Hay formas de colonización que en determinados sectores y actores sociales pasan como normales. En otras palabras, se naturalizó un modo de actuar gracias al ‘estímulo’ de la prensa comercial y de aquellos grupos que miran en otros países y sociedades el espejo para reflejarse todo el tiempo. Ahora es el Black Friday (Viernes Negro), […]
Hay formas de colonización que en determinados sectores y actores sociales pasan como normales. En otras palabras, se naturalizó un modo de actuar gracias al ‘estímulo’ de la prensa comercial y de aquellos grupos que miran en otros países y sociedades el espejo para reflejarse todo el tiempo.
Ahora es el Black Friday (Viernes Negro), antes fue el día de brujas (Halloween) y ya por poco tenemos que hacer como propio el Thanksgiving (Día de Acción de Gracias); ¿y por qué no izar la bandera todos los 4 de julio?
Incluso, no se conoce ni el origen (en 1924) ni los motivos del llamado Viernes Negro, pero como somos más papistas que el Papa, en Ecuador ‘nuestro’ Black Friday se extendió a este sábado y domingo. Así como si nada. La más simple explicación es el mercantilismo que hay detrás. Pero no va por ahí la cosa, se trata de entender hasta dónde asumimos con criticidad y con un poco de soberanía cada una de las fiestas o celebraciones de otras culturas como nuestras. No es fácil ni simple la discusión. Lo clave es no asimilar como natural algo que no nos identifica ni corresponde como nación.