El autor es presidente del Colectivo Guantánamo*, Francia. Intervención en la conferencia: «Guantánamo: Prisioneros sin derechos, el derecho prisionero», conferencia organizada por el grupo de juristas de la sección suiza de Amnistía Internacional. Comenzaré con un chiste: ¿Saben cuál es la diferencia entre Guantánamo y Abou Ghraïb ? Que en Guantánamo, los miliitares no pueden […]
El autor es presidente del Colectivo Guantánamo*, Francia. Intervención en la conferencia: «Guantánamo: Prisioneros sin derechos, el derecho prisionero», conferencia organizada por el grupo de juristas de la sección suiza de Amnistía Internacional.
Comenzaré con un chiste: ¿Saben cuál es la diferencia entre Guantánamo y Abou Ghraïb ? Que en Guantánamo, los miliitares no pueden usar cámaras numéricas. El general Geoffrey Miller se encargó de instalar dispositivos de vigilancia interna para evitar fugas. Fue el mismo Geoffrey Miller quien se encargó de las prisiones EE UU en Irak. Su lema es un neologismo: -dice que hay que «guantanamoizar» (Ogitmo-ize?) las cárceles de Irak. ¿Y quién es este Miller ? Se trata de un general de 54 años exparacaidista texano, quien tuvo a cargo el campo de Guantánamo de octubre de 2002 a marzo de 2004. En 18 meses, instauró un sistema carcelario eficaz, que considera como «modelo» y «laboratorio». De ahora en adelante su misión es aplicar ese modelo en Irak. Un modelo que se resume a «vigilar, castigar e interrogar».
Miller fue nombrado en Guantánamo después de unos desperfectos importantes en el funcionamiento de la dirección del campo. El primer comandante del campo sólo estuvo en el puesto de enero a octubre de 2002. Y es que ese general de reserva, especialista en informes militares, tenía un pequeño defecto: también era doctor en derecho y abogado civil. Un jurista, vaya. Y ese general Michael Dunlavey, al cabo de seis meses, al ver los resultados de los interrogatorios de los prisioneros, se puso furioso. Tomó un avión con destino a Bagram, en Afganistán, la base militar EE UU próxima a Kabul, desdedonde le enviaban los prisioneros a Guantánamo, para reñir a los hombres de la CIA, dicéndoles: «Ya paren de enviarnos a los Mickey Mouse ! Ninguno de ellos es terrorista !» Sale entonces Dunlavey. A su sucesor, Rick BaccEE UU, le fue peor: este general de la Guardia Nacional de Rhode Island, fue inmediatamente mal visto por mostrar respeto a los detenidos, a quienes saludaba con un «Salam Aleikom». Empeoró su situación cuando le pidió a la Cruz Roja que pusiera carteles en el campo explicando a los prisioneros sus obligaciones como prisioneros de guerra: tenían la obligación de declarar únicamente su nombre, lugar y fecha de nacimiento y número de matrícula, y nada más. Baccus creyó que los Ocombatientes ilegales enemigos? eran prisioneros de guerra. ¡Qué equivocado estaba! Sale entonces Baccus y entra Miller. Miller instala un sistema de seguridad y de control de los prisioneros, fundado en un sistema de castigos y premios, que van desde un twinkie o un happy meal hasta el translado a dormitorios de una decena de prisioneros. Instaura el modelo de Guantánamo, secundado eficazmente por su mano derecha, que se llama -esto no es cuento- Adolf McQueen ! Ahora que está a cargo de aplicar el modelo de Guantánamo en Irak, es el general Jay Hood quien ha tomado el relevo, siguiendo el impulso de Miller en Guantánamo.
Después de estas observaciones, comienzo mi intervención.
Como pienso que hay suficientes interventores altamente calificados en esta tribuna para hablar de Guantánamo desde el punto de vista legal, voy a tratar entonces de hacer una serie de observaciones a partir de un triple enfoque: político, estratégico e histórico. Pienso que es necesario situar a Guantánamo en el espacio y en el tiempo para comprender mejor con quien estamos tratando…
<>Ante todo necesitamos una definición de Guantánamo ; aquélla formulada por el colectivo Guantánamo en su texto fundador de febrero de 2003 dice: se trata del primer campo de concentración off shore del Imperio. Los cuatro términos tienen su importancia.>
– primero, campo de concentración: Guantánamo se inscribe en la línea iniciada con los campos de prisioneros sudistas de los confederados durante la guerra de secesión y que va hasta los campos de internamiento de los ciudadanos EE UU de origen japonés durante la Segunda Guerra Mundial, pasando por los campos de concentración británicos de los Boers en Sudáfrica a principios del siglo XX o de los malayos en Malasia durante los años 40?s, sin dejar de lado, por supuesto, los campos nazis y el archipiélago del gulag soviético. Guantánamo es así una especie de condensado histórico de todas las experiencias de encierro concentracional al tiempo que es un laboratorio de experimentación de nuevos métodos, adaptados a la situación del siglo XXI.
