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Entrevista a Javier A. Hernández,autor, artista, lingüista, emprendedor y defensor de los derechos indígenas de origen puertorriqueño

«Soy un boricua que piensa y escribe en favor de la humanidad, desde su nación en lucha”

Fuentes: Rebelión

Javier A. Hernández, originario de Río Piedras, Puerto Rico, es autor, artista, lingüista, emprendedor y defensor de los derechos indígenas, así como de la descolonización. Su formación académica incluye una licenciatura en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional de Florida, una maestría en Comunicación Internacional de la Universidad Americana, y un máster en Educación del Lehman College. Además, ha obtenido diversas certificaciones en áreas como Diplomacia de Pequeños Estados, Gestión de Emergencias, Planificación de Seguridad Nacional, Problemas de Seguridad Global y Conflicto No Violento y Resistencia Civil. Su compromiso con la justicia social, el activismo cultural y los derechos indígenas es evidente en su trabajo diario.

Como lingüista, Javier es uno de los pocos en Puerto Rico y Estados Unidos que forma parte de la Asociación Internacional de Hiperpolíglotas, hablando nueve idiomas y teniendo la capacidad de leer trece más. En 2018, llevó a cabo un proyecto de reconstrucción y revitalización de una variante moderna del idioma taíno, publicando un manual que se ha integrado en varios programas escolares indígenas en Puerto Rico. En su papel como defensor de los derechos taínos, la educación y el desarrollo cultural, ocupó el cargo de Director de Asuntos de la Diáspora en la Comunidad Taína Naguaké de Puerto Rico, y ha promovido el uso del alfabeto pictográfico taíno. En la actualidad, colabora en un proyecto para revitalizar el Aljamiado (عَجَمِيَة), el guion árabe modificado utilizado por los moriscos españoles para escribir en español hace más de cinco siglos.

Javier fundó FlagArts.co, donde se dedica a la creación artística de banderas, habiendo diseñado propuestas como el Escudo Nacional de un Puerto Rico Soberano (2013), la Bandera de la Diáspora Puertorriqueña (2018), y otras banderas culturales y regionales. En 2017, estableció Editorial Libros El Telégrafo, una editorial boutique. Además, Javier apoya iniciativas agrícolas en Puerto Rico y sus intereses abarcan la vexilología, la política comparada, la educación lingüística, la geografía política y la geopolítica, así como el desarrollo nacional y la construcción de un estado nacional. Hernández ha contestado todas nuestras preguntas. Todas sus respuestas son para ser compartidas con todos vosotros.

– Wilkins Román Samot (WRS, en adelante) – Hace poco publicó La historia patriótica de Puerto Rico para jóvenes lectores (2025). ¿De qué trató o tratas en dicha obra¿Cómo surgió la oportunidad de trabajarle?

– José A. Hernández (JAH, en adelante) – La historia patriótica de Puerto Rico para jóvenes lectores surge del deseo de brindar a las nuevas generaciones una visión clara, inspiradora y descolonizadora de nuestra historia nacional. Es una obra con un propósito pedagógico y un amor por la patria, que recupera episodios, héroes y símbolos olvidados por los libros tradicionales, presentándolos en un lenguaje accesible para niños y adolescentes. Nació como respuesta a la necesidad urgente de educar a nuestra juventud desde una perspectiva soberana y digna, basada en la verdad histórica y en el orgullo de ser puertorriqueños, no como colonia, sino como nación en desarrollo y en resistencia.

– WRS – ¿Qué relación tiene su trabajo creativo-investigativo previo a La historia patriótica de Puerto Rico para jóvenes lectores y vuestro trabajo creativo-investigativo posterior? ¿Cómo lo hilvana con su experiencia de puertorriqueño y su memoria personal o no de/ con la política, la educación y la historia de Puerto Rico y el Caribe o no dentro de Puerto Rico o fuera?

– JAH – Toda mi obra tiene un objetivo común: buscar la verdad histórica, reafirmar la identidad nacional y transformar el pensamiento colonial. Libros como PREXIT o Puerto Rico: The Economic Case for Sovereignty establecen el marco político y económico para nuestra liberación. La historia patriótica de Puerto Rico para jóvenes lectores adapta esas ideas a un lenguaje accesible, sembrando en los jóvenes la semilla de conciencia que algún día florecerá en acción soberana. Mi trabajo combina lo académico con lo vivencial: mi experiencia como educador y diplomático de seguridad, mi vida entre Puerto Rico y Estados Unidos, y mi compromiso con la causa patriótica y anticolonial.

– WRS – Si compara vuestro crecimiento y madurez como persona, lingüista, politólogo, educador, investigador y escritor con su época actual en Estados Unidos, ¿qué diferencias observas en vuestro trabajo creativo-investigativo? ¿Cómo ha madurado su obra? ¿Cómo has madurado?

– JAH – He crecido tanto en lo intelectual como en lo humano. Antes escribía con la urgencia del militante; ahora lo hago con la serenidad del pedagogo y la claridad del estratega. Mi trabajo ha evolucionado hacia una síntesis de los pensamientos científico, histórico y educativo. En Estados Unidos, he aprendido a dialogar con distintas audiencias sin perder mi identidad. Esa distancia geográfica me ha brindado perspectiva, rigor y disciplina. Ya no solo denuncio el colonialismo, sino que también propongo modelos concretos de país, instituciones y políticas públicas para un Puerto Rico soberano, demostrando que la independencia no es un sueño, sino un proyecto viable.

