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Venezuela bajo asedio

Fuentes: Rebelión

«Para quienes resisten, la permanencia de la inmoralidad del desorden mundial en la miseria y en la explotación se hace patente con la apropiación de palabras de libertad, de justicia y de derechos de los pueblos por parte de quienes tienen en sus manos el orden imperial y neocolonial. La dominación ha cambiado un poco […]

«Para quienes resisten, la permanencia de la inmoralidad del desorden mundial en la miseria y en la explotación se hace patente con la apropiación de palabras de libertad, de justicia y de derechos de los pueblos por parte de quienes tienen en sus manos el orden imperial y neocolonial. La dominación ha cambiado un poco sus formas y ahora intenta mancillar el sentido de las palabras. Aun así, a aquellos que viven la realidad de la injusticia, la violencia, la alienación y la explotación, la lectura de Fanon les ayuda a descifrar las nuevas supersticiones difundidas de forma insidiosa por los medios de comunicación cuya función es la de poner al servicio de los capitalistas la conciencia de los seres humanos.»

Párrafo de Introducción. Leer a Frantz Fanon hoy en día. Autora: Mireille Fanon-Mendés-France.

Perteneciente al libro: Frantz Fanon. Traducción: Marta Patrón Jiménez. Colección Pensamiento Africano de Ayer para Mañana. Wanafrica Ediciones. Www.edicioneswanafrica.com

La gran burguesía de EEUU y sus sirvientes burguesías en sus países coloniales y neocoloniales, siempre combaten a los pueblos que triunfan por encima de ellas y con gran sacrificio emprenden el camino de la defensa común. Una de las medidas de los pueblos, de las clases trabajadoras, es echar a andar un proceso constituyente, desarrollar un marco legal con el que desenvolverse y establecer la defensa de un modelo social en el que se conviva con la justicia social. La gran burguesía estadounidense y las burguesías subalternas desde el primer momento intentarán acabar con los procesos constituyentes de participación popular, siempre contra la legitimidad que es el derecho de los pueblos a decidir. Las élites burguesas, a la sombra del imperio para preservar su posesiones, combaten como quintacolumnistas del imperio, de ahí que quieran apropiarse de los términos justicia, libertad, elección en igualdad, y todos aquellos que por su ambigüedad pueden emplear para desarticular la conciencia crítica social. Desde antes de los cambios que se hubiesen producido, ya empleaban al ejército comunicacional para distraer y conformar a las mayorías en su vivir bajo un «orden» injusto. Su función es la de poner al servicio de los capitalistas la conciencia de los seres humanos. Es por eso por lo que hacen propaganda contra el pueblo trabajador que quiere decidir el futuro que le pertenece.

El centro de la opresión, el motor de la reacción mundial, lo que defiende la minoría ladrona de todo lo existente es el imperio financiero-industrial militar, que nace, crece y se desarrolla a partir de las plusvalías y los recursos naturales, intelectuales, profesionales, de los pueblos a los que falta organización, fuerza para defenderse. Es la guerra mundo, y los pueblos se tienen a ellos mismos, fuerza de trabajo, todo eso de lo que no disponen esta por conseguirse. En el Caribe y América primero fue Cuba, no mencionemos las desgracias que la burguesía imperial y la burguesía mercenaria del imperio ha hecho pasar al pueblo cubano y le hace pasar hoy mismo. En la lista de países en el proceso de liberación de ese continente se encuentran Venezuela, Bolivia, Nicaragua, y hay otros que se aproximan a ese comienzo de primera meta, México.

No se olvide nunca que la opresión imperial dispone a su ejército informativo para que mantenga la dominación del pensamiento y preserve los intereses de sus amos, el orden establecido por la clase burguesa imperial. Ahí está ese ejército tapando con subterfugios, tergiversaciones, falsas noticias, velos, mantas, y hormigón, cuando les resulta necesario ocultar las operaciones economicas, financieras, políticas, militares, de los defensores de la explotación.

