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Tolerancia cero

Fuentes: Rebelión

Estos muchachos de Syriza van a tener que poner mucha más carne en el asador si quieren cumplir con sus electores. Ha llegado la hora de dar trigo en vez de predicar y Podemos ya puede poner sus barbas en remojo. La realidad suele sentar muy mal a quienes alardean de picos de oro válidos […]

Estos muchachos de Syriza van a tener que poner mucha más carne en el asador si quieren cumplir con sus electores. Ha llegado la hora de dar trigo en vez de predicar y Podemos ya puede poner sus barbas en remojo. La realidad suele sentar muy mal a quienes alardean de picos de oro válidos para el espectáculo televisual o para el debate en asambleas universitarias, me conozco yo este asunto porque hay pocas cosas nuevas bajo el sol y cuando era estudiante y militaba clandestinamente en el Partido Comunista de España teníamos que bajar a la realidad a quienes se comían el mundo con las palabras pero luego los hechos los colocaban en su lugar. Es el combate desde la izquierda contra el infantilismo de la izquierda. ¿Pablo Iglesias un adaptador de las teorías de Lenin, dice Anguita? No sé qué le está pasando al excalifa rojo de un tiempo a esta parte.

El Poder hace gala de su lógica tolerancia cero contra quienes desean descabalgarlo de su posición. La estrategia socioeconómica y mediática está clara desde hace tiempo: no permitir que Syriza se salga con la suya para que no cunda el ejemplo, matar al niño Podemos antes de que siga creciendo, asfixiar a Rusia y quedarse con el petróleo de Venezuela que es el único que les falta por conquistar a los norteamericanos -porque ya se acercan tiempos de escasez energética- aunque en esa codicia hayan arrastrado a Europa y hayan provocado un caos de tal calibre que ha permitido nacer y extenderse al Estado Islámico que nos está colocando en el ojo del huracán a todos empezando por España porque los tenemos muy cerca y -en su delirio- deseando volver a poseer bajo su mando las tierras de al-Andalus.

Syriza está empezando a curtirse en la arena de la realidad. Y Podemos va detrás. Una cosa son las aulas universitarias y otra desarrollar el oficio en el mercado. Se acabó el calor de profesores, libros, ordenadores y juegos diversos en el útero académico. Ahora, a torear, a cambiar la espada de madera por el estoque de matar y para eso hay que tener empuje, valor, decisión, porque enfrente tienes a una estructura de poder que lleva al menos un par de siglos ahí -si pensamos sólo en lo contemporáneo- y se lo ha montado de lujo con una dictadura que sale a flote cuando se la pone a prueba. A ver, los griegos han votado que no desean a la Troika ni a sus reformas estructurales (o sea, abusos y atropellos del poder), pues que se jodan, eso es lo que hay, sus voluntades democráticas expresadas en las urnas se las pasan por el arco del triunfo.

Grecia le debe dinero al Poder y debe pagar. Punto. Grecia ha aceptado entrar en un club donde los neoliberales puritanos, los exnazis y una excomunista conversa en alianza con los socialdemócratas han implantado las normas que todos deben cumplir. ¿Que la deuda no es del pueblo entero?, ¿sólo de los banqueros y de la corrupción política? Estamos muy equivocados si creemos eso en Grecia o en España. Los banqueros «valientes» y los políticos corruptos proceden de Grecia -o de España- y por tanto sus nefastas acciones las paga toda la clase, o sea, todos los ciudadanos. Ni a la Alemania nazi le zurraron tanto después de la Segunda Guerra Mundial. Con la Primera sí, no había comunistas poderosos aún y los vencedores abusaron de su posición y poco después llegó la Segunda pero tras ella ya estaba ahí Stalin y el dinero acudió a la Alemania derrotada y se hizo aquella pantomima del Juicio de Núremberg pero los espías nazis le sirvieron a EEUU y a otros países esta vez para combatir a los bolcheviques, por poner el ejemplo más conocido.

Grecia fue invadida por los nazis y los fascistas italianos y ahora está siendo peor tratada -proporcionalmente- que los mismos nazis si comparamos lo que han aportado a la historia una y otra cultura. «Me da igual lo que hayan dicho sus electores, sigan castigándolos y paguen». Ya veremos lo que hace Syriza, ya veremos lo que hace Podemos si es que lo dejan seguir creciendo (la estrategia mediática y electoral está siendo buena por mucho que digan que le están dando votos a Podemos. Se trata de sembrar una duda razonable entre unos votantes inmaduros).

Para enfrentarse al Poder triunfante y engreído del mundo actual hay que ser más inmisericorde que el propio Poder y tener muchos más bemoles y si no se tienen se queda uno en su casa sin lanzar bravuconadas a la gente. A las nuevas resistencias llamadas Syriza y Podemos las definen como neocomunismo. No, no son ni comunistas ni neo aunque en su fuero interno puedan serlo. El comunismo no se arruga a las primeras de cambio y empieza a volverse eurocomunista (o sea, socialdemócrata) sino que arriesga pero para eso debe tener detrás un apoyo consciente y decidido, no a una masa de electores que pasan del PP o del PSOE a Podemos o a Ciudadanos, ¿qué cachondeo es éste? ¿Así quieren muchos combatir la tolerancia cero del Poder?

Los decenios de lavado de cerebro que el Poder lleva poniendo en práctica se reflejan en la confusión de la gente. Los neoliberales le ganan la partida a los neocomunistas, si es que eso existe, igual que en su momento se la ganaron al famoso y patético eurocomunismo. En el fondo, no es más que un enfrentamiento entre el deseo de ser lo que por ahora no somos y la realidad de lo que -ahora- somos.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.