– luego, primer campo de concentración off shore. Off shore, es el término que se emplea para designar las plataformas petroleras en el mar, esto significa: extraterritorial. Todos los campos de concentración se encontraban en un territorio jurídicamente definido, por lo general, un territorio nacional o un territorio anexado como en el caso de Polonia ocupada por los nazis. Y todos los campos tenían por lo general, por lo menos formalmente, estructuras o instancias jurídicas formales, aunque esto no cambiara en nada la suerte de los prisioneros. Con Guantánamo, asistimos a la invención de un sistema carcelario fuera de toda juridicción. Para resumir, estamos en la luna.
– y finalmente, primer campo de concentración off shore del Imperio. Es el aspecto más extraordinario de Guantánamo. He aquí un grupo de ciudadanos oriundos de 42 países del planeta, capturados en Afganistán, en Pakistán, en Gambia o en otro lugar, por soldados y policías provenientes de los EE UU y deportados a 24 horas de avión de ahí, en el Caribe. La dimensión planetaria del fenómeno es evidente. Planetaria e imperial. En Guantánamo, uno de cada 5 países miembros de la ONU está representado. Guantánamo es la primera prisión mundialista de un imperio con ambición de dominación mundial. En los años 70’s, en la época de la banda de Baader y de las Brigadas Rojas, ciertos funcionarios alemanes concibieron un proyecto que fue rechazado con cierta repulsión por sus colegas europeos: construir una prisión central europea de alta seguridad para los terroristas de todos los países del Mercado común, como se llamaba en esa época. El proyecto fue abandonado rápidamente. Ahora, Guantánamo encarna la peor pesadilla paranoica que se pueda imaginar.
Pero Guantánamo, es sólo la pieza central de un dispositivo planetario que hemos bautizado la Galaxia Guantánamo. A semejanza del archipiélago del Gulag, la Galaxia Guantánamo tiene un gran número de filiales y sucursales. Unas están dirigidas directamente por el Imperio yankee, otras están dirigidas por sus aliados y los marqueses -es decir los administradores de las marchas del Imperio.
En la primera categoría, cabe citar la base aérea de Bagram, no lejos de Kabul, en donde están detenidos un número indeterminado de «Ocombatientesenemigos extranjeros ilegales». Y luego, está Diego García, una isla del Océano Indico, alquilada por los ingleses a los EE UU Army, quienes expulsaron de ahí a los 2000 habitantes. En Diego García, se encuentran detenidos sin duda «pescados gordos», capturados en Afganistán y en Pakistán. Y tenemos razones para suponer que otros centros de detención clandestinos se encuentran dispersos en las bases militares EE UU en todo el mundo.
En la segunda categoría podemos mencionar la prisión inglesa de alta seguridad de Belmarsh, en donde se encuentran detenidos desde hace más de 2 años, 12 extranjeros musulmanes sin que hayan sido inculpados y quienes se encuentran privados de todo derecho. Otros 2 detenidos, un libio y un argelino pudieron finalemente salir de este Guantánamo inglés. Podemos asimismo citar la prisión del Cisne blanco, en la región rusa de Stavropol, en donde se encuentran detenidos 7 de los 8 detenidos rusos de Guantánamo, entregados a Rusia, también añadiremos las prisiones de Malasia, en donde se encuentran detenidos sin inculpación desde hace 2 años más de 80 sospechosos de terrorismo.
Guantánamo es el centro de una telaraña que se extiende por todo el planeta. Sus funciones son múltiples:
Su primera función es la propaganda de terror. Guantánamo como amenaza contra todos los hijos turbulentos del hemisferio Sur del planeta: «si no te portas bien, te voy a enviar a Guantánamo».
