Es interesante hacer la siguiente hipótesis: la zona euro se constituyó con una estructura diseñada especialmente con el objetivo de rebajar los costes laborales: privar de derechos laborales a los trabajadores y hacer descender sus salarios. Como siempre, es importante descender a los datos para comprobarlo. Tomo los datos de Eurostat: datos trimestrales, agregados para […]
Es interesante hacer la siguiente hipótesis: la zona euro se constituyó con una estructura diseñada especialmente con el objetivo de rebajar los costes laborales: privar de derechos laborales a los trabajadores y hacer descender sus salarios.
Como siempre, es importante descender a los datos para comprobarlo. Tomo los datos de Eurostat: datos trimestrales, agregados para los países de la UE, en variaciones interanuales.
Datos de marzo de 2001 a diciembre de 2014, 56 trimestres:
– Incremento medio de las remuneraciones por asalariado, restando el incremento de precios al consumo: 0’21% trimestral.
– Pero restando adicionalmente los aumentos en la productividad laboral: -0’30% trimestral.
– Incremento medio de las remuneraciones, restando el aumento del deflactor implícito del PIB: 0’49% trimestral.
– Pero restando adicionalmente los aumentos en la productividad laboral: -0’02% trimestral.
La remuneración de los trabajadores no es el dato clave, sino esa remuneración nominal menos los incrementos en los precios, y menos la productividad de esos mismos trabajadores. Si lo que ganan crece por debajo de la productividad, como de hecho ha pasado, entonces están produciendo más por un salario real menor.
Los datos demuestran que los trabajadores de la zona euro ganan cada vez menos, en términos reales, y en relación con la producción total. Es decir, ganan cada vez una parte menor de la renta nacional que contribuyen decisivamente a producir. Lo que implica que la renta salarial va descendiendo en porcentaje de la renta nacional, mientras que las rentas del capital aumentan.
Gráficamente se observa que los períodos de pérdida de remuneración son la norma, y los de aumento la excepción:
Es necesaria y urgente una normativa laboral que nos permita evitar que los Estados miembros compitan entre sí para reducir los salarios y pensiones reales. Una vez aumente la remuneración salarial y las políticas de gasto social, vendrán las mejoras graduales de productividad asociadas a la reducción de la desigualdad. Más motivación, mejor organización, más experiencia, mejor formación, incorporación de nuevas tecnologías de manera más eficaz. Es ahí donde los Estados deben competir.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.