Recomiendo:
3

Wagner: herramienta fundamental de la lucha híbrida

Fuentes: Rebelión

En primera instancia debemos señalar que la época actual es de reconfiguración del orden mundial, y que esa reconfiguración va en sintonía con los cambios que ha sufrido el modo de producción capitalista con la emergencia de nuevas tecnologías. Y con ellas de nuevas formas de hacer la guerra que complejizan las ya existentes. Por eso en esta transición de época y de orden, vemos que, como es común en estas situaciones, vivimos una era de amplia conflictividad. Que podemos definir como de “guerra híbrida mundial”. La guerra híbrida se despliega por medios militares y medios no militares, se despliega con formas de combate no tradicionales y formaciones armadas de diverso tipo. En este sentido Wagner es un emergente muy importante para la guerra mundial híbrida contemporánea y cumplió un rol fundamental, especialmente en África.

Otro punto que debemos considerar es cómo occidente y especialmente Europa percibe a África. Para los especialistas en seguridad occidentales, el Sahara y el Sahel son su frontera real de seguridad. De allí provienen o transitan las amenazas migratorias, terroristas y de tráfico más importantes. Por lo tanto, el avance ruso es como una enorme maniobra de flanqueo de gran estrategia. Por otro lado, pero no menos importante, está el ascenso de China y su penetración en el continente, que en la última década ha ido desplazando a Europa. Por ejemplo, el comercio de importación global con China fue el año pasado del 18% del total. Mientras en europeo es del 25%, pero en retroceso acelerado desde décadas anteriores. Es de destacar que Rusia contribuye sólo al 2% de las importaciones africanas, aunque provee el 40% de las armas que se compran en el continente (1). Aunque debemos destacar dos cuestiones: (a) que China está desarrollando una serie de proyectos de inversión en infraestructura que anuncian una cada vez mayor presencia; que China invierte en la compra de fuentes de materias primas, lo que en total colocan a China cada vez más en proyección de ser la primera potencia en África. Y (b) que las inversiones en recursos naturales, minería, petróleo y energía nuclear por parte de Rusia son muy destacados, mucho más que ese 2% de capacidad de suministrar elementos de consumo y tecnológicos. Eso significa que el avance de Rusia en el continente se da en un momento en que la capacidad europea de veto está muy disminuida por el avance de otras potencias que diversifican la influencia (no solo China como veremos). Lo que es una ventana de oportunidad que el Kremlin supo aprovechar.

Para poder encarar un análisis de la presencia de Wagner y el actual Afrika Korps (es África Corps en inglés) en el continente africano, es necesario entender no sólo la información inmediata sobre “la orquesta” (y ver si lo que circula sobre la misma, o se dice en supuestas fuentes, es verificable, contrastable por varias fuentes que permitan tener mediana certeza de su realidad), sino conocer la historia de la presencia soviética/rusa y la occidental posterior a la descolonización, y especialmente las características propias del proceso africano con sus causas internas, sus diversidades regionales y con ello las características de la presencia rusa en cada país. Si bien es cierto que podemos ver una matriz común, que es parte de una estrategia general rusa para la región, que se enmarca en el cambio de situación internacional a partir del 2014 para Rusia, y de la lucha global (guerra mundial híbrida con emergentes militares convencionales) en este periodo de cambio del orden mundial.

Los estados en los que hoy se divide África surgieron como independientes después de la segunda guerra mundial. Todos pasaron por un periodo de ocupación europea. Sin embargo, esta fue muy distinta de acuerdo a la región y tuvo una profundidad diversa, potencias coloniales distintas y una duración muy diferente. Lo mismo podemos decir de la historia y las características socioculturales de África. Varían mucho entre el Norte árabe islámico, de milenios de existencia de grandes estados, con el sur donde la colonización europea desde el siglo XVI dejó como herencia la presencia de millones de blancos como pobladores. Sin embargo, podemos destacar que el Sahel (sobre el cual centraremos nuestro análisis) tiene una historia común en todos los aspectos señalados, es una subregión sociocultural bien definida. Lo que nos permite entender un primer factor de comunidad entre los países que recientemente han avanzado en conformar una confederación. Níger, Burkina Faso y Mali, fueron conquistados por la misma potencia: Francia, al mismo tiempo aproximadamente, y son herederos de culturas que llegaron a conformar estados de un nivel de desarrollo importante, o equivalente, en la época que en occidente se llama Edad Media. 

La mayoría de los estados actuales africanos que fueron ocupados por Francia en el siglo XIX, llegaron a la independencia aproximadamente en los mismos años de la segunda mitad del siglo XX (salvo Argelia, lo hicieron de una forma que no implicó una dura guerra de independencia). En realidad, Francia intentó por varios métodos mantener su dominio en algún tipo de “comunidad” que tuviera a la metrópoli como “hermana mayor” o “tutora”. Pero finalmente los pueblos de la región impusieron una decisión absolutamente mayoritaria de independencia. Aunque no nos creamos que esa independencia fue plena. Ya de por sí el atraso, la debilidad de formaciones estatales de tipo europeo en espacios geográficos muy distintos a occidente, con instituciones y grupos regionales diversos etc. anunciaba la dificultad que las élites dirigentes independentistas tendrían para crear estados nación modernos y soberanos. A esto sin dudas se debe sumar un factor central: las metrópolis se retiraron políticamente, pero lucharon por sostener su presencia económica, y sus intereses geopolíticos. Lo que en el caso de las ex colonias francesas se manifiesta con una herramienta financiera: el Franco de África.

