Desde el revólver del llamado «Oeste americano» hasta el botón nuclear de esos a los que representa el delirante Biden, todo el tiempo que lleva existiendo EEUU lo ha hecho subido a los instrumentos de guerra, armas y más armas hasta poner en peligro al mismísimo planeta tierra.
Los mandatarios gringos no están locos, declararlos en semejante estado les disculparía, lo han declarado ellos mismos: solo tienen intereses, por eso desde su nacimiento como Estado se han configurado como minoría poderosa de asesinos, asesinos que han sembrado de muerte el mundo.
En el continente del norte acabaron con sus habitantes y en el continente sur de América, tras el pisoteo de los españoles, ingleses, franceses, alemanes, que también supuso la eliminación de la mayoría de la población indígena, en algunos casos fue total o casi total, léase Cuba, léase Nicaragua… los yanquis se movieron a base de invasiones, golpes de Estado, magnicidios, todo lo peor se hizo conocido con el nombre de “Doctrina Monroe” y su iluminismo que llamaron “Destino manifiesto”, elegidos por su dios para dominar al mundo, hoy al proyecto le dicen “las reglas”, esos dogmas que superponen a los acuerdos internacionales que figuran en los organismos dedicados a regular las relaciones internacionales.
Entre las declaraciones históricas que se refieren a los generadores del peor ambiente en América y el mundo, el desasosiego, el malestar y la inquietud general, el hambre, la muerte, las guerras, las epidemias, sobre esos generadores de los pasados, presentes y futuros nada deseables, el libertador Simón Bolívar resumió la cuenta a las generaciones de su tiempo, a las nuestras y a las futuras con las palabras siguientes: “Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miserias en nombre de la libertad”.
¿Cómo son hoy las relaciones que establece el imperio para la coerción?: todos sus pasos, sean económicos, políticos, sociales, tienen como objetivo la alteración de la vida de los pueblos, solo invierte en la subversión, y el ejemplo escandaloso es su aspiración a dañar al pueblo cubano con el mayor bloqueo de la historia, afectando así en toda la escala de asuntos sociales a todos y cada uno de los habitantes de Cuba desde 1959, y ya son varias generaciones. No hay ni una sola medida del régimen imperialista que no esté pensada para la afectación de la vida en su “América para los americanos”, así es como el poder oculto tras Biden concibe su forma de existir entre los 8.000.000 de personas.
Se puede ver cómo la vida del régimen imperial, con cierta debilidad por el surgimiento de alternativas diferentes, transcurre en la dedicación a controlar y perseguir cualquier movimiento económico y político que emprenda otro gobierno ajeno a sus intereses, y si hablamos de Nicaragua, Venezuela o Cuba en el caso del bloqueo, es harto evidente que dedica todo tipo de esfuerzos a vigilar, impedir por medio de imposiciones, castigar la desobediencia como expresa su ideario, ya lo hizo con invasiones, intentos de golpes, bloqueos, como dijo aquel que declaró la conveniencia del bloqueo contra la isla en su intención de agotar por hambre la resistencia, el genocida que servía al presidente de entonces. No solo afectar la vida de los nicaragüenses, venezolanos, cubanos, sino dificultar en la medida de su fuerza la relación de Cuba con otros países, a lo que debe añadirse la inversión imperialista en el ataque propagandístico para debilitar la fortaleza del pensamiento, la conciencia que sostiene la justicia social, la afirmación moral y política de la nación en el derecho a la independencia y la soberanía. ¿No es así como se manifiestan los propósitos de un Gobierno de opresión sobre el mundo?, ¿por qué si no invierte tanto en matar de cualquier modo, incluso matar de hambre al pueblo que se le resiste?
Ya ha superado Biden todo el daño causado por cualquier Administración anterior. ¿Qué le ha hecho Cuba, qué le ha hecho Nicaragua, que le ha hecho Venezuela, que le han hecho los restantes que quieren otro mundo mejor a los amos del complejo militar – industrial – financiero – económico?, ¿en qué mundo se empeña el imperio de la rapiña?, ¿qué entiende por promover los “derechos humanos” si su accionar está en función del mayor daño posible a los demás? Eso es terrorismo de Estado, el imperio es el terrorista, su práctica con armamento de todo tipo en cualquier parte del mundo, junto a sus pupilos europeos e ingleses principalmente, ha llegado al extremo de obligar que puede que los mesiánicos yanquis e ingleses elijan el fin antes que el entendimiento. El ejemplo que su forma de someter a gobiernos hace pensar que su juicio de valor lo ponen en un más allá sin humanos, por poner un ejemplo conocido, han hecho renunciar a algunos países a la cooperación médica cubana, países que no pueden contar con ningún otro medio de salvación: eso es terrorismo de Estado. La lista de países que sostienen y difunden el terrorismo la encabeza EEUU, y por consiguiente el resto de los ocupantes de la lista son sus seguidores entusiasmados y participantes en sus objetivos. A esa posible colaboración entre países para la asistencia médica desde Cuba llegaron a titularla “trata de personas”, ¿se puede ser más obsceno?, ¿se puede ser más deforme?, ¿se puede ser más enemigo del bien de los seres humanos? A continuación se escandalizaron y amenazaron porque Cuba recibía contribuciones de algunos gobiernos que han solicitado la ayuda médica, contribuciones que son aprobadas por las resoluciones de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales, y a pesar de esos reconocimientos a Cuba, Cuba presta su ayuda también a quienes se lo solicitan sin tener forma de aportar, Cuba es solidaria internacionalista, da su ayuda a los pueblos que le piden sin pedir nada a cambio, lo que es coherente con las palabras de Fidel: “El mundo necesita médicos y no bombas”.
