El Presidente venezolano Hugo Chávez Frías estuvo 9 horas en Quito, pero su trajín fue muy intenso. Se dio tiempo para suscribir dos convenios con el gobierno de ecuatoriano en materia energética, almorzar con el Presidente Alfredo Palacio, visitar la tumba del Mariscal Antonio José de Sucre y el Museo de Manuelita Sáenz , saludar […]
El Presidente venezolano Hugo Chávez Frías estuvo 9 horas en Quito, pero su trajín fue muy intenso. Se dio tiempo para suscribir dos convenios con el gobierno de ecuatoriano en materia energética, almorzar con el Presidente Alfredo Palacio, visitar la tumba del Mariscal Antonio José de Sucre y el Museo de Manuelita Sáenz , saludar con sus simpatizantes y hasta ofrecer una rueda de prensa que duró más de dos horas.
La visita de Chávez sirvió para fortalecer las relaciones entre Ecuador y Venezuela que han tenido algunos impasses, por la acción de algunos funcionarios del gobierno de Palacio que han tratado de dañar las relaciones entre los países haciéndose eco de la campaña anti-Chávez del gobierno de Estados Unidos. Recordemos que en el pasado mes de marzo, el actual secretario de comunicación, Enrique Proaño, acusó al gobierno venezolano, sin aportar pruebas, de «estar atrás» de las movilizaciones protagonizadas por el movimiento indígena contra el Tratado de Libre Comercio. Proaño, en esta ocasión, no apareció y la visita del Presidente Chávez se desarrolló sin contratiempos.
La visita de Chávez se da en una situación especial que vive el Ecuador: el gobierno de Alfredo Palacio, tras un largo periodo de dudas, dio por terminado el contrato con la empresa estadounidense Occidental por incumplimiento del contrato firmado con el Estado en el 2000. Con ello, todas las instalaciones de la petrolera así como los 100.000 barriles diarios que ésta producía pasaron a manos de la estatal Petroecuador. Anteriormente, se aprobó, por iniciativa del actual Ministro de Finanzas Diego Borja, una ley que obliga a las empresas transnacionales a compartir con el Estado en un 50% las ganancias de los excedentes petroleros. Todo esto ha irritado tanto a Estados Unidos como a las elites empresariales ecuatorianas, pues las medidas adoptadas por Palacio enterraron -por el momento- el proyecto del TLC y forzaron incluso a la salida del ministro de Comercio Juan José Illingworth y el jefe negociador Manuel Chiriboga.
En estas circunstancias, el acercamiento a Chávez es percibida por las elites empresariales, la derecha y cierta prensa como una «alineación automática con el eje del mal compuesto por Evo, Chávez y Fidel». En esta línea, incluso un dirigente de un gremio empresarial dijo que el país está de luto por la presencia de Chávez, sin embargo centenares de personas y decenas de organizaciones sociales no piensan así, concurriendo en gran número a saludar y facilitar al Presidente Chávez.
Acuerdos energéticos
Durante la visita de Chávez se firmaron dos convenios en materia energética, que según el mandatario venezolano «serán dos piedras fundacionales de una nueva era de relaciones entre Ecuador y Venezuela».
Estos acuerdos será ampliamente beneficiosos para el Ecuador, pues le permitirán procesar en las refinerías de Venezuela hasta 100.000 barriles de crudo obteniendo a cambio «volúmenes equivalentes» de productos derivados, es decir gasolina, diesel, etc. Al respecto de este convenio, el presidente Chávez manifestó a los periodistas: «Lo que vamos a hacer nosotros es prestar alguna capacidad de refinación que tenemos para que Ecuador mande allá su petróleo, lo procesamos lo convertimos en diesel, gasolina, derivados, ¿que vamos a cobrar? Solo los costos de los insumos, no queremos ganancias, la ganancia es para la integración, y entonces el Ecuador refina el petróleo y lo vende y la ganancia es para Ecuador, estamos utilizando una capacidad ociosa que tenemos en algunas refinerías, eso implica para Ecuador cerca de US$ 200 millones al año».
Cabe indicar que los altos precios del petróleo no están beneficiando al Ecuador pues éste vende petróleo crudo pero a la vez importa derivados a precios mucho más elevados.
El convenio entre Venezuela y Ecuador tendrá una duración de un año y posiblemente no será renovado por Venezuela pues proyecta incrementar la producción en el 2007 de 3.3 a 3.5 millones de barriles y ocupará la capacidad ociosa de sus refinerías. Sin embargo, para superar este problema, el gobierno de Chávez tiene una segunda propuesta: ayudar a Ecuador «a ampliar su refinería y construir una nueva refinería para que refinen aquí todo lo que les haga falta y además exporten no el petróleo crudo sino refinado. Miren la diferencia: Ahora, mientras el precio del barril de 149 litros está a 61.31 dólares, el barril de gasolina está en 82.2. Entonces la pérdida es doble, porque (el Ecuador) deja de percibir 21 dólares por barril, porque en vez de venderlo como gasolina lo venden como crudo, y la segunda pérdida es que tiene que comprar la gasolina al precio de mercado de 81 dólares. Es una perdida cuantiosa, si Ecuador exportara 500.000 barriles procesados significaría 10.5 millones de dólares diarios o sea 3.700 millones al año, casi el 50 por ciento del presupuesto del Ecuador, pregúntese cuantas escuelas y hospitales se puede construir, por eso, lo que ha hecho Evo Morales es lo correcto, lo que nosotros estamos haciendo eso es lo correcto», señaló Chávez.
