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Venezuela prueba modernos misiles rusos y Trump vacila

Fuentes: Rebelión

Venezuela ya tenía baterías antiaéreas rusas modernas y ahora recibió un nuevo lote cuyo contenido se mantiene en reserva.

Hace una semana hizo unas pruebas en la isla de la Orchila que seguramente fueron observadas atentamente por los satélites estadounidenses. El armamento cosiste en baterías antiaéreas BUK-31 y Pantsir además de las SAM300.  La combinación de todas ellas  crea varias cortinas de  misiles letales que los F-35 estadounidenses, que no son tan invisibles como proclama la propaganda, pueden tener mucha dificultad en atravesar y cada uno de esos juguetes de la Lockheed Martin cuesta  mas de  100 millones de dólares. 

Venezuela tiene también baterías  SAM300 que detectan aviones u objetos volantes a 300 km de distancia y pueden  atender hasta 37 objetivos al mismo tiempo. Hace poco que en la Duma rusa se aprobó la entrega a Venezuela del Oreshnik, el último y secreto misil ruso de alcance intermedio (1.500 km) y de una potencia destructiva de 10 kilotones, igual al de la bomba atómica de Hiroshima, sin ser arma nuclear, pero cuyos rayos alcanzan a más de 4.000 grados de calor, temperatura de la superficie solar.

El firme apoyo de Rusia a Venezuela hace vacilar a Trump, para quien sería políticamente mortal un fracaso en el Caribe frente a Venezuela  y también físicamente mortal si es que se realiza esa idea de la Duma de entregar el Oreshnik a Venezuela, porque Washington quedaría dentro de su radio de acción y Estados Unidos no tiene nada que pueda interceptar un misil hipersónico maniobrable.  Se rumora que Trump se demora tanto en  tomar su  decisión de atacar a Venezuela porque hace muy frecuentes visitas al WC.

En fin, es bueno para todos que lo piense bien, porque Venezuela  no aspira a humillar a Estados Unidos, solo aspira a que la dejen vivir en paz y que cesen las sanciones y medidas estadounidenses hostiles que hacen miserable la vida de su población y provocan la emigración masiva de los venezolanos más aptos a ganarse la vida en cualquier parte del mundo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.