Todos los años en el mes de abril se conmemoran tres grandes acontecimientos que han marcado la historia de tres países y que tienen mucho que ver con las relaciones pueblo-fuerzas armadas en cada uno de ellos. Los tres son expresiones históricas y símbolos de la lucha contra el fascismo. Por eso mismo son conmemoraciones […]
Todos los años en el mes de abril se conmemoran tres grandes acontecimientos que han marcado la historia de tres países y que tienen mucho que ver con las relaciones pueblo-fuerzas armadas en cada uno de ellos. Los tres son expresiones históricas y símbolos de la lucha contra el fascismo. Por eso mismo son conmemoraciones son referencias que tienen un valor universal.
En épocas muy duras como la que estamos viviendo ahora, esos acontecimientos son también historia y símbolo de la lucha contra el capitalismo que depreda a los pueblos, que explota a los trabajadores y que destruye sin remedio la naturaleza, contra el neofascismo que es su expresión política, y contra el imperialismo y la «guerra interminable contra los pobres» que son respectivamente la globalización de ese mismo capitalismo y la utilización de la guerra sin límites como instrumento fundamental de dominación y de ampliación de los mercados.
En orden cronológico esas conmemoraciones son las siguientes:
–De 11 a 13 de abril se conmemora el golpe mediático-militar de carácter fascista contra el presidente democrático de Venezuela Hugo Chávez y su fracaso poco más de 48 horas después: «Todo 11, tendrá su 13«, tal como proclama el pueblo bolivariano ante cada nuevo intento de desestabilización violenta provocado por los mismos agentes políticos: la burguesía explotadora y dependiente, y los Estados Unidos.
En Venezuela, los Estados Unidos han consolidado su modelo contemporáneo de «golpe de estado permanente«. Es la expresión concreta, de «baja intensidad«, de la «guerra permanente contra los pobres», presentada eufemísticamente como «guerra mundial antiterrorista» en el programa-guión del Pentágono y del Consejo de Seguridad Nacional los dos órganos permanentes del poder de la oligarquía que gobierna, más allá de los cambios presidenciales, en Washington.
El golpe de 2002 se ejecutó con el apoyo, financiación y planeamiento de los EEUU, y con el apoyo expreso de países como España (tanto del partido en turno de poder: el PP; como del partido en turno de «leal oposición»: el PSOE).
El golpe contó además con el apoyo de la Falsimedia global y «provincial». Fue muy importante, realmente estratégica, la del diario español El País que ya entonces ejercía como «periódico global en español» a las órdenes del Departamento de Estadoi. El golpe fracasó el día 13 de abril por la inmediata movilización popular a la que acompañó la de los sectores militares leales al pueblo.
Este año se conmemoró el 12 aniversario del golpe y del posterior triunfo popular en plena escalada de «guarimbas» y con amenazas de intervención militar de los Estados Unidos. La fuerte reacción del pueblo de Venezuela ha impedido el éxito de este nuevo intento de desestabilización armada contra el presidente Maduro que liquidaría el proyecto revolucionario bolivariano y, fundamentalmente, el de emancipación y unidad continental que representan instituciones como el Alba, Mercosur, UnaSur y la Celac.
–El 14 de abril se conmemoró el 83 aniversario de la proclamación de la II República en España, en el año 1931. La República fue abatida en 1939 después de una larga lucha de tres años que sucedió a un golpe militar fascista en julio de 1936. La intervención de las potencias del Eje: la Alemania nazi de Hitler y la Italia fascista de Mussolini en apoyo de Franco y los generales golpistas, fue decisiva para derrotar al nuevo ejército republicano que surgió y fue encuadrado y reorganizado a partir de las milicias populares y contó con el apoyo de la Unión Soviética y de las Brigadas Internacionales.
Este año, la conmemoración marcó un hito en el proceso de recuperación de la legitimidad perdida. Dos manifestaciones, el día 12 y el día 14 de abril, la primera convocada por la Coordinadora Republicana de Madrid y la segunda por la JER (Junta Estatal Republicana), marcaron diferencias estratégicas muy importantes pero también la necesidad de unidad y la fortaleza de un proceso incontenible.
Tres semanas antes, la gigantesca manifestación de las Marchas de la Dignidad del 22 de marzo, marcó la ilegitimidad del Régimen monárquico, la puesta en marcha de un sistema represivo de carácter neofascista para sostener la política de recortes sociales y liquidación de los derechos sociales, económicos, laborales y políticos básicos; y la fuerza de las organizaciones políticas y «colectivos sociales en lucha» que denuncian la completa ilegitimidad del sistema político y económico, y reclaman la apertura de un proceso constituyente desde abajo.
–El 25 de abril se conmemora el 40 aniversario de la Revolución de los Claveles. En esa fecha de 1974 un movimiento militar de oficiales jóvenes, el Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA), derrocó -con un inmediato y fuertísimo apoyo popular-, a la dictadura fascista en Portugal. El programa revolucionario establecía dos objetivos básicos: derribar al fascismo y terminar con las guerras coloniales.
