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¡Tamaña contrarreforma!

Fuentes: Rebelión

La saña demostrada por el gobierno en contra de la COAIE al intentar desalojarle de su casa, es un acto más en su ya largo accionar antidemocrático, incoherente, perseguidor de la organización social e incluso racista. Hay una larga lista que desnuda la incoherencia entre un discurso rimbombante de izquierda y un accionar favorable a […]

La saña demostrada por el gobierno en contra de la COAIE al intentar desalojarle de su casa, es un acto más en su ya largo accionar antidemocrático, incoherente, perseguidor de la organización social e incluso racista.

Hay una larga lista que desnuda la incoherencia entre un discurso rimbombante de izquierda y un accionar favorable a grupos privilegiados nuevos y antiguos. ¿Cómo entender si no, la firma del TLC con Europa? ¿Cómo entender la expedición del Código Monetario y Financiero y de la Junta de enorme poder a la que esta ley engendra? ¿Cómo entender la decisión de haber realizado una operación de crédito con el Goldman Sachs [1] poniendo como garantía el oro bajo custodia del BCE? ¿Cómo entender el retorno al redil del FMI y el Banco Mundial? ¿Cómo entender la apertura a la explotación del Yasuní? ¿Cómo entender el reemplazo de la Ley 42 por el sistema de prestación de servicios petroleros, que ya está pasando factura con la caída de los precios del petróleo?

En estos días de fin de año, se ha aprobado la Ley de Incentivos a la Producción y Prevención del Fraude Fiscal. Con ella se ha decidido dismin uir la devolución de IVA a los ancianos y a las personas con discapacidad. Igualmente se ha conocido el despido de 100 trabajadores de Petroamazonas. De igual forma, se ha conocido del aumento del salario mínimo en 4,1 %. Pero en contraste con lo anterior, se ha conocido también que cuatro mega construcciones a la hora de suscribir los contratos iniciaron con un precio y luego fueron aumentando a lo largo de su ejecución [2]. Gigantescos gastos para el Estado, que ni de lejos lo compensa la nueva ley tributaria que pretende generar 200 millones de dólares adicionales en el 2015.

¿No es todo esto incoherencia y doble discurso? ¿No es acaso la aplicación dosificada de medidas propias del ajuste fondomonetarista tan criticado por el gobierno?

Sin embargo no hay que equivocarse. Todo este accionar, no sólo es un viraje ideológico y en muchos casos una postura de comodidad y transformismo por parte de cierta izquierda que se ha endulzado con los placeres del poder. Hay toda una estrategia para consolidar el poder de nuevos grupos económicos que han surgido a la sombra de la asignación de capital desde el Estado, en alianza con viejos grupos articulados al antiguo poder oligopólico del capital en el Ecuador. Es ahí donde cobra sentido la contra – reforma a la Constitución democrática de Montecristi. Por ello es que se quiere cambiar el rol de las fuerzas armadas y convertirlas en una suerte de fuerza pretoriana. Por ello se quiere disminuir las competencias de los gobiernos locales, que podrían constituirse en contrapeso de un centralismo todopoderoso. Por ello se disminuye la competencia vigilante de la Contraloría. Por ello se ataca el corazón de la Constitución de Montecristi y se pretende reducir el papel protagónico de la ciudadanía, la cual ya no podrá hacer preguntas sobre cualquier tema de interés nacional, tal como ahora permite su artículo 104.

Evidentemente el surgimiento de grupos ciudadanos como los Yasunidos resulta demasiado incómodo porque enrostran el doble discurso, la intolerancia y el transformismo del régimen. Entonces se vuelve necesario ya no sólo cerrarles el paso con artimañas legales, sino ponerlos fuera de la legalidad constitucional. Al actor fundamental de la democracia consagrada constitucionalmente; al actor protagónico, a la ciudadanía, ponerle fuera de legalidad constitucional.

¡Tamaña contrarreforma!

En ese mismo marco de acción estratégica del régimen correista, cobra coherencia toda la merma a la libre expresión. No solamente a través de los medios de comunicación escrita, radiofónica, televisiva y por redes sociales; sino también a la libre expresión organizada y movilizada de los grupos sociales. Por ello el decreto 016 y por ello la enmienda orientada a controlar aún más a los medios de comunicación que aún no son propiedad o no son controlados por el Estado. Bien se ha señalado que vivimos una suerte de estado de propaganda. El régimen correista sabe que el manejo de la comunicación es esencial para mantener un alto apoyo o reconocimiento por parte de la ciudadanía a su accionar. Pues buena parte del 61 % que aprueba la ejecutoria del Presidente se basa en la estrategia comunicacional; más evidente aún, es el dato de que el 50 % cree en su palabra.

