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Venezuela, golpeada por los yanquis, como a Cuba en los 60

Fuentes: Rebelión

1. Al parecer, según informan sectores derechistas, los estudiantes han asumido «un rol inusitado» en Venezuela, que debieron asumir los partidos políticos, y en este momento la parte de la población venezolana que está a favor del ‘No’, se siente más representada por los estudiantes.  Pero el movimiento estudiantil no presenta un frente unánime. Hay […]

1. Al parecer, según informan sectores derechistas, los estudiantes han asumido «un rol inusitado» en Venezuela, que debieron asumir los partidos políticos, y en este momento la parte de la población venezolana que está a favor del ‘No’, se siente más representada por los estudiantes.  Pero el movimiento estudiantil no presenta un frente unánime. Hay grandes grupos de universitarios que se definen como bolivarianos y revolucionarios, y muchos de ellos integran una Comisión Presidencial para la Reforma. Mientras tanto los partidos de la oposición parecen no tener estrategias claras frente al próximo referendo. Los dos principales partidos, el socialdemócrata Un Nuevo Tiempo y el centro derechista Primero Justicia, han empezado una campaña publicitaria a favor del «No»; otros debaten si se debe participar en la votación. Sin embargo sus acciones parecen no trascender por ahora de lo simple publicitario en los medios de comunicaciones.

2. En realidad un sector de la población, en particular los estudiantes de colegios privados, es manipulado por los medios de información golpistas al servicio de los empresarios venezolanos derechistas y asociados al gobierno de EEUU. Desde que en 1999 triunfó Hugo Chávez se desató una gran campaña para desprestigiarlo y buscar su caída; la misma acometida ha sufrido Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador por ser cercanos a Chávez. Pero Venezuela va rápidamente a su consolidación y eso desespera a sus enemigos, tal como sufrieron cuando Cuba, siendo una pequeña isla a unas cuantas millas del país más militarizado del mundo,  se proclamó «el primer territorio libre de América». Desde entonces todos los gobiernos, a partir del de Eisenhower, no descansaron de cometer atentados contra Fidel Castro por ser un «líder comunista» que no tenía «compatibilidad» con la ideología  monroísta del Tío Sam».

3. Como en las concentraciones en el mundo de los sesenta el «Cuba sí yanquis no», hoy el grito debería ser: «Venezuela sí, yanquis no». Han trascurrido más de 40 años y los gobiernos y empresas de los EEUU siguen estando a la vanguardia en invasiones, asesinatos y despojos en todos los países del mundo, incluso el propio. A principios de los sesenta Cuba sufrió bombardeos, quemas en sus cañaverales, sabotajes, invasión en Playa Girón, varios intentos para asesinar a Fidel Castro, para concluir luego con un bárbaro bloqueo económico y político ordenado por los EEUU, a los países de América, para someter a Cuba al hambre y obligarla a volver a la explotación y el comercio capitalistas. Fidel, en sus gigantescas concentraciones, pudo convencer a su pueblo y evitar cualquier pequeño grupo disidente. En Venezuela, la libertad burguesa, le ha dado fuerza a la oposición derechista y a los agentes yanquis para luchar contra el gobierno.
 
4. Venezuela, como Cuba hace más de 40 años, es la vanguardia de la lucha contra la explotación y la guerra imperial. Las diferencias entre la izquierda mundial que pudieran haber con Hugo Chávez o con Castro en su tiempo, pasan a segundo término ante la lucha contra el enemigo principal de los pueblos del mundo, el gobierno yanqui. Hoy Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador y Nicaragua, con el apoyo de Argentina, Brasil, Uruguay, pueden ser la alternativa para cambiar a fondo la economía y la política en América Latina en beneficio de los explotados. Sin duda hay discrepancias con la izquierda radicalizada en varios países que exigen políticas más a fondo, comprometidas con cambios más rápidos y profundos. Pero por ahora ese no puede ser el problema fundamental. La batalla contra el imperialismo yanqui y los poderosos empresarios asociados con él en cada país está en primerísimo lugar. Ese es el enemigo principal.
 
5. En los sesenta vivimos la experiencia de la revolución cubana triunfante a partir de la formación de un «foco guerrillero» que conquistó en menos de tres años el apoyo total del pueblo cubano. A partir de ese modelo surgieron guerrillas en más de siete países de América Latina que como guerrillas (con excepción de la colombiana) desaparecieron por una u otra razón. En los setenta surgió una nueva experiencia: el triunfo electoral de un izquierdista o socialista en Chile (Salvador Allende) sometido por una constitución burguesa y una poderosa clase empresarial, que en menos de tres años (con el total apoyo yanqui) lo derrocó y asesinó. A partir de Allende se demostró que el modelo guerrillero era más efectivo que el electoral, a pesar del gran bloqueo económico contra Cuba. Después vino la confirmación con el triunfo sandinista en Nicaragua, pero su derrocamiento por los EEUU y otras experiencias, impulsó a una nueva revisión.
6. No recuerdo si Pablo Dávalos, importante intelectual y asesor de la CONAIE ecuatoriana planteaba la idea en el sentido de que «el escenario de confrontaciones y de lucha de clases se ha ido desplazando poco a poco de las calles y las organizaciones sociales, hacia las instituciones del Estado Que la dirigencia está controlada (como se dice) por liderazgos construidos y legitimados desde las movilizaciones sociales y que son parte de los denominados gobiernos progresistas o de izquierda. Que en otras palabras, «el escenario de confrontación del socialismo del siglo XXI está en lo institucional, no está en lo social y organizativo». Si esto es así, teniendo como base muchas experiencias continentales de lucha, entonces habría que movilizar a los trabajadores  buscando consolidar gobiernos al estilo Chávez, Morales y Correa mientras se desarrollan las condiciones para un poder directo desde abajo.

7. Entre los marxistas, haciendo referencia a Chávez y el llamado Socialismo del Siglo XX1, se señala que «no hay idea más antisocialista que decir que el socialismo nace en un gabinete, de la idea y voluntad de unos pocos que presentan luego el proyecto a los trabajadores»; que «el socialismo nacerá, si nace, de la creatividad, experiencia, voluntad, conciencia y participación de éstos o será una caricatura paternalista y burocrática»; que el socialismo prescinde, entre otras cosas, del Estado, expresa una relación actual de clases, y por el contrario, eliminado el capitalismo y afirmada la democracia, eliminadas la ignorancia y la miseria, pasar a administrar sólo las cosas. Sin embargo, parece que las discusiones comienzan a tomar otros cauces ante la experiencia de muchos fracasos «socialistas» y la urgente necesidad de volver a discutir a fondo los diferentes modelos y socialismos de los últimos 150 años.

8. Ante los distintos «modelos socialistas» fracasados (Rusia, China, Yugoslavia, Europa del Éste) es importante hacer una profunda revisión de lo sucedido. Los avances de las luchas sociales en los últimos 25 años y las posibilidades de cambios profundos en algunos países, sobre todo fortaleciendo la lucha contra el imperialismo y el capitalismo mundial, es obligado analizar sin prejuicios lo sucedido. La clase obrera, los indígenas, los campesinos, la llamada sociedad civil, parece jugar un rol muy diferente al de los años 60 o 70. En última instancia, si el objetivo es luchar por el socialismo, por una sociedad igualitaria, la diferencia está en los medios que usemos para luchar en mejores condiciones para lograr avances reales. Otra vez hay que revisar las posibilidades y las limitaciones de los modelos: electoral, guerrillero, de las luchas de masas en las calles, de las huelgas obreras y de las ocupaciones.