El proceso revolucionario que duró poco más de año y medio antes de que las fuerzas reaccionarias se reagrupasen para revertir las «conquistas de la revolución», consiguió establecer los derechos políticos y sociales básicos, democratizar el país creando instrumentos de democracia directa, nacionalizar las empresas estratégicas fundamentales, así como la banca, e inició la reforma agraria en el sur latifundista del país. Finalizó también, a pesar de la oposición de los grandes poderes económicos y de las enormes dificultades, el proceso de descolonización entregando Guinea, Mozambique y Angola a los movimientos revolucionarios que estaban luchando por la independencia. La revolución encaró la tercera fase de democratización de la gestión económica y de «desenvolvimiento» de las condiciones para el desarrollo socialista de la producción: poner en manos de los trabajadores los medios de producción, gestión y comercialización, para «descolonizar el propio país». Bajo la dirección del sector más consciente del MFA, durante los últimos gobiernos de Vasco Gonçalves, la alianza entre el MFA y los sectores populares organizados fue un hecho de una potencialidad revolucionaria y creativa sin precedentes en Portugal. Antes de ser derrotada por la alianza entre el partido socialista, la derecha reaccionaria, los sectores moderados del propio MFA y los militares que no habían participado en la revolución de abril pero habían mantenido posiciones de mando en las Fuerzas Armadas, la revolución consiguió cumplir o avanzar significativamente los tres objeticos básicos: democratización, descolonización y desenvolvimientoii. Tales objetivos fueron plasmados también en la Constitución. Pasados los años las «conquistas de abril» fueron progresivamente liquidadas por sucesivas reformas constitucionales y por la implantación progresiva del neoliberalismo económico. La crisis está haciendo emerger fuertes contradicciones que están haciendo estallar el sistema político derivado del golpe contrarrevolucionario del 25 de noviembre de 1975.
Portugal busca un camino
Hoy día 25 de abril una enorme manifestación recorrerá la Avenida de la Libertad de Lisboa enarbolando claveles rojos para conmemorar el 40 aniversario de la Revolución de los Claveles.
La multitud clamará contra los recortes en educación y en salud que están privatizando y reduciendo dramáticamente la cobertura en esos dos servicios públicos vitales y esenciales para los sectores populares, contra la liquidación de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, la privatización y la reducción drástica de salarios en las administraciones y las empresas públicas, la eliminación de pagas extraordinarias y la reducción de sueldos y plantillas en todo el sector público a todos los niveles, la reducción implacable de las pensiones de jubilación y de la cobertura de desempleo, la imposición de salarios de hambre a los trabajadores, la cristalización progresiva de una fiscalidad desigualitaria e injusta; el aumento de los precios de los servicios públicos, de la electricidad, el agua y el transporte; el aumento del paro, de la desigualdad criminal, de la pobreza y de la exclusión social. Todo un cante de protesta en las voces y en las pancartas.
Tal vez como el año pasado, ya en la Plaza de Rosio, varios capitanes -ahora generales- que pertenecieron al Movimiento de las Fuerzas Armadas (MFA) evoquen aquél movimiento y reclamen, con mayor o menor énfasis, la recuperación de la soberanía popular entregada a la Troika por los dos últimos gobiernos de «centro derecha» y de «centro izquierda». Tal vez y, consecuentemente, la recuperación de la libertad, la democracia y los derechos conquistados aquél lejano 25 de abril, verdadera «alborada» en la historia de Portugal y en la historia universal de la lucha de los pueblos contra el fascismo.
Tal vez la manifestación se disuelva, también ahora, sin más incidentes. No obstante algo muy profundo está ocurriendo en Portugal durante los últimos meses. Algunas asociaciones de militares en activo están manifestando su oposición frontal a la situación creada por la política de sumisión a la Troika (FMI, BCE y CE). El parlamento portugués ha sido testigo de la interrupción de un discurso del Primer Ministro por un grupo de personas del grupo ‘Que le den a la troika’ que entonaban el Grándola Vila Morenaiii. Dos manifestaciones de las fuerzas policiales intentaron rodear ese mismo parlamento con reivindicaciones similares a las de las protestas populares. Diversas asociaciones militares han llamado a sus miembros para que asistan en fechas determinadas a las unidades militares, a la hora del arriado de bandera, para dar testimonio de la pérdida de soberanía.
Todo parece indicar que -de forma parecida a lo que ocurre en España-, en Portugal la legitimidad del Régimen político está siendo progresivamente cuestionada por grandes masas de población y por colectivos sociales y políticos que identifican la situación actual con la que precedió al 25 de abril, y buscan el camino para reiniciar el proceso revolucionario bloqueado en el otoño de 1975. La llamada a los cuarteles se está convirtiendo en una demanda popular y en la expresión de una esperanza.
Uno de los antiguos capitanes de abril, el coronel Duran Clemente, dirigente de la Asociación Conquistas de la Revolución que resumía hace unos meses los tres ejes de Abril en «tres D»: democratizar, descolonizar, desenvolver; sintetizaba la situación actual de Portugal con «otras tres D»: desemprego, desigualdade, desastre (desempleo, desigualdad, desastre), y señalaba la necesidad de «¡ descolonizar Portugal! » como el objetivo revolucionario para nuestro tiempo.
Así pues, en este 25 de abril, la canción que inició la Revolución de los Claveles: Grándola Vila Morena vuelve a sonar en los corazones de las clases populares más que como una nostalgia de tiempos mejores como un anuncio de tiempos nuevos.
Notas:
i El golpe, las imágenes y las palabras
ii Entrevista a Duran Clemente, capitán de Abril: http://aviagemdosargonautas.net/2014/02/19/diaspora-duran-clemente-capitao-de-abril-por-moises-cayetano-rosado/
iii https://www.youtube.com/watch?v=6kS8crRg0VQ
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