– WRS – Javier, ¿cómo visualizas vuestro trabajo creativo-investigativo con el de su núcleo generacional de investigadores y escritores con los que comparte o ha compartido en Puerto Rico y fuera? ¿Cómo ha integrado vuestro trabajo creativo-investigativo a su quehacer de escritor e investigador y vuestro trabajo escrito o no de interés político, educativo e histórico?

– JAH – Pertenezco a una generación de escritores y pensadores puertorriqueños que, aunque dispersos geográficamente, comparte una misión común de rescate cultural y político. Mi labor se enmarca en ese movimiento de reconstrucción nacional a través de la educación, el lenguaje y la política. Dialogo con académicos, artistas y activistas que persiguen un mismo fin: la emancipación del pensamiento. Mi escritura, tanto creativa como investigativa, funciona como un puente entre la literatura patriótica, la economía soberana y la pedagogía crítica. Aspiro a que cada uno de mis textos contribuya a generar conciencia, fortalecer la identidad y promover la acción colectiva.

– WRS – Ha logrado mantener una línea de creación-investigación enfocada en la lingüista, la política y la descolonización y los derechos humanos en/ desde Puerto Rico y fuera. ¿Cómo concibes la recepción a vuestro trabajo creativo-investigativo dentro de Puerto Rico y fuera, y la de sus pares?

– JAH – La recepción ha sido diversa pero muy significativa. En Puerto Rico, mi trabajo está dirigido a quienes buscan alternativas concretas al sistema colonial; fuera de la isla, muchos lo consideran un ejemplo vivo del pensamiento poscolonial caribeño. Entre mis colegas académicos, mi obra destaca por su capacidad para fusionar teoría y práctica: no solo hago análisis, sino que también diseño planes, políticas y doctrinas. Aunque algunos sectores anexionistas o colonialistas lo critican, esa oposición resalta la importancia de mi mensaje. Lo fundamental es que mi trabajo inspire, eduque y movilice.

– WRS – Sé que vos es de Puerto Rico. ¿Se considera un investigador y escritor puertorriqueño o no? O, más bien, un investigador y escritor, sea este puertorriqueño o no. ¿Por qué? José Luis González se sentía ser un universitario mexicano. ¿Cómo se siente vos?

– JAH – Soy, sin duda, un escritor e investigador de Puerto Rico. Mi país es central en mi identidad y en mi obra. No obstante, como ciudadano global, también me considero parte del mundo hispánico y del pensamiento internacional. Aunque Puerto Rico es mi raíz, mi trabajo dialoga con España, América Latina y el Caribe, porque la descolonización de Puerto Rico está vinculada al destino de los pueblos oprimidos del mundo. Si José Luis González se sentía mexicano por su entorno intelectual, yo me siento puertorriqueño universal: un boricua que piensa y escribe en favor de la humanidad, desde su nación en lucha.

– WRS – ¿Cómo integra vuestra identidad étnica y de género, y su ideología política con o en vuestro trabajo creativo-investigativo y su formación y desarrollo profesional en Estados Unidos?

– JAH – Mi identidad étnica, lingüística y política es fundamental en todo lo que escribo. Ser puertorriqueño, caribeño y latino en los Estados Unidos me ha sensibilizado a las estructuras coloniales invisibles que influyen en cómo percibimos nuestra cultura. Mi postura soberanista y socialdemócrata guía mi trabajo hacia la justicia, la equidad y la autodeterminación. Como docente y escritor, deseo que el lenguaje sea una herramienta de liberación, que la educación fomente el pensamiento crítico y que el orgullo de ser puertorriqueño se manifieste con dignidad y sabiduría.

– WRS – ¿Cómo se integra vuestro trabajo creativo-investigativo a su experiencia de vida tras su paso como estudiante universitario en Estados Unidos? ¿Cómo integras esas experiencias de vida en su propio quehacer de investigador y escritor en Puerto Rico y Estados Unidos hoy?

– JAH – Mi experiencia en universidades de Estados Unidos amplió mi visión intelectual y me proporcionó las herramientas analíticas para estudiar el colonialismo desde una perspectiva comparada. Estas vivencias se reflejan en mi obra: fusiono el rigor académico adquirido en Estados Unidos con la pasión patriótica de mi comunidad. Mis libros representan esa dualidad: soy un investigador meticuloso y un escritor comprometido. He incorporado esas experiencias a mi enseñanza y a mis escritos, demostrando cómo un puertorriqueño puede alcanzar el éxito académico y profesional sin perder su identidad ni su misión nacional.

– WRS – ¿Qué diferencia observas, al transcurrir del tiempo, con la recepción del público a vuestro trabajo creativo-investigativo y a la temática del mismo? ¿Cómo ha variado?

– JAH – Con el tiempo, la percepción de mi obra ha cambiado considerablemente. En sus inicios, hablar de soberanía y descolonización parecía una idea utópica o marginal; ahora, mis libros son citados en foros académicos, en medios internacionales y en movimientos sociales. La percepción pública ya no considera la independencia como una amenaza, sino como una oportunidad. Mis lectores son más jóvenes, informados y conscientes de la historia. Esta evolución demuestra que el mensaje ha arraigado, lo que confirma que el trabajo constante y educativo produce resultados a largo plazo.

– WRS – ¿Qué otros proyectos creativos tienes recientes y pendientes?

– JAH – Actualmente participo en varios proyectos, como la expansión de la lengua taína Tainonaiki y el desarrollo de nuevas propuestas económicas y diplomáticas para un Puerto Rico soberano. Todos estos proyectos tienen un objetivo común: crear un país libre, educado y que controle su propio destino.

Wilkins Román Samot, Doctor de la Universidad de Salamanca, donde realizó estudios avanzados en Antropología Social y Derecho Constitucional.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.