En fin, con el surgimiento de las nuevas vacunas que se están aplicando ya en decenas de países, y de otras en desarrollo, se abre un largo periodo esperanzador que se prevé pueda extenderse durante este y el próximo año 2022
Mientras los hombres de ciencia trabajan afanosamente para convertir en realidad los sueños que alivien el dolor humano en una especie de maratón que puede significar meses o años intensivos, existen otros que con ojerizas pagadas o prejuiciadas, y con una carga inocultable de reflejos condicionados, intentan poner en duda y desbaratar el hallazgo o la obra innovadora de los científicos.
Así ha ocurrido mucho en los tiempos pasados, y hoy ocurre lamentablemente durante la pandemia de la Covid-19. Cuando debiera ser digno de elogio y resalte cualquier remedio o método que salve aunque sea a un solo ser humano, en el momento en que cada día fallecen miles, es una canallada y hasta un crimen hacer campaña de dudas, desestímulo y oposición a una solución salvadora.
También vale reconocer que entre las poblaciones de varios países, los ciudadanos comunes, según sus valores y libres opiniones, han manifestado aceptaciones favorables o no en cuanta a las vacunas, en que están presentes múltiples factores que determinan las valoraciones particulares en torno a este fármaco preventivo.
Esto ha pasado con la vacuna rusa Sputnik V, aunque poco a poco las mentiras abiertas o subliminales se van esfumando en retirada,. A pesar de las afirmaciones de las autoridades científicas rusas, de prestigios indiscutibles, solo hace un día, cuando la revista The Lancet publicó los aspectos relevantes de la metodología aplicada para la obtención de la vacuna y los resultados obtenidos, tal parece que se consagró la efectividad de la misma.
Es necesario reconocer que ninguna vacuna por sí misma garantizará la inmunización en un corto periodo de toda la población mundial ascendente a más de 7 mil millones. De ahí que sean legítimos y plausibles los esfuerzos de grupos de científicos de varios países que trabajan en más de 100 proyectos de candidatos vacunales. Por ejemplo, Cuba, con una vasta experiencia y con centros científicos especializados en vacunas, tiene 4 proyectos avanzados que deben alcanzar resultados positivos en corto plazo.
Considero conveniente ahora señalar algunas de las características del estudio final de la vacuna Sputnik V.
Importa señalar que sus descubridores señalan que es la primera vacuna registrada en el mundo a base de una plataforma probada basada en vectores adenovirales humanos. Se ha registrado ya en 16 países. Su nombre proviene del primer satélite espacial soviético lanzado en 1957.
El ensayo clínico se realizó en más de 31 000 voluntarios en Rusia y se han realizado ensayos clínicos en varios países.
Su ha comprobado una eficacia del 91,6 % y se administra en dos dosis.
Tiene dos características fundamentales para su aplicación generalizada que son las siguientes: 1. El costo de una dosis es de menos de $ 10 y 2. La forma liofilizada o seca de la vacuna se puede almacenar entre +2 y +8 grados Celsius, lo cual garantiza una fácil distribución.
Hasta ahora se señala que la vacuna será producida en instituciones de varios países, a fin de garantizar su distribución y comercialización.
En lo que se refiere al mecanismo de inmunización presente en el producto vacunal se ha señalado que está basado en vectores adenovirales. 1, 2, 3 El uso de adenovirus humanos como vectores es seguro porque estos virus, que causan el resfriado común, no son nuevos y existen desde hace miles de años.
“Los “vectores” son vehículos que pueden introducir material genético de otro virus en una célula. El gen del adenovirus, que es el causante de la infección, se sustrae y en su lugar se inserta un gen con el código de la proteína de otro virus. El elemento insertado es seguro para el organismo y ayuda al sistema inmunológico a reaccionar y producir anticuerpos que nos protegen de la infección.
Tan pronto como empezó la pandemia de COVID-19, investigadores rusos extrajeron del nuevo coronavirus SARS-COV-2 fragmentos de material genético que codifica la información sobre la estructura de la proteína S (la proteína que forma la «corona» del virus y es responsable de su enganche a las células humanas), y los insertaron en un vector adenoviral ya conocido para su inserción en una célula humana, creando así la primera vacuna del mundo contra el coronavirus del SARS -COV-2.
Con el objetivo de asegurar una inmunidad duradera, científicos rusos han desarrollado la idea novedosa de usar dos tipos diferentes de vectores adenovirales (rAd26 y rAd5) para la primera y segunda dosis de la vacuna, reforzando así su efecto inmunizador.”
En fin, con el surgimiento de las nuevas vacunas que se están aplicando ya en decenas de países, y de otras en desarrollo, se abre un largo periodo esperanzador que se prevé pueda extenderse durante este y el próximo año 2022, en que se podrá valorar el cese de la COVID-19 como epidemia o su permanencia como endemia, con las consiguientes campañas de inmunizaciones, según el grado y duración de la inmunidad alcanzables, que investigaciones futuras demostrarán.
Notas:
1 https://sputnikvaccine.com/about-vaccine/
2 https://sputnikvaccine.com/esp/about-vaccine/human-adenoviral-vaccines/
3 Sputnik V COVID-19 vaccine candidate appears safe and effective / https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(21)00191-4/fulltext>
Wilkie Delgado Correa. Doctor en Ciencias Médicas. Doctor Honoris Causa. Profesor de Mérito. Universidad de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba.