Elementos de análisis para la coyuntura ecuatoriana. El rol y los desafíos del campo progresista ante la perdida de aprobación del gobierno de Guillermo Lasso.
La disputa entre los privilegiados y el progresismo
Con el triunfo de Lasso, los PRIVILEGIADOS que gobernaron el Ecuador desde el retorno a la democracia, han regresado. Los responsables del Feriado Bancario en 1999 y de la destrucción de la economía nacional, los que han manejado el país durante 30 años, hasta el 2007, están nuevamente en el gobierno.
La falsa disputa entre correismo y anti-correismo planteada por los neoliberales con el apoyo de los grandes medios de comunicación durante los últimos 6 años, queda sin sustento en los últimos meses del año 2021, con el realineamiento de las fuerzas políticas ante las políticas del gobierno; el sector progresista del movimiento indígena dice que la falsa disputa no puede justificar el apoyo a políticas anti-populares.
El gobierno de Lasso lleva 9 meses en funciones y tenemos incertidumbre sobre los énfasis y prioridades para desarrollar un Programa Neoliberal, con privatizaciones, reducción de gasto público; no están claros los apoyos de todos los privilegiados para continuar con la destrucción iniciada por el gobierno de Moreno y que Lasso apoyó decididamente, hay contradicciones entre los productores y el sector financiero; no sabemos lo que el gobierno de EEUU y el Fondo Monetario estarían dispuestos a arriesgar en Ecuador teniendo en cuenta el avance del Progresismo en Latinoamérica.
Luego de sufrir 2 años pandemia con 80 mil fallecidos y sin que las causas de la desatención, de la falta de información, la desaparición de cadáveres, los negociados con los insumos médicos para enfrentar el COVID 19 estén esclarecidas ni sancionados los responsables, los ecuatorianos nos sentimos sin norte, sin conducción.
La vacunación, el aumento de los $25 en el salario mínimo, la supuesta entrega de créditos al 1% a 30 años plazo, el anuncio de que no se volverán a incrementar el precio de los combustibles, sin embargo el precio de la gasolina súper tiene ya un incremento del 47% respecto a sept/2019; no son elementos suficientes para detener la caída de la aceptación de la gestión del gobierno. La encuestadora Perfiles de Opinión, en ene/2022, dice que el 60,16% de los ecuatorianos consideramos mala o muy mala la gestión de gobierno y CEDATOS, la encuestadora del gobierno informó hasta el 5/agosto/2021 de una aprobación de 73,5% y una credibilidad del presidente de 63,1%, luego no ha vuelto entregar información seria sobre el asunto.
Los presidentes electos llegan al gobierno con altos niveles de aprobación convirtiéndose en esperanza de transformaciones y cuando no cumplen sus promesas, sus niveles de aprobación caen rápidamente y en algunos casos son destituidos; en 1996 cuando Bucaram inicia su gestión con el 67% de aprobación y 7 meses después es destituido con 6%; en 1998 Mahuad inicia con el 66% y es destituido luego de la dolarización y el Feriado Bancario en enero/2000, con el 7% de aprobación; en 2003 Lucio Gutiérrez inicio con 64% y luego de acusaciones de corrupción, política económica anti popular, quiebra de la institucionalidad con la destitución de los Magistrados de Justicia y el levantamiento popular de los “forajidos”, es destituido con el 32% de aprobación .
Los 10 años de la DECADA GANADA con el gobierno de Rafael Correa que inició su gestión en enero/2007 con el 68% de aprobación y luego de ganar las elecciones en 2009 y 2013, terminó su gestión (luego de la transformación del Ecuador) en mayo/2017 con el 46% de aprobación.
Credibilidad y aceptación del gobierno cae en picado
En abril/2021 el 52% de los ecuatorianos votó por Lasso y según Perfiles de Opinión, empezó con una credibilidad por las expectativas que generó el nuevo gobierno en 29/mayo/2021 , del 68,30% y la aceptación de gestión como buena y muy buena el 13/julio era del 74%; pronto empezó a caer y en Agosto/2021 la aceptación era del 58,71% y la aceptación del 64,03%; en octubre/2021 la credibilidad era del 28,06% y la aceptación del 34,01%, nivel al que se ha mantenido durante 4 meses ya que el 31/enero/2022 la credibilidad de Lasso es del 26,34% y la aceptación de su gestión como buena y muy buena, del 35,16%.
En los primeros 5 meses la caída fue en picado por:
- Información compartida por 600 periodistas acerca de los Pandora Papers, la confirmación de que Lasso, sus familiares y sus testaferros tienen plata en Paraísos Fiscales, la confirmación de que nunca trajo la plata al Ecuador, lo que demuestra que el tampoco cree en su propia política económica y no invierte en Ecuador. Según Perfiles de Opinión el 78,05% de la población considera entre grave y muy grave esta situación.
- Disminución del presupuesto en salud educación y seguridad.
- Masacres en las cárceles, inseguridad y la falta de control, el enfrentamiento entre bandas, los asesinatos en las calles.
Desde octubre el debilitamiento de la institucionalidad y la democracia ha continuado.
- Asalto a la Presidencia del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social – CPCCS con la Policía Nacional y un representante del Ministerio de Trabajo
- Violación de la Constitución, falta de respeto a las instituciones de la democracia, no entregar información solicitada por otras funciones del Estado, utilización de la función judicial y los organismos de control para perseguir a los adversarios políticos, la utilización de la Asamblea Nacional, en complicidad con su presidenta Guadalupe Llori, para aprobar leyes rechazadas por la mayoría de la Asamblea.
- Prepotencia y amenazas al movimiento popular y a sus dirigentes que se organizan para resistir a las políticas neoliberales y exigir derechos.
- Falsas acusaciones de conspiración y desestabilización, sin pruebas, a la oposición, al movimiento indígena y popular, a sus dirigentes, a la Revolución Ciudadana e incluso al Partido Social Cristiano, su aliado en las elecciones en las que triunfó.
- Venta no clara del Banco del Pacifico.
Sin embargo estas decisiones y acciones políticas del Ggbierno no han tenido mayor efecto ni en la credibilidad, ni en la aceptación de la gestión del gobierno por lo que dicha caída se ha ralentizado.
¿Por qué para la caída?
Debemos recordar que Moreno desde octubre/2019 hasta mayo/2021 se mantuvo en el gobierno con una aceptación y una credibilidad menor al 10%, se mantuvo con el apoyo decidido de los poderes fácticos, los medios de comunicación, los voceros religiosos, las fuerzas armadas, el gobierno de los EEUU, los partidos políticos de los banqueros y privilegiados, el partido de Lasso, la 6 y los oportunistas como algunos sectores de Pakchacutic que privilegiaron sus prebendas a los intereses de los sectores populares.
Venimos de soportar 24 meses de PANDEMIA, con intensidades diferenciadas en diversos periodos, en los que las autoridades en lugar de enfrentar la situación para salvar vidas y reactivar la economía, se han aprovechado, promocionándose, pescando a rio revuelto, haciendo campañas proselitistas, entregando ayudas, promocionando candidaturas. Nadie asume ni determina responsabilidades. Nadie presenta un informe con recomendaciones sobre cómo actuar después de esta experiencia. Hay quemimportismo, la población se siente desamparada, desatendida, a la deriva.
En este contexto, la vacunación a 13’595.355 ecuatorianos es una muestra de atención. El desgobierno, la falta de inversión en seguridad, educación y salud, la falta de obras, los impuestos, quedan en un segundo plano frente a la certeza de tener vida.
La inseguridad, el sicariato, los asesinatos, la presencia de mafias y carteles del narco tráfico, genera medio y zozobra, los más pobres, los más afectados por las políticas económicas se han auto confinados en sus casas.
En lo político, el gobierno y sus aliados, los poderes facticos, los medios de comunicación, los voceros religiosos, las fuerzas armadas, el gobierno de los EEUU, los partidos políticos de los banqueros y privilegiados, el partido de Lasso, los social cristianos de la 6 y los oportunistas han logrado el debilitamiento de las instituciones democráticas.
La ciudadanía no cree en la Asamblea Nacional fragmentada, con bloque mayoritario de la REVOLUCIÓN CIUDADANA – UNES, con 47 asambleístas de 135, con una aceptación de solo el 13,74%, no la ve como un instrumento vinculado a las demandas populares, ni útil para el control del gobierno ni para la redacción de leyes que contribuyan a la reactivación económica, ni para garantizar derechos, es un adorno de la nueva decoración institucional. Este no es un problema que se resuelve con el cambio de la Presidencia de la Asamblea, ni con la evaluación del CAL, ni con la reestructuración de la Comisiones; la Asamblea y los asambleístas han perdido representatividad. Las funciones, judicial, de Transparencia y Control Social y la electoral tampoco tienen aceptación ni credibilidad.
Por lo tanto una de las razones para que se pare la caída es que la ciudadanía no ve posibilidades de una salida institucional. A no ser que los asambleísta logren una mayoría suficiente para “muerte cruzada”, la destitución del presidente y convocatoria a nuevas elecciones de presidente y asambleístas.