Su segunda función es de amaestramiento. El sistema carcelario adoptado en Guantánamo, tiene por objetivo transformar a esos hombres musulmanes, delgados, barbudos, catalogados como fanáticos, solidarios entre ellos, obviamente ignorantes y mal educados, puesto que ni siquiera hablan inglés, en una palabra: unos salvajes, en hombres bien, obesos, individualistas, aficionados a las hamburguesas, a la coca-cola, a la música rock y a los pins-ups para calendarios de camioneros, y claro está, dispuestos a denunciar a sus hermanos, en resumen, volverlos consumidores modelo del american way of life. Los supuestos talibanes tienen que llegar a ser Mister Smith, los hombres nuevos del Imperio. No se intentó convertirlos en presbiterianos, bautistas, metodistas o episcopalistas, pero no tardará en llegar.
Su tercera función es la experimentación de nuevos métodos de encierro, de disciplina, de interrogatorios y, hay que decirlo, de torturas. Es la dimensiónlaboratorio. A cada nuevo enemigo, el sistema imperial EE UU le ha buscado nuevas tácticas de combate militar, político, ideológico y policiaco, y de ahí surgen nuevos métodos para «Ovigilar, castigar e interrogar».
Y es que Guantánamo no se ha improvisado, sino planeado y preparado, incluso antes del 11 de septiembre de 2001 y la guerra contra Afganistán. Utilizada ara concentrar los boat people haitianos en los años 90’s, la base de Guantánamo debía acoger «Orefugiados» o prisioneros de la guerra del Kosovo, pero se abandonó la idea al último momento. Debía recibir prisioneros capturados en Irak, pero también se renunció al proyecto al comprobar que Saddam Hussein ya tenía preparado un dispositivo penitenciario muy completo.
Pero la cuarta y principal función de Guantánamo es la siguiente: se trata de una herramienta estratégica de comando al servicio de la diplomacia guerrera del Imperio. Desde Guantánamo emanan múltiples mensajes, inclusive directivas hacia los países nativos de los detenidos. Citemos algunos de dichos mensajes directivos:
1° Los interrogatorios del prisionero Fulano de tal procedente de tal o cual país, nos han permitido establecer la existencia de la red terrorista de tal en su país. En consecuencia, les pedimos con insistencia obrar con severidad contra tal o cual organización, o contra tal o cual persona. En base a interrogatorios surrealistas, el FBI y la CIA actúan incluso dirctamente en una serie de países, supervisando los arrestos. El ejemplo más masivo fue en Pakistán, el más sangriento, en Yemen.
2° El segundo mensaje a los países de los prisioneros de Guantánamo es este: si colaboran en nuestros proyectos imperiales, podremos eventualmente entregarles a sus detenidos. Fue lo que ocurrió con una serie de países, que pudieron recuperar a algunos de sus nacionales (Pakistán, Afganistán Arabia Saudita, Sudán, Dinamarca, Gran Bretaña, Tadjikistán, Argelia y otros). Colin Powell envió dicho mensaje a Francia, la semana pasada desde Copnehague. Dijo a media voz lo siguiente: si Francia aceptara enviar sus tropas en Irak, aunque solo fuera para proteger la misión de la ONU, los siete detenidos franceses podrían ser liberados.
Así, los detenidos de Guantánamo hacen, a pesar de ellos, el papel de embajadores, si no se pierde de vista que los embajadores, históricamente, han sido rehenes.
Ahora, Guantánamo, antaño conocida por la famosa canción cubana, se ha vuelto un insulto. Mencionaba el caso de Belmarsh, bautizado el Guantánamo inglés. Podría hablar del local 1391, esta prisión clandestina israelí en donde se encuentran detenidos palestinos y libaneses, la cual fue inmediatamente bautizada como el Guantánamo israelí por los mass media israelíes, cuando se descubrió su existencia el año pasado.
Resumen histórico
Paso ahora a un resumen histórico que me parece bastante acertado para encuadrar Guantánamo.
