Voy ha hacer algo que sé que no está bien ; pero bueno, no somos perfectos y la urgencia lo exige. Es hablar de un libro que no he leído ni pienso leer. O mejor del premio que le han dado a este dichoso libro. La cuestión es que la editorial Temas de hoy ha […]
Voy ha hacer algo que sé que no está bien ; pero bueno, no somos perfectos y la urgencia lo exige. Es hablar de un libro que no he leído ni pienso leer. O mejor del premio que le han dado a este dichoso libro. La cuestión es que la editorial Temas de hoy ha premiado con 60.000 euros a El hombre que cambió su casa por un tulipán.Qué podemos aprender de la crisis y cómo evitar que vuelva a suceder. Un título ingenioso y un tema interesante.
Siguiendo la reseña de la prensa y conociendo al autor, Fernando Trías de Bes, economista, escritor y articulista del país, no es difícil imaginar el mensaje del libro. La línea del autor es lo que podíamos llamar la defensa inteligente de la gestión capitalista superguay que está de moda en USA. Lo primero que nos plantea es que hemos de aceptar que todos somos responsables de la crisis, desde los ejecutivos de las entidades financieras hasta el ciudadano que se endeuda con una hipoteca, pasando por los responsables políticos y demás gestores. Bueno, no es nada nuevo, es la vieja argumentación liberal que diluye las responsabilidades del sistema económico, de los grupos de poder en responsabilidades individuales. Es la ideología del sistema en el sentido marxista de la palabra, que quiere decir ocultar la realidad para justificarla. Y la realidad es que el sistema capitalista, con la lógica que lo define que es la del beneficio, y la ideología fundamentalista del mercado son los auténticos responsables de la crisis. Y detrás de ellos todos los grupos que detentan el poder y que se han beneficiado del proceso. Y los que lo han tolerado, y los que han especulado. ¿ La responsabilidad de los trabajadores que se han endeudado excesivamente ? Poca, y en todo caso la de haber caído en el espejismo que han montado de forma calculada los otros, los que sí se han beneficiado, los bancos y las inmobiliarias básicamente. La ilusión de la propiedad, de tener algo propio aunque te endeudes toda la vida y sin garantías de poder pagarlo. Estos sí lo han pagado caro.
Dice Trías de Bes que tenemos un sistema económico perverso porque premia el trabajo bien hecho pero no castiga la tarea mal hecha. Un tópico moralizante para sustituir la falta de análisis y de propuestas políticas. Nada de regular el mercado, nada de transformar el modelo socio-económico : seguir premiando a los buenos ( que ya se hace bien) y castigar a los malos.
Efectivamente el sistema premia a los buenos como él que justifican el sistema. Nada nuevo bajo el sol pero vale la pena recordarlo.
Dice Trias de Bes que los economistas no saben historia y por esto no entienden lo que pasan. Es cierto pero la historia puede entenderse de manera muy diferente de cómo la entiende él, como una crisis que se repite desde los inicios del capitalismo y que cómo siempre se superará.
El mensaje es simple y tramposo : Todos somos responsables de la crisis y todos tenemos que aprender de ella: esta es la responsabilidad personal de cada uno de nosotros. Pues no, señor Trias de Bes la cuestión ni es personal, ni la responsabilidad es de todos, ni lo que tenemos que aprender lo es por vía individual, ni es un problema de entender que esto ha pasado y siempre pasará, ni se resuelve con una mejor distribución de premios y castigos. El problema es político y la solución es, básicamente política.