En un reciente artículo -«El valor como riqueza social» [1]- el profesor Francisco Umpiérrez Sánchez hace referencia al que suscribe esta nota en dos ocasiones. Unos breves comentarios por mi parte. Empiezo por su segunda observación: Escuchemos de nuevo a Krugman y Wells en la obra referida [Introducción a la Economía]: «Los billetes que lleva […]
En un reciente artículo -«El valor como riqueza social» [1]- el profesor Francisco Umpiérrez Sánchez hace referencia al que suscribe esta nota en dos ocasiones. Unos breves comentarios por mi parte.
Empiezo por su segunda observación:
Escuchemos de nuevo a Krugman y Wells en la obra referida [Introducción a la Economía]: «Los billetes que lleva usted en su billetera son dinero. Otras formas de la riqueza, como los automóviles, las casas o los títulos de valor, no son dinero». A esto se llama forma metafísica de pensar, todo lo contrario del pensamiento dialéctico -para que tome nota López Arnal- .
Aunque no acabo de captar bien por qué Umpiérrez Sánchez se dirige a mí explícitamente en este punto, tomo nota por supuesto (y añado, de manera cortés, que no me parece totalmente cortés la forma que tiene de indicarme que tome nota).
Para nuestro autor un rasgo de lo que él llama «pensamiento metafísico» es pensar, por una parte, por medio de definiciones aisladas -lo que, en su opinión, hacen Krugman y Wells en el citado ensayo-, y, por otra, en la desconexión de las partes del todo. Sin estar muy puesto en estas consideraciones metodológicas, a mí también me parece adecuado evitar las desconexiones (acaso provisionalmente necesarias en muchas ocasiones) construyendo un pensamiento globalista cuidadoso (no especulativo sin pie firme) que las integre o disuelva (y que supere, si existiera, la desconexión inicial).
Veamos la primera referencia, la que abre su artículo. Dice así:
López Arnal siempre ha presentado reparos al estatuto de la Lógica Dialéctica como tal Lógica. Pero cambiemos de nominación y así tal vez ponga menos reparos. Hablemos del pensamiento dialéctico sin que este se haya constituido en un cuerpo teórico autónomo. Pensar, entre otras cosas, implica tener en cuenta todos los aspectos pertinentes que concurren en un problema. Cuántos más aspectos se tengan en cuenta, más multilateral se será y se estará más cerca del pensamiento dialéctico; y cuanto menos aspectos se tengan en cuenta, más unilateral se será y se estará más cerca del pensamiento metafísico.
La verdad es que no ha sido siempre. Me hice un lío sobre el tema hace ya muchos años; algunas lecturas juveniles no ayudaron. Pero ciertamente sigo teniendo reparos a la consideración de la mal llamada «lógica dialéctica» como una alternativa a la fijista, antidinamicista o incluso burguesa «lógica formal». Los disparates de esa «línea de reflexión e investigación» son conocidos. No es necesario citar nombres. Manuel Martínez Llaneza habló de ese maltrato de la ciencia en un estudio imprescindible [2]. En algunos de esos escenarios, se habla de la contradicción como un atributo permanente y generalizado de la realidad misma y se generan elogios a una «lógica dialéctica alternativa» que asuma la tal contradicción como si fuera esperada y bendita agua de abril o mayo. Un sendero claramente equivocado.
No se bien a qué se refiere Umpiérrez Sánchez cuando afirma que «sin que este [el pensamiento dialéctico] se haya constituido en un cuerpo teórico autónomo», pero, desde luego, no tengo ninguna objeción con el uso de la expresión. Aunque no siempre está claro lo que queremos decir con ella (Mario Bunge, entre otros, nos enseñó sobre ello hace muchos años), me parece mucho mejor hablar de pensamiento dialéctico que de la lógica dialéctica.
Dudo, eso sí, si pensar, «entre otras cosas, implica tener en cuenta todos los aspectos pertinentes que concurren en un problema». Tal vez ese tener en cuenta todos los aspectos sea una tarea sobrehumana y, por el contrario, en muchas ocasiones pensar significa no tener en cuenta, provisionalmente, todos los aspectos pertinentes que concurren, o creemos que concurren, en un problema. En las ciencias naturales, en la física por ejemplo, ese no tener en cuenta «todos los aspectos» de manera provisional es frecuente. Los resultados están a la vista.
Umpiérrez Sánchez afirma a continuación que «cuántos más aspectos se tengan en cuenta, más multilateral se será y se estará más cerca del pensamiento dialéctico». Me parece entender aquí una finalidad gnoseológica razonable. Ningún problema si es operativa, si no nos leva al desasosiego por no alcanzar imposibles. Me parece entonces que, siguiendo esa forma de hablar, muchísimo conocimiento científico, en ciencias naturales o sociales, aspira a ser (es incluso) pensamiento dialéctico.
En cambio, cuanto menos aspectos se tengan en cuenta, añade nuestro autor, «más unilateral se será y se estará más cerca del pensamiento metafísico». La afirmación parece ser, de nuevo, una caracterización de lo que él llama pensamiento metafísico, una limitación -unilateralismo- severa en términos gnoseológicos (también en términos políticos). Para evitar confusiones, desde el uso normal del término metafísica (asociado a pensamiento metafísico, si bien en otra acepción de la expresión), en mi opinión es perfectamente posible un hacer metafísico, un pensar metafísico, que sea dialéctico en grado sumo. Ejemplo: el reciente ensayo, deslumbrante en mi opinión, de uno de nuestros filósofos más dialécticos… y más metafísicos (a un tiempo y sin contradicción), Miguel Candel: Ser y no ser. Crítica de la razón narcisista [3].
En síntesis, creo que el profesor Umpiérrez Sánchez y yo tenemos total o casi total acuerdo en que es mejor no hablar de lógica dialéctica y que vamos por mejor camino gnoseológico si hablamos de pensamiento dialéctico, esforzándonos en concretar, en la medida de nuestras fuerzas, qué entendemos por tal, a un tiempo que reflexionamos si existe tanta diferencia real entre ese tipo de pensamiento (que sería, digamos, el bueno, el vindicable) y otros pensamientos que no llevan adheridos la etiqueta «dialécticos».
Notas
1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=257025
2) Manuel Martínez Llaneza, La ciencia mal-tratada. Crítica a Razón y Revolución de Alan Woods y Ted Grant. http://www.profesionalespcm.org/_php/MuestraArticulo2.php?id=9497
3) Publicado por la editorial Montesinos en 2018. Sendas entrevistas con el autor sobre su ensayo -Entrevista a Miguel Candel sobre Ser y no ser. Crítica de la razón narcisista. «La metafísica puede parecer inane, uránica y escapista, pero tiene muchas más consecuencias prácticas de las que uno podría pensar a primera vista»- en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=246375 y https://www.rebelion.org/noticia.php?id=246585
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