estar en entredicho. [8]

Volviendo al artículo de Newsweek, y es aquí donde han querido pasar a todo el mundo por estúpido, para los republicanos el «caso de Srebrenica confirmó lo que ellos ya sabían: que el multilateralismo era peor que inútil, era contraproducente». [9] Agregando «…desde que Saddam Hussein era incluso peor que Milosevic, la invasión de Iraq parecía un IMPERATIVO HUMANITARIO.» [10] Después de un millón de muertos, Blackwater y Fallujah es bastante difícil digerir el que se haya ido a Iraq por un imperativo humanitario; si éste fue el caso, pues la misión para acabar con las atrocidades de Saddam equivale a un hecatombe cien veces mayor que su régimen.

El cambio de estrategia «comunicacional», o mejor, el lavado cerebral para idiotas, ha virado substancialmente desde aquellas pruebas de armas de destrucción masiva y la muerte de David Kelly. Sin embargo, como el término «intervención humanitaria» fue correctamente develado como un eufemismo de los EUA y Europa para intervenir donde quisieran en nombre de la ayuda humanitaria; Blair & Co cambiaron la frase y la convirtieron en «La Responsabilidad de Proteger (R2P en el argot de las Naciones Unidas).»

Darfur, Sri Lanka, Timor Leste son las pruebas más fehacientes de la falsedad de R2P. Visto el actual estado de fragilidad política y dependencia en las que se encuentran muchas repúblicas en el Cáucaso, la OTAN podría usar su «responsabilidad de proteger» para intervenir. Lo que queda bien claro es que lo que protegerán no serán las vidas de los inocentes; sino gasoductos, refinerías, aeropuertos, estrechos marítimos, rutas de transporte y toda aquella infraestructura necesaria para llevar el petróleo hasta occidente. La cuestión aquí es que dada la cercanía de Rusia y China, se necesita una verdadera excusa para intervenir. La excusa de la guerra en contra del terrorismo y la invasión a Afganistán no molestó a Rusia, primero por su estado de recuperación lento, y porque son los rusos los que más disfrutan las imágenes de marines muertos en bolsas plásticas; luego de la carnicería a la que fueron expuestos durante los 80 con los muyahidines y la CIA. Pero cuando se trata de países que pertenecieron al ex Unión Soviética, los rusos han ejercido su influencia y han preservado por lo menos estrechos lazos con las repúblicas del Cáucaso. Lo contrario ha ocurrido con los países del ex pacto de Varsovia, quiénes históricamente han visto a Rusia como una verdadera amenaza a sus intereses.

Por último el artículo de Newsweek termina haciendo una apología de la guerra en Iraq: «por supuesto que Iraq no era Srebrenica, y los iraquíes no son bosnios. Lo que pareció relativamente sin dolor allá (deteniendo a un dictador e imponiendo la paz) fue una orden de diferente magnitud en Iraq. Siete años después de la invasión, 4,000 soldados estadounidenses están muertos y USA todavía está batallando para construir un estado coherente [la mención a un millón de civiles muertos no mereció la pena para ser incluida].» El artículo culmina con la siguiente frase: «Pudo haber ocurrido en Europa, pero los fantasmas de Srebrenica rondan a América, también.»

 

 

 

 

 

 

 



[1] Michael Smith, Jordan (2010) From Srebrenica to Bagdad. Newsweek.com. Disponible en línea:

http://www.newsweek.com/2010/07/12/from-srebrenica-to-baghdad.html

 

[2] Krauthammer, Charles (2005) The truth about the Torture. It´s time to be honest about horrible things. Weeklystandard.com. Disponible en línea:

http://weeklystandard.com/Content/Public/Articles/000/000/006/400rhqav.asp

[3] Trynor Ian (2010). US General: Gay Dutch Soldiers caused Srebrenica Massacre. Guardian.co.uk. Disponible en línea:

http://www.guardian.co.uk/world/2010/mar/19/gay-dutch-soldiers-srebrenica

 

[4] Chomsky, Noam (2001). A review of NATO’s War over Kosovo. Chomsky.info. Disponible en:

http://www.chomsky.info/articles/200005–.htm

 

[5] Ibid, cit.p. 2

[6] Rozoff, Rick (2010). Clinton renews U.S. claims on former Soviet Space. Voltaire.net.org. Disponible en:

http://www.voltairenet.org/article166216.html#nb25

 

[7] Schwirtz, Michael (2010) Ethnic Rioting Ravages Kyrgyzstan. New York Times online. Disponible en:

http://www.nytimes.com/2010/06/14/world/asia/14kyrgyz.html

 

[8] Tynan, Deidre (2010). Does the Bell Toll for Controversial Manas Fuel Supplier?Eurasia.net. disponible en:

http://www.eurasianet.org/node/61396

[9] Ibid. From Srebrenica…

 

[10] Las mayúsculas son nuestras .