Se refiere al origen mismo de Guantánamo, que es un recuerdo vivo del Primer Imperio yankee. En febrero de 1903, el presidente Theodore Roosevelt firma con el presidente cubano, Thomas Estrada Palma -quien también era ciudadano de los EE UU – un acuerdo para la ?cesión de terrenos para el establecimiento de almacenes de carbón y bases navales en Bahía Honda y en Guantánamo. Bahía Honda jamás vio la luz, en cambio Guantánamo se convirtió en una base naval permanente. El acuerdo, confirmado en julio de 1903, estipulaba efectivamente que sólo se podría romper en caso de común acuerdo de los dos signatarios: la República dependiente de Cuba autorizaba así a las fuerzas armadas de los EE UU instalarse en una porción de su territorio el tiempo que el Imperio lo juzgara necesario. Y la necesidad se volvió cuanto más duradera que «la diplomacia cañonera» de Roosevelt I creó, meses más tarde, el Estado de Panamá, hasta entonces provincia de los Estados Unidos de Colombia. Después de que el gobierno federal colombiano tuvo la insolencia de negar una concesión territorial a los EE UU, para retomar la construcción del canal de Panamá, la presidencia EE UU se convirtió en la instigadora de una secesión panameña. Dicho y hecho, la República de Panamá era proclamada el 3 de noviembre de 1903. El 18 de noviembre, Panamá concedía a los EE UU, a perpetuidad, «el Ouso, la ocupación y el control de una zona de terrenos X para la construcción, el mantenimiento, la explotación, el saneamiento y la protección de dicho canal». El mar Caribe se transformó en un punto de pasaje directo entre el Atlántico y el Pacífico: el interés estratégico de la base naval de Guantánamo tomaba una dimensión tal que ya no se aceptaba discusión alguna.
No obstante, es de gran utilidad recordar las circunstancias históricas que permitieron a los EE UU establecer un control sobre Cuba. Para ello, hay que volver algunos años atrás. En 1895, el Partido revolucionario cubano reactiva la guerrilla contra España, potencia colonial. Al no conseguir acabar con la insurrección, la Corona española cede sus poderes a los EE UU. Asistimos entonces a un escenario mágico: el 15 de febrero de 1898, el buque acorazado USS Maine de la flota yankee explota en una ensenada de la Habana matando a los 268 hombres de la tripulación, con la notable excepción de todos los oficiales, quienes estaban invitados, esa noche precisamente, a una cena en la ciudad. La explosión fue presentada por el gobierno y los media yankees como un ataque español. Sin embargo, en 1975, una investigación del ejército EE UU concluyó que la causa más probable habría sido una explosión en el interior del Maine. La tesis oficial favoreció entonces la hipótesis de una explosion accidental causada por ceniza de carbon incandescente en un pañol cerca de la sala de municiones. Unos 105 años más tarde, otra hipótesis -plausible aunque no haya merecido la atención de la comisión de investigacion militar- fue aquella de un «atentado» que se preparó deliberadamente o que se dejó preparar deliberadamente (existe poca diferencia), con el fin de justificar el inicio del conflicto. ¿Qué concluirá la comisión de investigación del año 2079 sobre el 11 de septiembre de 2001?
El 25 de abril de 1898, respondiendo a los deseos de los grandes grupos de prensa, a los principales trust industriales y a los fabricantes de armamento,el presidente McKinley declara la guerra a España. Bajo el lema de «No olviden el Maine», la escuadra del comodoro Dewey destruyó, el primero de mayo, la flota española de Filipinas sin perder un solo hombre. Una guerra quirúrgica, en pocas palabras. El 3 de julio, es el turno de la flota del almirante Cervera, en la que se encontraba el Cristóbal Colón, de ser hundida, siempre en recuerdo del Maine, en la bahía de Santiago de Cuba. Fue una verdadera «guerra-relámpago»: sin aviones y sin división blindada, 20,000 yankees contra más de 300,000 soldados españoles obtuvieron, en menos de tres meses, la rendición de los ejércitos de María Cristina de Habsburgo, la regenta de España. Contra el pago de una indemnización, el Tratado de París en diciembre de 1898, organiza una sencilla entrega de soberanía, entre la Corona española y el gobierno de los EE UU, por las islas de Cuba, Puerto Rico, Guam y el archipiélago de Filipinas.
A diferencia de la Isla de Puerto Rico que fue anexada para quedar bajo la tutela directa del presidente de los Estados Unidos de América hasta 1952 y de Filipinas que no sería independiente hasta 1946, Cuba quedó sujeta a la administración de un gobierno militar de ocupación. El ejército yankee reemplazó el ejército español, para cumplir la misma misión: acabar con la Revolución cubana. El gobierno militar EE UU se empeñaría en reemplazar el Ejército de liberación por una guardia rural que pudiese controlar fácilmente y en la supresión de la «Asamblea representativa del pueblo cubano armado», que administraba los territorios liberados de la ocupación española. Sólo cuando hubo aplicado esta política contrarrevolucionaria por su ejército de ocupación, el gobierno yankee accedió a contemplar la posibilidad de una república cubana.
