Recomiendo:
0

Campesinos brasileros conquistan el agua

Una, entre un millon de cisternas

Fuentes: Rebelión

El gran Amazonas está muy lejos y la selva es sólo una imagen de película. El agua es aquí un artículo de lujo. La agricultura se ve amenazada y la sobrevivencia de millones de familias campesinas se convierte en una odisea cotidiana. Tal la realidad de la región semiárida del Brasil que se extiende en […]

El gran Amazonas está muy lejos y la selva es sólo una imagen de película.

El agua es aquí un artículo de lujo. La agricultura se ve amenazada y la sobrevivencia de millones de familias campesinas se convierte en una odisea cotidiana. Tal la realidad de la región semiárida del Brasil que se extiende en una superficie de 900 mil kilómetros cuadrados en varios Estados, es decir casi el

equivalente a España y Francia reunidas. En medio de sequías y economías deprimidas, la lucha de años de los movimientos sociales se convirtió en victoria y perfila ya una opción de futuro.

_______________________________________________________________

» En diciembre del 2004 terminaron de construirme la cisterna y la vida parece haber comenzado a cambiar «, murmura con enorme emoción José Luiz Santana, pequeño campesino del municipio de Turmalina, en el valle de Jequitinhonha, al norte del Estado de Minas Gerais.

Santana, de 57 años, jefe de una familia de 7 hijos, hace más de tres décadas que vive en esa región, que soporta casi seis meses de sequía crónica. Con apenas 3 hectáreas de tierra resquebrajada por el fuerte sol, una mínima producción de hortalizas y de harina de mandioca no le alcanza para sobrevivir. Lo que lo obliga a trabajar como «obrero rural» en otro campo más grande para ganar apenas 4 dólares por día. Con doble jornada diaria (su pequeña parcela y la de su patrón) el físico se agota. Y su enorme dignidad de trabajador infatigable tiene como contra cara su condición de analfabeta y el rostro desdentado por una vejez precoz.

«Con la cisterna vamos ya a tener el agua suficiente para el uso familiar durante los seis meses de sequía…un sueño hecho realidad …aunque queda ahora como desafío de futuro, como lograr agua para las hortalizas y para regar mi parcela», enfatiza Santana.

UNA VICTORIA DEL MOVIMIENTO SOCIAL

Detrás de la cisterna de Santana, toda una historia de más de un lustro de luchas del movimiento social brasilero nucleado en la Articulación en el Semiárido Brasilero (ASA). Plataforma que reúne a más de mil organizaciones sociales, sindicatos, ONG , parroquias y los más diversos movimientos a nivel nacional, entre los cuales 70 en la ASA de los Estados de Minais Gerais.

Y como producto de esa lucha, la implementación del «Programa por 1 Millón de cisternas rurales», que fue firmado ya en el anterior gobierno pero que comenzó a funcionar realmente a partir de la llegada de Lula a la presidencia del país, tal como lo explica Valdemir Lopez Viana quien es el Coordinador de dicho programa en el Centro de Agricultura Ecológica Vicente Nica (CAV), la organización más activa en la implementación de las cisternas en el Estado de Minas Gerais.

Cada cisterna es una simple pero sólida construcción cónica de material robusto que permite almacenar 16 mil litros de agua de lluvia, con una vida útil de no menos de 40 años y con un costo cercano a los 1500 reales (unos 650 dólares) por unidad. De los cuales sólo un 20 % será restituido por el beneficiario, permitiendo alimentar un fondo rotativo gestionado por las diferentes comunidades locales para la realización de proyectos de impacto social en ese ámbito.

Más de 100 mil cisternas han sido ya construidas en estos últimos casi tres años, beneficiando a un número igual de familias de las regiones más afectadas por la sequía. «Un paso esencial para mejorar la calidad de vida, aunque los desafíos estratégicos de la capacidad productiva de las mismas quedan todavía abiertos «, subraya Lopez Viana.

En efecto, cada una de esas cisternas está pensada para resolver el déficit de agua para el uso doméstico, aunque en esas regiones campesinas, consumo, autoabastecimiento alimentario, sobrevivencia y mejoramiento de la calidad de vida son partes indivisibles de una realidad global que espera respuesta desde años.

«Y es por eso que ya se está analizando la implementación de un nuevo programa, denominado P1+2 (Una tierra y dos aguas) que busca extender en el futuro el abastecimiento de agua de lluvia también para las actividades productivas», señala el técnico del CAV, uno de los expertos en la materia en la región del Valle de Jequitinhonha.

AGUA Y EDUCACION POPULAR

José Luiz Santana muestra con orgullo la cisterna nueva que comienza a ser operativa con el inicio de las lluvias. Y no olvida de explicar que «mis hijos ya fueron formados en cómo se debe limpiar la cisterna, asegurar que se mantenga siempre útil y nos brinde el agua para beber».

Junto con cada una de las cisternas construidas, se da » un intenso proceso de educación popular», enfatiza a manera de síntesis Lopez Viana. Un largo proceso promovido por las organizaciones sociales que incluye una serie de etapas consecutivas: «el estudio de las familias más necesitadas; la discusión con las mismas; las construcción participativa de la cisterna; los cursos en salud pública que van de la mano; el debate sobre la participación financiera del beneficiario para el fondo rotativo; la gestión del mismo; la construcción de proyectos sociales…»

Una cisterna, un gota de agua en el semiárido, una parcela de utopía colectiva que nace y vive…una victoria significativa del movimiento popular brasilero.

*de regreso de Turmalina, Brasil

Servicio de prensa E-CHANGER

_________________________________________________________

UN PASO MAS ADELANTE

Geraldo Luiz de Macedo es un pequeño agricultor del municipio de Turmalina. Luego de varios años de trabajar en la zafra de azúcar en San Pablo decidió retornar a su lugar de origen y lanzarse a la producción. Favorecido por una cisterna del Programa «Un Millón» y cercano a una fuente de agua natural ha hecho de su pequeña parcela un paraíso productivo. Actualmente, vende sus productos (principalmente hortalizas frescas) cada sábado en el mercado de Turmalina. Equipado de un carro de transporte (de su propiedad) puede comercializar así los productos agrícolas. Una doble gota de agua (cisterna y vertiente natural) que proyecta toda la posibilidad de » erradicar » a fondo la sequía. Dos gotas de agua y una propuesta productiva de vida que tiene hoy sabor a doble victoria (Tuto Weherle y Sergio Ferrari)