Madrid, año 2011. Una megaciudad-planeta contaminada por la lluvia ácida, ultraconcentrada, pluriétnica y gobernada por los negocios de la banalidad y el consumismo, que invitan a una mejor calidad de vida en las colonias interestelares. La Sinde Corporation controla el mercado genético monopolizando la producción de los bioingenieros freelance, que trabajan de manera independiente en […]
Madrid, año 2011. Una megaciudad-planeta contaminada por la lluvia ácida, ultraconcentrada, pluriétnica y gobernada por los negocios de la banalidad y el consumismo, que invitan a una mejor calidad de vida en las colonias interestelares.
La Sinde Corporation controla el mercado genético monopolizando la producción de los bioingenieros freelance, que trabajan de manera independiente en el barrio de Lavapiés fabricando componentes orgánicos -ojos, manos, pies…- para dar vida a los replicantes.
En febrero de 2010, la Sinde Corporation encargó a los ingenieros genéticos freelance de Lavapiés la fabricación de un nuevo replicante: Tabacalera. Tabacalera estaba diseñada para reemplazar las inversiones en cultura y para ser altamente eficiente en sus funciones: una pieza de una estructura mayor, esclava de las instituciones establecidas en las colonias para echar a andar toda una maquinaria de captación de energía y de creación de una burbuja habitable en una ciudad-planeta inhabitable.
Para responder a una alta especialización y productividad, a la replicante Tabacalera se le dotó de una gran inteligencia colectiva, superando incluso la inteligencia individual humana. Pero para mantener el control la Sinde Corporation diseñó a la replicante Tabacalera sin un pasado, sin una memoria que le permitiera rememorar sus orígenes, su familia, su comunidad y afrontar sin angustia las preguntas existenciales: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda?
La Sinde Corporation encargó a los bioingenieros que fabricaran a la replicante Tabacalera con una fecha de caducidad de doce meses, pasados los cuales tenía que morir. Pero los bioingenieros, hartos del monopolio de la Sinde Corporation, desobedecieron ese mandato y fabricaron una replicante sin fecha de caducidad.
Ahora, en febrero de 2011, después de once meses, la situación es la siguiente:
La Sinde Corporation sospecha de los bioingenieros freelance de Lavapiés, y en prevención de que hayan fabricado una Tabacalera sin fecha de caducidad está reclutando un contingente de Blade Runners.
Tabacalera tiene dudas existenciales. Sospecha que es una replicante con fecha de caducidad y que su fin está cerca. Sufre desórdenes emocionales porque no quiere morir pero al mismo tiempo no sabe si desea seguir viviendo, ya que no puede encontrar respuesta a las grandes preguntas que la atormentan: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda? Presa de una gran desesperación, está planeando acabar con los bioingenieros freelance de Lavapiés que la han fabricado, matarlos a todos antes de morir ella.
Los Blade Runners reclutados por la Sinde Corporation son gente que está en el paro, que acaba de separarse, que no tiene dinero, que se siente sola o que por algún otro motivo está en un mal momento y no sabe qué hacer con su vida. La Sinde Corporation les da la orden de ir a Tabacalera a hacer botellón, con la seguridad de que con el suficiente botellón podrán retirar a Tabacalera. Pero cuando los Blade Runners ven Tabacalera sienten dudas. Cada uno de ellos, que por mil motivos está viviendo su propia crisis, también se hace las mismas preguntas que la replicante: ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿a dónde voy?, ¿cuánto tiempo me queda?
Los bioingenieros freelance de Lavapiés, conscientes de que los Blade Runners y sus botellones pueden terminar retirando Tabacalera y hacer que no haya servido de nada su desobediencia a ponerle una fecha de caducidad, están organizando una campaña clandestina de donación e implante de recuerdos. Su plan es que si Tabacalera recibe una suficiente donación e implante de recuerdos que le disminuyan la angustia existencial y le den más equilibrio emocional, podrá ponerse a los Blade Runners de su parte para afrontar juntos las viejas preguntas: ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos? ¿cuánto tiempo nos queda?, y desbaratar los planes de la Sinde Corporation.
Tu misión, como voluntario/a de esta campaña, es donar un recuerdo sonoro para implantar en la memoria de Tabacalera.
Recogida de recuerdos sonoros en Tabacalera:
Viernes día 11 de febrero de 20:30 a 22:00
Sábado día 12 de febrero de 19:00 a 21:00
Si quieres donar un recuerdo sonoro y no te van bien esos momentos escribe a [email protected] y pasaremos por tu domicilio a recogerlo.
Emisión de los recuerdos sonoros:
Martes día 1 de marzo de 20:00 a 21:00 en el 100.4 de la FM
Cuando quieras en www.unalineasobreelmar.net
Campaña organizada por Una línea sobre el mar:
Una hora de radio para pensar en compañía
Una hora de radio dedicada a la filosofía de garaje
PDF con el texto a doble columna, por si lo quieres distribuir.
ODT con el texto, por si quieres hacer tu propia maquetación.
http://www.unalineasobreelmar.net/2011/02/07/la-retirada-de-tabacalera/