Se eligió una asamblea constituyente en noviembre de 1900 y la constitución de la República de Cuba fue votada en febrero de 1901. Una vez que el pueblo cubano se hubo dotado de una constitución que le permitiera ejercer su soberanía, las tropas yankees podrían evacuar la isla con el sentimiento de deber cumplido: la potencia colonial europea había cedido el lugar a una nueva república americana. Pero esa no era la voluntad del Imperio.
El 27 de febrero de 1901, la enmienda propuesta por el senador Orlando Platt fue adoptada por el Senado de EU: su artículo 3 dictaba que el gobierno cubano autorizaba a los EE UU a «intervenir a favor de la salvaguarda de la independencia cubana y a mantener un gobierno destinado a proteger la vida, la propiedad y la libertad individual». Con el fin de permitir el ejercicio de este «derecho de intervención», el artículo 7 estipulaba que los EE UU podrían adquirir o alquilar ante el gobierno cubano terrenos que sirvan al «establecimiento de almacenes de carbón y de bases navales en ciertos puntos que se determinarán junto con el Presidente de los EE UU.» Sobre todo, y esta era la medida más destructora de la soberanía cubana, la enmienda Platt proclamaba que el presidente de EE UU sólo dejaría «el gobierno y el control de la isla» al pueblo cubano, con la condición de que la enmienda, votada por una institución yankee, fuera «parte integrante» de la constitución de la República de Cuba.
Es Theodore Roosevelt quien pondrá en aplicación lo estipulado en la enmienda Platt. Theodore Roosevelt había preparado la guerra contra España como secretario adjunto de la Marina. Llegó a vicepresidente por la mediatización de su labor en Cuba, en donde incorporó reporteros a su círculo de voluntarios, los Rough Riders («Jinetes rudos»). El asesinato de McKinley le permitió acceder a la presidencia.
Roosevelt II (Franklin Delano) confirmará con el tratado de 1934, que no habría «nuevo acuerdo» con respecto a Cuba: los limites territoriales de la base de Guantánamo permanecerían así «mientras los EE UU no abandonasen dicha base naval». La Segunda Revolución cubana de 1959 y la contestación del gobierno castrista del perjuicio a la soberanía del pueblo de Cuba no puso en tela de juicio la existencia de la base militar más antigua de ultramar del Imperio. A lo sumo, la base fue adaptada para que se volviese autosuficiente en agua, con una planta de desalinización, volviéndose totalmente un enclave en suelo cubano.
Y este enclave fue el que sirvió de laboratorio experimental al Primer Imperio yankee (1898-1941) antes de que las bases militares se multipliquen y se dispersen en los diferentes puntos estratégicos del Segundo Imperio (1941-2001) y del Tercer Imperio (2001-?). Aquí tenemos el vínculo entre Guantánamo y la historia del Imperio yankee: fue en Guantánamo donde el modelo imperial fue puesto a prueba.
¿Y cuál es el modelo de dominación imperial yankee? Podemos resumirlo a un pequeño esquema: «atentado» > guerra >ocupación >bases militares.
Este esquema puede detallarse como sigue:
– Un «atentado» tiene como blanco un objetivo EE UU, el más simbólico posible (según el contexto histórico) con el fin de impactar la opinión pública de los ciudadanos EE UU, y por qué no, la opinión mundial.
– El gobierno EE UU, en nombre del derecho de la víctima a defenderse contra una agresión (y sin esperar los resultados de investigación alguna) declara la guerra a un Estado que pone obstáculos tanto a los derechos humanos como a los intereses del Imperio (esta confusión entre los derechos de la humanidad y los imperiosos intereses del Imperio ¿no es la prueba que se trata del Imperio del Bien?
– Los ejércitos del Imperio obtienen una victoria por capitulación que les permite ocupar el país vencido e instalar un gobierno sensible a los intereses yankees
– Este gobierno instalado por el ejército de ocupación se apresura a ceder a los EE UU, con el fin de que se proteja la independencia del pueblo recién liberado (puesto que los EE UU, tal como Napoleón I, solamente emprende guerras de liberación) bases militares por un periodo casi permanente.
Con una repetición que debería intrigarnos, este ha sido el esquema burdo de dominación en el que se basaron las tres oleadas de la expansión imperial yankee.
