Traducido por Manuel Talens
En septiembre de 2007, Stephen Zunes se convirtió en el centro de atención de los medios convencionales tras su encuentro con el controvertido presidente iraní Mahmud Ahmadineyad en Nueva York durante su tercer viaje a USA para asistir a la sexagésimo segunda sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Stephen Zunes es profesor de Política y Estudios Internacionales en la Universidad de San Francisco, donde ocupa el cargo de director del programa de Estudios de Oriente Próximo.
Sus artículos aparecen habitualmente en los principales medios y sitios web, entre ellos Common Dreams, Tikkun Magazine, National Catholic Reporter, Foreign Policy In Focus, Huffington Post, Open Democracy y AlterNet. Suele también aparecer como invitado en las cadenas televisivas BBC, PBS, NPR y MSNBC, donde ofrece sus puntos de vista, análisis y comentarios como experto en Oriente Próximo de temas candentes como los conflictos en Israel, Pakistán, Afganistán, Turquía e Irán.
Al igual que otros muchos intelectuales y oradores independientes, el profesor Zunes cree que los medios corporativos usamericanos y algunos grupos políticos de presión han convertido injustamente a Irán en el malo de la película, en un Estado «canalla» al que se ataca sin descanso.
En una entrevista exclusiva con Foreign Policy Journal, Stephen Zunes abundó con detalle en este asunto: «Siempre ha habido países y dirigentes que sirvieron de chivos expiatorios para que los expertos usamericanos justifiquen el militarismo y el intervencionismo de su país. A menudo, como sucede en el caso de Irán, se trata de políticas que es legítimo criticar.» Y añadió: «Sin embargo, y siguiendo con Irán, tales políticas no son fundamentalmente peores que las de muchos aliados de USA».
Le pregunté a Zunes por las razones de su oposición a lo que ha descrito como «superficialidad reflexiva» del presidente Ahmadineyad en asuntos religiosos. Me respondió: «Lo que me preocupa con el presidente Ahmadineyad, y lo que voy a decir vale también para el presidente Bush, es el uso de principios religiosos que, incluso si pueden ser manifestaciones legítimas, se utilizan para justificar políticas que son contrarias a los principios morales básicos sobre los que se basa la tradición de la fe».
Seguimos conversando y pasamos al tedioso y prolongado asunto nuclear de Irán. «No cabe la menor duda de que existe un grave doble rasero por parte usamericana, no sólo con respecto al programa nuclear de Israel, sino también al de Pakistán y la India», observó. «De acuerdo con la resolución UNSC 487 de Naciones Unidas, Israel tiene la obligación de someter su programa nuclear al Consejo de administración del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y tanto Pakistán como India están obligados bajo la resolución UNSC 1172 a eliminar sus armas nucleares y misiles de largo alcance».
Zunes criticó las presiones del G5+1 sobre Irán para que este país ponga fin a sus actividades nucleares: «El G5+1 no tiene el menor derecho a exigir que Irán cumpla las exigencias del Consejo General de Naciones Unidas mientras permite que Israel, Pakistán y la India continúen desafiando a ese mismo Consejo General de Naciones Unidas».
El autor de Tinderbox: U.S. Middle East Policy and the Roots of Terrorism [Polvorín: la política usamericana en Oriente Próximo y las raíces del terrorismo] es escéptico con respecto al reciente informe de la CIA en el que se predice la aniquilación política del régimen israelí en los próximos veinte años. «Supongo que Israel seguirá existiendo como Estado judío», dijo. «Pero a menos que esté dispuesto a aceptar una solución de dos Estados en el interior de las fronteras de la Declaración de Ginebra de diciembre de 2003 o del Plan de Paz Árabe, será cada vez un país más militarizado, represor, no democrático y en quiebra».
La hipócrita actitud de USA y sus aliados occidentales con respecto al historial de derechos humanos de Irán fue nuestro siguiente asunto de conversación. «Incluso si Irán se merece que lo critiquen por su pobre historial de derechos humanos», afirmó Zunes, «mientras que Naciones Unidas siga siendo el principal partidario militar, diplomático y económico mundial de regímenes autocráticos en el gran Oriente Próximo, USA carece de autoridad moral para señalar injustamente con el dedo a Irán».
Stephen Zunes es editor asociado de Peace Review y a escrito en muchas ocasiones sobre la ocupación israelí de Palestina y sobre las habituales agresiones de Israel contra el pueblo palestino. «Los gobiernos árabes suelen apoyar de palabra la causa palestina pero hacen muy poco a favor del pueblo palestino» dijo. «Incluso si el apoyo iraní a grupos extremistas como Hamás hace más mal que bien a la causa palestina, no debería olvidarse que los principales valedores de Hamás durante muchos años fueron los saudíes y otros Estados árabes del Golfo Pérsico, mucho más que Irán en tiempos recientes».
En un reciente artículo que ha publicado esta primavera de 2009 en la revista Yes, Stephen Zunes ha alabado el amplio apoyo internacional que los activistas a favor de los derechos humanos han prestado a los palestinos, sometidos por Israel a una masacre de tres semanas entre diciembre y enero. «En USA, principal proveedor armamentista de Israel, un número sin precedentes de grupos por la paz y los derechos humanos movilizaron a sus miembros para oponerse al gobierno de Bush y al Congreso por su apoyo a esta guerra».
El intercambio de ideas con Zunes permite que uno profundice en el conocimiento de la actualidad en Oriente Próximo y demuestra que es posible ser crítico con Irán mientras que al mismo tiempo se rechazan las políticas unilaterales e intervencionistas de USA en esa tumultuosa región, incluido su apoyo a Israel.
Fuente: The U.S. has ‘no moral standing’ to criticize Iran: Zunes
Artículo original publicado el 28 de marzo de 2009
Kourosh Ziabari y Manuel Talens pertenecen al colectivo Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Talens es también miembro de Rebelión. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.