El 13 de Febrero del 2007, José María Aznar recibió el premio del JINSA -Jewish institute for national security affairs- por ser «uno de los primeros líderes mundiales en entender el peligro del terrorismo internacional». Falar del JINSA es hablar del think-thank que coordina todo tipo de recursos, materiales e intelectuales, para expandir el conglomerado […]
El 13 de Febrero del 2007, José María Aznar recibió el premio del JINSA -Jewish institute for national security affairs- por ser «uno de los primeros líderes mundiales en entender el peligro del terrorismo internacional». Falar del JINSA es hablar del think-thank que coordina todo tipo de recursos, materiales e intelectuales, para expandir el conglomerado industrial-militar a escala planetaria, impartir doctrina y ejercer una fuerte presión en la orientación de la política exterior de otros países : (http://www.jinsa.org/).
Dios los cría, ellos, se juntan. Del mismo modo que muchos políticos gallegos se van a Madrid para huir de provincias, muchos políticos madrileños se van a Nueva York por la misma razón. Ademas, cuanto más se acercan a los centros financieros, más se acercan al Vaticano. No sé si esto es un misterio divino o un misterio terrenal, lo que sí sé es que hay cosas que la teología y la sociología no pueden responder.
El 23 de Febrero del 2003, nuestro ex presidente no dudó en afirmar lo siguiente : «El régimen Iraquí tiene armas de destrucción masiva». El entrevistador preguntó : «¿Está usted seguro?». Aznar respondió, con gesto grave y solemne, y con una seguridad que cortaba el hipo : «puede estar usted seguro y pueden estar seguras todas las personas que nos ven, les estoy diciendo la verdad. El régimen tiene armas de destrucción masiva»
A día de hoy, nada sabemos de las armas, pero antes de que los ejércitos de la paz llegasen a Irak, había algo que toda la comunidad internacional sí sabía y sabe : que las democracias occidentales también tenían, y tienen, armas de destrucción masiva, y que éstas han segado, y siegan, la vida de millones de inocentes.
Con el tiempo, cuando la falsa prueba siguió sin poder demostrarse, el discurso cambió. Palabras textuales, de nuevo, del ex presidente : «Evidentemente, todo el mundo pensaba que había armas de destrucción masiva y no había armas de destrucción masiva. Esto lo sabe todo el mundo y yo también lo sé. Ahora… yo lo sé ahora. Tengo el problema de no haber sido tan listo de haberlo sabido… antes, pero es que cuando yo no lo sabía -aplausos-. Cuando yo no lo sabía, pues nadie lo sabía. Todo el mundo creía que las había, ¿sabes?» : (http://www.youtube.com/watch?
Increíblemente, José María Aznar fue aplaudido en masa por toda esta basura verbal. Son misterios de la vida : la mentira puede llegar a ser aplaudida en masa, y un hombre solitario, veraz y justo puede ser adjetivado de loco por decir la verdad a la cara del poder.
No se extrañen si no entienen nada del discurso. Hay mentiras a las que ni un artista de las palabras puede dar verosimilitiud. Un análisis diacrónico del discurso y la certeza del hecho concreto -la no existencia o imposibilidad de demostrar la existencia de las armas- son más que suficientes para concluir que José María Aznar mintió intencionadamente a la opinión pública
1- El discurso presupone que «todo el mundo» sabía o tenía que saber de la existencia de armas de destrucción masiva : Falso, y además, imposible
2- Cuando afirma que no fue tan listo como para saberlo «antes», miente de nuevo. El 23 de Febrero ya tenía que saber que no podía demostrar su existencia
La resolución 1441, adoptada por unanimidad por los 15 miembros del consejo de seguridad de las naciones unidas, reunido en sesión pública en Nueva York el 8 de Noviembre del 2002, decía textualmente : «Irak se expondría a graves consecuencias si continúa faltando a sus obligaciones». Por «obligaciones» se entiende, claro está, su inminente desarme, y por «graves consecuencias» se entiende, claro está, una intervención militar.
Me pregunto si algún día el parlamento internacional de la ONU será lo suficientemente internacional para obligar también el desarme de las grandes potencias occidentales y si será lo suficientemente internacional para hacer una intervención militar en todas aquellas democracias en las que el estado de derecho no es otra cosa que un estado de excepción, caos, miseria y desorden impuesto por el totalitarismo del mercado y las élites que lo gestionan,
Me pregunto también si la corte penal internacional será lo suficientemente internacional como para juzgar a George Bush, Tony Blair y José María Aznar por terrorismo de estado, esto es : utilización de métodos ilegítimos -que no es lo mismo que ilegales– para alcanzar sus objetivos sociales, políticos o militares. Métodos que pueden justificarse con la sacrosanta razón de Estado.
Decía Albert Camus, en Moral y Política : «La Justicia absoluta es imposible, como son imposibles el odio y el amor eternos. Por eso es necesario volver a la razón»
Y por eso, si, José María Aznar será juzgado algún día en el tribunal de la Haya.
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