Detrás de los medios informativos de propaganda se articulan otras trincheras, pero la última defensa de la burguesía es la militar, golpes de Estado, revuelta mercenaria, invasión o intervención militar directa, y como todas las medidas para la burguesía son un negocio, también lo es la guerra, el negocio de la guerra, el negocio más inhumano y por tanto el más injusto. Si el pequeño grupo que forma la gran burguesía estadounidense es el que mete más dinero en la fabricación de armas, y mete dinero en la revuelta mercenaria con las burguesías nacionales, es sólo porque quiere establecer la mayor explotación posible, y la mayor explotación posible si encuentra resistencia en un pueblo, es la provocación de la guerra, y, no se olvide, no seamos inocentes, lo hace sólo porque le da beneficios, las mayores ganancias, y adiós sistema de explotación de la mano de obra, ha dejado de interesarle, ha pasado a segundo plano, la mayor inhumanidad es primero, acabar con las vidas del pueblo trabajador es negocio: la industria militar de EEUU es la que fabrica y vende más armas en todo el mundo, el imperio se mantiene con ellas, sin la venta de armas y el empleo en sus guerras EEUU se hundiría, es imperio por la fuerza. Pero apúntese esto: se encuentra en decadencia, hay muchos países que abandonan el dólar y comercian con su propia moneda o acuerdan otra de referencia, hay grupos de países que comercian en igualdad de condiciones, que se organizan sin depender de EEUU, se construyen alianzas, se firman acuerdos, se proyectan inversiones para el desarrollo y la solidaridad entre pueblos, se intercambian apoyos sin generar dependencias impuestas por los imperialistas, y eso enfurece a semejante bestia, la bestia que tiene sembrado el globo terráqueo de bases militares y dispone los gobiernos títeres.

Atienda a estos dos datos, 1: el presupuesto o la inversión del régimen de EEUU en armamento es dos veces la del resto del mundo. Y 2: la cúpula de poder estadounidense la conforman 8 capitalistas que se han hecho dueños de la riqueza de la mitad de la población mundial. Su sistema de producción, capitalista, ha generado tanta injusticia porque su modo de organización clasista es tan injusto como lo acreditan esos dos datos. Sus bancos han venido fabricando el dinero que su ejército -informativo, económico, industrial militar- lo pone en nuestras vidas como el único valor, si no tienes dinero no vales nada, por esa concepción es por la que los capitalistas son dominantes, y sus empleados defienden como norma de vida mediante la colonización cultural ideológica, la presión política y económica o la imposición militar, el pensamiento dominante es el de la clase dominante, es el pilar de su funcionamiento.

El control de la información supone homogeneizar el pensamiento general de la sociedad, eso se puede ver conociendo al poder dominante, que por supuesto lo es el dueño de las nuevas tecnologías y las redes sociales, nuevas formas de difundir la información. Hay que detenerse en el caso un momento: según los estudios sociológicos realizados sobre la campaña electoral del fascista Bolsonaro, se ha comprobado que su propaganda fundamentalmente se hizo en las redes sociales. Eso mismo habían declarado en el caso del ascenso de Trump, se elegía al perro guardián del gran capital, fue una elección entre ricos para presidir el régimen padre de las dictaduras en el mundo Y si miramos a España lo que vemos es el mismo operativo en las redes sociales para difundir al partido fascista Vox.

Un ejemplo estrella de dominio por medio de la guerra comunicacional lo tenemos en EEUU: durante 2017 en tan sólo 90 medios de difusión estudiados, ¡sólo 90!, se contabilizaron 3.380 ataques furibundos contra Venezuela.