Otra parte de los convenios se refiere al gas líquido de petróleo. Venezuela suministrará a Ecuador 21.000 barriles diarios, pero la propuesta va más allá: la creación de una empresa mixta entre Petroecuador y PDVSA para eliminar a los intermediarios capitalistas que encarecen el producto. Con un convenio de gobierno a gobierno, se podría incluso bajar el precio del gas hasta en un 20 por ciento.
Así mismo, los presidentes de Ecuador y Venezuela acordaron conformar «una comisión mixta para estudiar otros proyectos en el campo de la salud, la alfabetización y la protección ambiental».
«Estos 7 meses de gobierno que le quedan a Palacio los vamos a utilizar para construir un piso muy sólido de relaciones en lo político, en lo económico, en lo técnico, científico, en lo energético, para que, con el próximo gobierno que designe el pueblo ecuatoriano en octubre sigamos, ojalá, trabajando en esas relaciones profundas de integración verdadera, a lo Bolívar, a lo Sucre a lo Manuela Sáenz», puntualizó el mandatario venezolano.
La CAN ha muerto
El presidente Chávez, en el encuentro con la prensa, también se refirió al retiro de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones. En este sentido se mostró categórico: «La CAN ha muerto, ese es nuestro sentir y parecer», señaló.
«Yo llevo siete años 4 meses de Presidente -agregó- y debe constarles a todos los presidentes de los países andinos los tremendos esfuerzos que realizamos para salvar a la Comunidad Andina de Naciones, siempre dije, desde el primer momento que asistí a la primera reunión de la CAN en 1999 en Cartagena de Indias que a la CAN había que transformarla o ella iba a morir, propusimos colocar por delante el tema social en la integración, sino se coloca el tema social es inútil, es inservible. ¿Integrarnos para qué? ¿Para que crezcan las economías y crezca el comercio? Eso pudiera ser útil, pero eso para nada basta. ¿Y la pobreza? ¿Y la miseria? ¿Y los niños que se mueren de hambre? ¿Y los aborígenes de nuestros pueblos originarios excluidos? ¿Y nuestros campesinos sin tierra? ¿Y las familias sin techo? ¿Y los que no tienen educación y los analfabetos? ¿Quién le hace caso a eso? ¿El mercado? Es mentira. Somos nosotros los gobiernos los que debemos ponerlos por delante y convocar a las naciones y a los pueblos para atender la miseria… Diseñar políticas complementarias, diseñar estrategias y buscar recursos para poder atender los problemas más apremiantes de nuestros pueblos pero no se nos hizo caso».
Para Chávez, Estados Unidos, con los tratados de libre comercio acordados con Perú y Colombia, acabó la CAN. Informó que actualmente hay dos propuestas sobre el futuro del organismo: la de Evo Morales de crear la Comunidad Antiimperialista de Naciones y la del Presidente Alvaro Uribe de conformar la Comunidad Andina Bolivariana, sobre la que «habrá que analizar su contenido». Sin embargo, reiteró que Venezuela no retornará a la CAN, cuya próximo reunión está prevista para el 13 de junio en Quito.
«Morderán el polvo de la derrota»
Respeto a una posible invasión de Estados Unidos a Venezuela, dijo que su país se está preparando mucho para evitarla, aunque «sabemos que esto no está en nuestras manos porque el gobierno de Estados Unidos no actúa de manera racional: Venezuela tiene las primeras reservas de petróleo del mundo y una de las más grandes reservas de gas, y el imperio se acostumbró que durante 100 años Venezuela sea una colonia, pero ahora no es una colonia, somos libres».
Dio a conocer que Estados Unidos cuenta con «plan de invasión elaborado», del que Venezuela tiene conocimiento, pero «nosotros tenemos nuestro plan: la guerra de resistencia, comenzaría la guerra de los 100 años».
Si Estados Unidos invade Venezuela, ésta no estaría sola, en Venezuela «se concentrarán guerreros de toda esta América, porque los pueblos latinoamericanos están concientes que en Venezuela se juega parte de los destinos de América Latina… Somos guerreros, no nos provoquen, no tengan la menor duda que morderían el polvo de la derrota, así como lo mordieron en Vietnam y lo están mordiendo en Irak».
Reveló, asimismo, que en los primeros días de junio llegaran procedentes de Rusia los primeros 30.0000 modernos fusiles kalashnikov y millones de proyectiles que servirán para reemplazar al armamento obsoleto del ejército. Informó que se instalarán dos fábricas: una de fusiles y otra de municiones con tecnología rusa, además de radares de origen chino. Venezuela, además, pronto contará con un satélite propio lanzado desde China pero que será controlado desde una base de Venezuela.
«Estamos entrenando al pueblo para la guerra, para defender cada calle, cada esquina, van a tener que enfrentarse con un pueblo que va a defender con su vida el sagrado suelo de la patria. Estamos trabajando en todos los planos para evitar la guerra y si es que la lanzan: resistir y derrotarlos y garantizar que la Revolución Bolivariana siga su curso», finaliza Chávez.