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Entrevista a Ricardo Antunes, Universidad de Campinas (SP), Brasil

Un paro patronal, y la adhesión de los camioneros autónomos, obligaron al gobierno brasileño a cambiar la política de combustibles

Fuentes: La Maza / Rebelión

Mario Hernandez.- Contanos qué está pasando en tu país con la huelga de camioneros, y mañana (30.5) van a la huelga los petroleros. Ricardo Antunes.- Es un movimiento que ya tiene 9 días. Tiene un carácter doble, por un lado mayoritariamente las empresas de transporte de Brasil que son las responsables del 55% aproximadamente del […]

Mario Hernandez.- Contanos qué está pasando en tu país con la huelga de camioneros, y mañana (30.5) van a la huelga los petroleros.

Ricardo Antunes.- Es un movimiento que ya tiene 9 días. Tiene un carácter doble, por un lado mayoritariamente las empresas de transporte de Brasil que son las responsables del 55% aproximadamente del transporte de mercancías del país. En el  44/45% de los casos el dueño del camión es el camionero, o sea, que son trabajadores autónomos. Es una categoría muy heterogénea.

Por otro lado, el sistema de transporte por carretera es monopólico, a diferencia de muchos otros países, acá no hay estructura de ferrocarriles, fue completamente destruida por la industria automotriz a partir de 1955 cuando la burguesía brasileña decidió incentivar las autopistas y destruir y no preservar el sistema ferroviario ni el pluvial. En Brasil hay ríos muy grandes, como el Amazonas y el San Francisco que podrían permitir una distribución de mercancías por navíos.

Entonces hay una paralización de los camioneros autónomos, junto con un lockout patronal. Ocurren las dos cosas. La causa principal que unificó este movimiento es que el diesel, que es el combustible principalmente utilizado por los camiones, desde el gobierno de Temer vive una situación política que es una tragedia, la privatización de Petrobrás, una política de sujeción del precio del petróleo exclusivamente a los intereses internacionales y los dueños de las acciones, que muchos viven fuera del país, que quieren una Petrobrás cobrando y exigiendo el precio del mercado.

No sé cuánto cuesta hoy en Argentina la gasolina, pero en Brasil hasta el primer día del paro que fue 9 días atrás la gasolina estaba costando 4.20 hasta 5 reales.

Mario Hernandez.- ¿Cuántos dólares serían?

Ricardo Antunes.- Esta muy valorizado el dólar en Brasil, 5 reales equivalen más o menos a U$S 1.30. Hasta hace poco estaba a 3 reales. Lo que significaría U$S 1.60 actualmente. O sea, hoy para el dueño de un camión pagar U$S 1.30/1.60 por la nafta o un poco menos por el diesel es insoportable. Y lo más grave es una política de precios que cambia todos los días. En el caso de la nafta, por ejemplo, 13.18, después 13.22, 13.50, 13.10, 12.90, después 14.10, 14.20, 14.50, cambia casi todos los días.

El Presidente de Petrobrás, el señor Pedro Parente[1], que es un hombre de los negocios, un hombre del capital financiero internacional, tiene una política de vincular el precio de la nafta al cambio diario del dólar y hay otro problema, Brasil produce el diesel crudo y lo exporta para comprarlo luego refinado como combustible. Es una tragedia completa.

El resultado fue que la paralización aglutinó propietarios o dueños de las industrias de transportes, más los camioneros autónomos, para exigir una serie de reivindicaciones al gobierno de Temer.

Actualmente, el apoyo al gobierno Temer llega al 4%, es más impopular que Color de Mello en su peor momento, mucho más impopular que Dilma en sus últimos meses de gobierno. Está involucrado en muchos casos de corrupción y sus principales ministros también, todo eso creó una situación de desempleo que afecta a 14 millones de personas, más casi 5 millones de desempleados por desaliento, es decir, aquéllos que ya no buscan trabajo, porque no hay. Más 9 millones de trabajadores precarizados. O sea, son casi 30 millones de trabajadores y trabajadoras sin trabajo o con trabajos muy precarios, informales, intermitentes u ocasionales. Una situación de recesión profunda que hace que la economía esté completamente paralizada, todo eso creó una situación de profunda inestabilidad política y fragilidad del gobierno de Temer, que fortaleció la expansión de este movimiento, donde se combina un paro patronal, organizado por las empresas para obligar al gobierno a cambiar la política de combustibles y una adhesión muy amplia y espontánea de los camioneros autónomos que no tienen organismos de representación, porque son muchas las organizaciones, pero sin representatividad. Ese es el cuadro brasileño hoy.

Mario Hernandez.- Michel Temer convocó a las Fuerzas Armadas brasileñas para intentar terminar con la protesta de los camioneros.

Ricardo Antunes.- Sí. Hay un movimiento muy conservador que está luchando por la intervención militar.

Nota del entrevistador
[1] El presidente de Petrobras, Pedro Parente, renunció al cargo de presidente de la estatal petrolera. Su renuncia se produjo un día después que los trabajadores petroleros decidieron suspender una huelga de tres días la cual buscaba sumar respaldo a los camioneros. La propuesta implementada por Parente, establecía el ajuste de precios diariamente en base a la oscilación internacional. Esto provocó un aumento del diesel en los últimos meses debido a los conflictos externos y la devaluación del real. Para disminuir el conflicto, el Gobierno de Michel Temer, decidió congelar los precios del combustible hasta finales del año estableciendo para ello un programa de subsidios por unos 2.540 millones de dólares.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.