El miedo, la zozobra, la PANDEMIA, el debilitamiento de las instituciones y las repetitivas acusaciones sin pruebas de corrupción, contribuyen al debilitamiento de la respuesta popular. En el MOVIMIENTO REVOLUCION CIUDADANA – RC todavía pensamos que la salida está en las débiles instituciones y en lo electoral en feb/2023 o en el 2025, la importante campaña de afiliación no es suficiente, falta movilización y acción política; el movimiento popular e indígena, debilitado y golpeado por las políticas neoliberales todavía está en compás de espera y no toma la iniciativa para ejercer “el derecho a la resistencia frente a acciones u omisiones del poder público” como lo establece el artículo 98 de la Constitución.
¿Qué hará el gobierno?
El gobierno de Lasso tiene la responsabilidad de hacer esfuerzos y usar sus recursos y habilidades para salir de esta crisis de credibilidad y aceptación, pero no va a sorprendernos, va a continuar con lo que ha hecho hasta ahora, va a seguir insultando y mintiendo, va seguir envalentonado y prepotente, va a continuar privatizando y monetizando, convirtiendo en negocio los servicios, no va traer su plata de los “Paraísos Fiscales”, sus aliados, los privilegiados y banqueros, seguirán acumulando y seguirán enriqueciéndose, no va a combatir la codicia, está muy cómodo en esta situación, ha logrado su objetivo de debilitar la institucionalidad democrática, puede:
- ejercer su derecho al veto y bloquear las iniciativas legislativas que perjudiquen a sus aliados, los privilegiados y banqueros;
- desarrollar, vía decreto ejecutivo, algunas de sus políticas neoliberales; y
- lograr flexibilidad del Fondo Monetario, del capital financiero internacional, del BID y del Banco Mundial para desarrollar políticas de remediación a fin de frenar el avance del PROGRESISMO que tiene la iniciativa en Latinoamérica.
Con sus amenazas y falsas acusaciones de desestabilización y conspiración logra desmovilizar las posibles disidencias entre sus aliados. Los ciudadanos, a pesar del debilitamiento de las instituciones, todavía apuestan a la salida democrática y ahí el gobierno maneja los hilos.
El gobierno tiene un hilo suelto, su contradicción con el Partido Social Cristiano por la representación de la derecha y de los privilegiados, su deseo de hegemonizar fortalece a su contradictor con organización política de vieja data en todo el país, lo que debilita su posición y le permite al PROGRESISMO tener eco en su llamado para un acuerdo de la oposición.
¿Qué debe hacer el PROGRESISMO?
Rafael Correa toma la iniciativa al plantear la creación del FRENTE PATRIOTICO y DEMOCRÁTICO para la SALVACION NACIONAL como estrategia del PROGRESISMO para:
- articular una propuesta unitaria en la que participen todos los afectados por las políticas neoliberales,
- detener la destrucción y garantizar los derechos de la población más vulnerable,
- recuperar la confianza en las instituciones,
- esclarecer todo sobre la PANDEMIA, los muertos, los desaparecidos, los negociados,
- esclarecer sobre la persecución política, las acusaciones de corrupción,
- apoyar a los productores que arriesgan y generan empleo.
Se trata de un FRENTE para construir el poder popular, para construir la nueva sociedad del “BUEN VIVIR” que diseña la Constitución, NO para definir candidaturas ni para establecer un acuerdo entre membretes. En el FRENTE deben estar los productores, los industriales, los campesinos, los pequeños y medianos propietarios, los comerciantes autónomos, los transportistas formales e informales, los trabajadores ambulantes, las mujeres, los jóvenes, los indígenas, los afrodescendientes, los montubios, los representantes de los gobiernos Locales.
El FRENTE no puede ser una réplica de los que fue el Frente Unidos, ni de lo que fue UNES, en los que el MOVIMIENTO REVOLUCION CIUDADANA – RC transmitía sus propuestas y resoluciones y los aliados tenían que comentar, se debe escuchar y construir una relación basada en el respeto, sin que el hecho de la numerosa adhesión, ni el tener o no registro electoral sea determinante, que reconozca y procese adecuadamente las diferencias. Todos debemos recuperar la humildad y comprender que está en juego el FUTURO.
En el FRENTE debe estar la representación política y social del PROGRESISMO, en el que todos deben ser protagonistas, deben estar los socialistas honestos que no se ponen al servicio de los neoliberales, los comunistas, el centro, los de Sur-gente que lidera Carlos Rabascall, Centro Democrático de las lista 1, que en el 2021 nos cedieron su registro electoral, debe estar el movimiento indígena, del Compañero Leónidas Iza que en dic/2021 dijo que era un error no votar contra proyectos de ley que favorecen a los neoliberales por el solo hecho de no querer coincidir con RC, tienen que estar todos y por supuesto tiene que estar el MOVIMIENTO REVOLUCION CIUDADANA – RC.
https://www.alainet.org/es/articulo/215082