La cereza de este pastel de contrarreforma (no digo contra revolucionario porque nunca hubo revolución) es la reelección indefinida. El peligro no es solamente la perennizacion del Presidente. El problema supremo es la perennizacion del régimen. Esto es del tramado institucional que se desnuda a través de la forma como está siendo tratada la Constitución por parte de la Corte respectiva; de la forma como está siendo tratado todo el sistema de elecciones y de partidos, por parte del Consejo respectivo; de la forma como se están aprobando y qué leyes se aprueban por la Asamblea; de la forma como está operando en general la administración de justicia, sobre todo frente a las voces críticas (perseguidos, encarcelados); de la forma como desde el poder ejecutivo se está manejando la asignación de recursos económicos, de puestos de alta dirección, de decisiones de alto impacto en el presente y en el futuro; de la forma como se están anudando acuerdos lesivos para el país a través del TLC, a través de la deuda externa con antiguos acreedores y con nuevos, que no se distinguen por el tamaño de su voracidad, sino por el tiempo de llegada a colocarle al país el dogal de la deuda eterna.

La reelección indefinida perenniza los vicios de todo sistema donde la maquinaria del estado, que debería estar al servicio de la ciudadanía y rendir cuentas a esta, se coloca al servicio de un grupo dirigente, burocrático y tecnocrático, que tienen todo el incentivo y la cobertura legal para usarla en su favor, con un máximo de usufructo y con un mínimo de transparencia. ¿No fue este accionar el que quebró la raigambre anti – fascista y popular de los países del socialismo real en Europa del Este? ¿No fue una desnaturalización de parecida factura lo que devino en la demanda de «glasnost» (transparencia) en la antigua Unión Soviética? ¿No fue esto lo que degeneró a las democracias llamadas populares y les convirtió en dictaduras odiadas por sus pueblos en la Rumania de Ceausescu, la Alemania de Honecker o la Hungría de Kádár?

La decisión de despojar a la CONAIE de su casa es una acción odiosa, indigna de un gobierno que, lo reconozca o no, proviene de un acumulado de lucha social, donde la CONAIE jugó un papel histórico. Indigna de personas que participaron con mayor o menor cercanía en el evento histórico (el levantamiento indígena de junio de 1990) que explica el por qué esa casa fue entregada a la CONAIE. Indigna de un Estado que ha colocado en su Constitución su carácter plurinacional y multicultural.

No es solo una mancha más al tigre de la restauración conservadora desde las entrañas del régimen correista. Es un acto lesivo a una sociedad que quiere reconocerse como diversa, democrática, participativa, tolerante. El problema adicional es que de tan manchado este tigre ya no parece tal. Se ha convertido en otro animal, distinto al que movilizó la esperanza de cientos de miles de ecuatorianos.

A poco de cumplir 8 años, el gobierno que prometió rejuvenecer el antiguo régimen de la partidocracia, tiene muestras de indudable senilidad. La entrega de la política de planificación familiar a una militante del Opus Dei, la persecución de la caravana de los Yasunidos en su viaje a la convención climática en Lima, el intento de desalojo de la CONAIE, son muestras palpables. No en vano esto último ha merecido el rechazo de voces lúcidas de la intelectualidad mundial: Samir Amin, Leonardo Bof, Adolfo Pérez Esquivel, Marta Harnecker, Miguel D’Escoto y muchos más [3].

Ni la más colorida, ni la más entonada publicidad del estado de propaganda pueden esconder la vergüenza que surge ante la historia.

Notas:

[1] Recomiendo el libro de Greg Smith, «Why I Left Goldman Sachs: A Wall Street Story», donde se muestra como este banco estadounidense contribuyó y se benefició del colapso del sistema financiero mundial. Además, de haber ayudado a ocultar los problemas fiscales de Grecia, lo que le llevó a la virtual quiebra de ese país.

[2] La rehabilitación de la refinería de Esmeraldas que pasó de 84 millones a finales de 2009 a 755 millones a finales de 2011 a 980 millones en marzo de 2014; el proyecto de almacenamiento de gas en tierra Monteverde-El Chorrillo, ejecutado por Petroecuador y Flopec que pasó de 345 millones a 600 millones de dólares; la central hidroeléctrica Manduriacu que pasó de 124 millones de dólares a 192 millones; la refinería del Pacífico que inicialmente se estimó en 12.000 millones para procesa 300 mil barriles diarios y luego se dividió en dos etapas una de 200 mil barriles con un costo de 10.000 millones. Ver, http://www.elcomercio.com.ec/actualidad/estudios-incumplimientos-precio-megaobras-refineria.html

[3] Ver, http://www.poderciudadano.ec/editoriales/139-carta-de-intelectuales-al-presidente-correa.html

Diego Borja Cornejo. Economista, Master en Economía por la Universidad de Lovaina, Bélgica, exMinistro de Economía y Finanzas, exMinistro de Política Económica, exPresidente del Banco Central del Ecuador, exSecretario Económico del ALBA, Asambleista Consituyente en Montecristi, Presidente del Movimiento Poder Ciudadano.

@DiegoBorjaPC

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