– La explosión del Maine justificó la invansión de Cuba y de Filipinas y la eliminación de sus movimientos revolucionarios, la imposición de la enmienda Platt en Cuba, la apertura de la economía cubana a los capitales yankees y el establecimiento de la base de Guantánamo
– El ataque del 7 de diciembre de 1941 a Pearl Harbor permitió una vasta ofensiva en el Pacífico, eliminó la competencia del Imperio nipón, lo reemplazó por una «democracia industriosa» y se sirvió de Japón como base de control y de vigilancia frente a la China comunista. Una observación de paso sobre Pearl Harbor: el ataque fue -aún recientemente- después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, presentado como un ?atentado, como si se tratara de un ataque sorpresa puesto que el Imperio nipón no había declarado la guerra al Imperio yankee. El argumento tiene que reexaminarse seriamente, pues sabemos que el gobierno EE UU había instalado en el verano de 1941, un embargo total del aprovisionamiento japonés de hierro y petróleo; medidas que Radhabinod Pal, uno de los jueces en el proceso por crímenes de guerra contra los responsables japoneses, en desacuerdo con el veredicto final, estimó que se trataba de «una amenaza evidente y real para la existencia misma de Japón.» En realidad, el gobierno EE UU había previsto, y deseado, esta guerra: el ataque aéreo contra la base hawaiana le permitió hacer cambiar de parecer la opinión pública hasta entonces en contra del inicio a cualquier hostilidad. Pearl Harbor ofreció asimismo la oportunidad de crear un gigantesco complejo militaro-industrial que permitiría a las fuerzas EE UU intervenir simultáneamente en el Pacífico, en el norte de Africa y en Europa en el transcurso de la segunda guerra mundial e imponerse como el único imperio capitalista, el 2° Imperio yankee, frente al Imperio soviético. Finalmente, hay que recordar que el ataque a Pearl Harbor tuvo lugar bajo el mandato de Franklin D. Roosevelt, primo de Thodore Roosevelt y como él, exsecretario adjunto de la Marina. Sirvió también de argumento para internar a varias decenas de miles de ciudadanos EE UU de origen japonés en campos de concentración.
– Observamos un mecanismo similar en el inicio de la intervención militar EE UU en Vietnam. Entre el 2 y el 4 de agosto de 1964, dos distroyers EE UU, el Maddox y el Turner Joy, al aventurarse en aguas territoriales de Vietnam del Norte, fueron tiroteados por vietnamitas del norte. Por lo menos es lo que afirmaron los servicios secretos de Washington (las tripulaciones de los navíos en cuestión negarán más tarde la existencia de dicha agresión). Este incidente del golfo de Tonkin proporcionó al presidente Johnson el pretexto para una intervención militar. Inició desde el 4 de agosto las primeras incursiones sobre las posiciones comunistas en Vietnam del Sur y el 7 de agosto, el Congreso le concedía plenos poderes militares para comenzar una acción contra Vietnam del Norte. El 7 de febrero de 1965, la aviación EE UU comenzó a bombardear Vietnam del Norte. El resto lo sabemos: 10 años de guerra y la derrota más importante de toda la historia imperial de los EE UU.
– Finalmente, los atentados del 11 de septiembre de 2001, justifican por ahora, la invasión de Afganistán y de Irak, la eliminación de los dos regímenes que rehusaron ceder ante el Imperio sobre la cuestión de un oleoducto en lo que se refiere a los talibanes y las segundas reservas mundiales de petróleo en cuanto a Saddam Hussein, la instalación de gobiernos a sus órdenes en Kabul y en Bagdad (cuando se haya acabado un periodo de administración militar EE UU que puede durar desde algunos meses hasta varios años) y el establecimiento o el refuerzo de múltiples bases militares en Asia central y en el Cercano Oriente.
Esto es lo que quería decir para trazar un marco general al cual cabe incorporar el desafío mundial que representa Guantánamo. Asimismo he querido darles una idea de la filosofía general que motiva el Colecivo Guantánamo. Y voy a concluir recordándoles que sólo las multitudes humanas coloreadas, informadas y organizadas pueden acabar con el Imperio y su gulag tropical. Pienso que vamos a debatir sobre este aspecto de la problemática que nos reúne.
<>* El Colectivo publica cada dia informaciones y documentos sobre Guantánamo en los sitios http://quibla.net y http://www.gwadaoka.org/guantanamo.htm. Contacto: [email protected]
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