Otro dato que nos indica la importancia de los medios de difusión para asegurar la dominación ideológica-cultural lo tenemos en España: en tan sólo uno de los medios de propaganda yankee como es El País, en los últimos 365 días de 2018 ha falsificado noticias y ha atacado descaradamente con ellas a Venezuela 249 días, sin retractarse ni una sola vez. En la guerra declarada contra el país bolivariano, además de El País y todos sus medios de difusión, participan los restantes periódicos, más declaradamente de derechas hasta llegar al fascismo,todos han rebasado esa cifra, para que luego hablen de la libertad de expresión: El Mundo, ABC, La Razón, y sus submarinos radiales, televisivos, de difusión general y autonómicos y provinciales, además de esos otros que nos engañan diciendo que son independientes, un ejemplo de última hora: la noticia en torno a Venezuela ha sido la del golpe de Estado contra el Presidente electo democráticamente Nicolás Maduro, todos los periodistas y la base militar periodística en la que se apostan han venido diciendo que el mundo entero o en su defecto la mayoría de los países del mundo han declarado que las elecciones fueron un fraude y por tanto Maduro es un dictador, algunos le llaman tirano, no dicen que sólo en el primer día tras las elecciones hubo 148 países que lo reconocieron, entre los 148 países se encuentran Rusia, China, India, Asia entera, excepto Japón, África entera, es el mundo al revés de lo que han dicho éstos mercenarios, y que los 148 países que apoyan al Presidente Nicolás Maduro reúnen a 6.300 millones de habitantes, la inmensa mayoría del planeta; ¿qué duda hay sobre quién es el demócrata cuando lo han reconocido como ganador en las elecciones? Y si vamos a ver quienes o qué gobiernos están contra Maduro, quienes aprueban el golpe de Estado que ha impulsado el régimen imperial nos encontramos que son todos de la órbita de la clase imperial, que entre todos ellos reúnen a 1000 millones de habitantes.

Podemos ver aquí que el trabajo de esos medios de difusión no es informar, su trabajo para la gran burguesía estadounidense es falsificar la realidad y difundir ideología proimperialista. Su trabajo principal no es informar sino proyectar comportamientos, mentiras, falsificaciones, que cuidan los intereses del imperio, difundir sus símbolos culturales y noticias con la visión colonial del trato a pueblos, acusándolos de ser incapaces de salir adelante y estar siempre metidos en guerras, hambrunas, malos gobiernos, corrupción y desgracias sin fin, ocultando la historia pasada de genocidios y robos llevados a cabo por las burguesías europeas, antes y ahora, con la dominante estadounidense hoy. ¿Qué ocultan semejantes militares de la falsificación?: que el capitalismo en su expresión máxima se extiende de forma imperial, y que el imperialismo, la dominación del capital global, tiene escondido bajo una manga el puro fascismo, que se construye sobre la mentira y la falsificación de la información, ya lo decía Goebels: repte una mentira un millón de veces y la gente creerá lo que dices como si fuese la verdad.

Los medios de difusión, esas empresas que ocupan la primera línea del frente de guerra del capital, tienen el cometido asignado de confundir, aplacar, adoctrinar, ablandar, conformar, y atacar al país que se rebela contra el régimen imperial, que impone al resto del mundo su sistema económico basado en la injusticia social, que impone internacionalmente sus leyes, con su comercio o con la guerra, para cohesionar a su entorno bajo su poder financiero industrial militar.

Para terminar, los medios de difusión cumplen una tarea fundamental en la conformación del pensamiento general que protege a sus dueños. Lenin declaró hace ahora 100 años: Los capitalistas llaman libertad de imprenta a la libertad de soborno de la prensa por los ricos, a la libertad de utilizar la riqueza para fabricar y falsear la llamada opinión pública.   Y ahora,   con el desarrollo del capitalismo imperial más grande nunca conocido, los medios de difusión no esperan que se les soborne, se encuentran directamente vinculados a la financiación del gran capital, pues son portadores de sus intereses. Sólo tenemos que poner en relación y en perspectiva hechos que parecen poco importantes e integrarlos en una larga secuencia histórica , nos indica Mareille Fanon-Mendés-France en su introducción Leer a Frantz Fanon hoy en día, al libro Fanon.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.