Los del “Destino manifiesto” no disponen ninguna medida que palíe el daño que causa su robo de los bienes de los pueblos, recuerden las palabras de Bolívar: todas sus “reglas” están destinadas a llenar el mundo de desgracias mientras se ríen de la libertad, ¿no es así la frase? En su mente llena de obstáculos a la razón alcanzan a calificar como “trata de personas” o “esclavitud” a la ayuda puesta a disposición de quienes lo necesitan, términos que son propios de cínicos en grado de terroristas.
Un ejemplo bien actual sobre el salvamento de vidas humanas, es el desprecio con el que encubren lo que es un genocidio fruto de sus arsenales en manos sionazis: en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se oponen a parar su guerra por medio de la entidad colonial contra el pueblo palestino en Gaza, pero también en Cisjordania y Jerusalén, y con ello repite lo que quiere hacer en Cuba con el bloqueo, con los mismos ojos mira a Nicaragua y a Venezuela, en el caso de Gaza con bombas sobre la población, refugios, con el corte de agua, alimentos, medicinas, combustible. ¿Hablamos de combustible?: Cuba se ve obligada a pagar sobrecostes porque las compañías que se atreven a entregarle lo hacen pidiendo un pago adicional para cubrir multas y persecuciones por hacer el servicio, como puede verse, los alimentos, las medicinas, el combustible… son mínimos necesarios para salvar vidas, la sustracción de todo ello es contraria a la preservación de la vida: eso es terrorismo de Estado, el imperio es el terrorista.
¿Quiere usted preguntarse por qué los que emplean el terrorismo, las intervenciones golpistas, los crímenes de genocidio y cualquier acto oprobioso, por qué no se declaran autores de ninguno de esos crímenes?: porque les son imprescindibles para imponerse y alcanzar sus objetivos imperialistas. ¿Se presenta alguna posibilidad para establecer una relación respetuosa entre el imperio y naciones como Cuba, Nicaragua o Venezuela, permanentemente atacados con bloqueos, injerencias políticas, intervenciones mercenarias, acosos en falsos tribunales?
La descomposición del poder que caracteriza a EEUU, pérdidas de capacidades operativas en los mercados, monedas alternativas al dólar, abandono de numerosos países de área de dominio mundial, desgaste de la imagen pública a consecuencia sus maniobras con falsedades, con censuras generalizadas, con actitudes racistas, con robos de fondos de las naciones en bancos internacionales… abren puertas al entendimiento entre países que están hartos del dominio de quienes fueron piratas, colonizadores y ahora imperialistas. Todo lo que sucede fuera de EEUU es expresión de sus problemas internos, la sociedad capitalista es una sociedad que ha vivido con la sangre que ha chupado como una sanguijuela de los pueblos llamados “el Sur global”, ni más ni menos que el 80% del mundo.
Biden, su enfermedad de viejo, no puede decirse mental, es un signo del país que representa en fase que no va a remontar, no se sobrepone en ningún obstáculo de los que levantó Trump en su intento internacional, ni Oriente Medio, Lejano, Rusia, Latinoamérica, Trump es otro personaje que parece sacado de un trastero de muñecos con mecanismos envejecidos, no sirve para el mundo que palpita nuevo. Nos queda a la vista el imperio más terrorífico por verse incapaz y creerse “elegido por dios”, el “Destino manifiesto”. Lo que ha hecho Biden ha sido profundizar en el basurero abierto por Trump. Biden y Trump, dos alas del monstruo, se dicen diferentes en propósitos y ahí los tienen, a cual peor, las distancias entre ellos en dedicación al interior o al exterior de su país queda por debajo de la criminalidad en Europa contra Rusia o Palestina – Oriente Medio, y en lo que respecta a Latinoamérica no han cejado las manifestaciones de generales de la 4ª Flota, representantes enviados a interferir en gobiernos, la instalación de tropas en diversos países y golpes, advertencias y amenazas y agudización de tensiones con Nicaragua, Venezuela y Cuba por sus relaciones libres con China, Rusia, Irán, no hay una intención diferente y así es su compenetración en asuntos regionales e internacionales.
Hoy el imperio, en su negocio de matar, porque también es su negocio, hace cuentas en Gaza-Palestina donde su protegido colonial tira sobre la población civil las bombas que le entrega, y ya ha empleado más que en todo un año de la Segunda Guerra en Europa. El “Destino manifiesto”, planes de EEUU, asiste al ideario que los sionazis declaran y llevan a cabo, limpieza étnica, eliminación de la población autóctona, genocidio, y empleo de las armas más mortíferas conocidas antes de lanzar la bomba atómica.
En nuestros días vemos al imperialismo anglosajón tratando de sostener su hegemonía en el mundo llevando de la mano a Europa para que ejerza el papel de lacayo gustoso de servir al criminal, criminal que, ha reconocido, no tiene amigos, tan solo tiene intereses. La Doctrina Monroe” y su “Destino…”, todo lo viejo acabará muriendo en el próximo capítulo de la Historia: los BRICS, a partir de enero de 2024, muestran el mundo que viene, ¿oportunidad para los pueblos libres de América y del mundo? Estamos viviendo el desimperialismo.
Ramón Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos. Internacionalista e integrante de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN.
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