El Franco de África es la moneda de la mayoría de las ex colonias francesas, una moneda respaldada por el antiguo franco y ahora por el euro a través del banco de Francia. Que es el que fija el tipo de cambio. Las ex colonias deben depositar el 50 % de sus reservas en el banco de Francia y solo pueden disponer libremente de un 20% de sus reservas.  En la década de los 50 Francia dividió el sistema en dos, uno para sus colonias de África ecuatorial, con un banco central en Camerún, y otra para los de África occidental con un banco central con sede en Dakar. Ambos bajo control de última instancia francés. Básicamente es como si el Banco Central de un país fuera extranjero o estuviera en el extranjero. 

Es importante comprender esto para entender las manifestaciones antifrancesas de la región. Aunque esta falta de soberanía financiera no opera en Libia o Sudán, donde Wagner también tiene una determinante presencia, sí lo hace en la Alianza de Sahel que es donde los procesos internos avanzan en una dirección de integración nacional, e intentos de soberanía, más que de destrucción nacional como en Libia y Sudán. Y donde Wagner tiene cada vez más presencia y se ven grandes manifestaciones en las que Rusia, y Wagner, están en pancartas y consignas populares. O sea, no son simplemente asesores militares, o mercenarios contratados, sino que se los percibe como “liberadores”, o como una herramienta que ayuda a la liberación, o a restaurar el orden frente al terrorismo y la insurgencia, y a Rusia como un aliado, más que como otra metrópoli o nuevo saqueador.  

No es nuestro objetivo explicar más sobre la cuestión del Franco áfrica, ni adentrarnos en otras formas con las que la presencia europea (y especialmente francesa en estos países) mantiene su control sobre los recursos claves (el uranio de Níger, por ejemplo) para sostener una base de recursos primarios para la industria francesa (ni cuánto, ni a qué proporción de la economía metropolitana África subsahariana contribuye a sostener). Pero es necesario entender esta cuestión, aunque sea someramente para entender la situación de dependencia muy acusada de estos países, y por qué el atraso es adjudicado a los occidentales. 

Qué es Wagner

Primero debemos destacar que Wagner no es un “grupo mercenario”, tal como lo tenemos en mente. Es una compañía privada de seguridad y militar pero que desarrolla sus actividades en coordinación, o bajo la “zona gris”, de los intereses rusos en general.

Su origen se puede rastrear en el 2013/14 con un despliegue en Siria para apoyar la recuperación del control territorial del gobierno de Bashir al Assad; y en 2014 en Donbass en apoyo a la insurrección prorrusa contra el “euromaidán”. Varios son los fundadores e ideólogos del grupo/empresa, pero Dimitri Utkin (teniente coronel de las Fuerzas especiales) y Yevgeny Prigozhin (un empresario que se hizo de éxito compitiendo por la provisión de viandas al ejército ruso) fueron los más conocidos. Ambos cercanos a una ideología que se define como “Bolchevismo nacional” o “rojipardismo”. Sgún su ideología (que no es lo que prima en su despliegue, aunque sí en su simbología y “ethos”) los fundadores de Wagner se pueden asimilar a nacionalistas revolucionarios o revolucionarios nacionales, una tercera vía radical no comunista ni capitalista clásica. Por ello es claro que su empresa es privada, pero sirve a la nación rusa, y esta idea de un capital subordinado a los intereses del estado es un eje de esa corriente política ideológica.

La empresa es en sí misma un grupo económico, con empresas que están bajo su control y realizan inversiones en Rusia y diversos países del mundo donde está desplegada. En general el despliegue de Wagner viene asociado a un aumento de la presencia rusa, a contactos diplomáticos formales y firmas de acuerdos a nivel estado, que abren a la inversión y colaboración rusa a los países en cuestión. Allí “la orquesta” se despliega como asesores, cuerpos de seguridad y protección de personas e instalaciones. Y directamente como fuerzas de combate en gran número, para enfrentar de forma contundente con más flexibilidad que la que permite el ejército de un estado, a los enemigos del gobierno, terroristas, o grupos rebeldes que controlan partes del país o zonas donde hay recursos claves. 

En el marco de los acuerdos firmados por el estado ruso y Wagner, además de ser una fuerza militar, es una fuerza económica que participa en la explotación de los recursos del país en cuestión. Lo que creemos que es condición sine qua non para que esos países puedan pagar los costosos servicios de una fuerza militar de envergadura. Además, es la forma en que Rusia puede tener presencia militar en forma barata, ya que el grupo se autofinancia. Esto le implicaba a Rusia dos ventajas: una, que el costo presupuestario de la presencia militar era bajo. Segundo, que al ser una compañía privada permitía limitar los efectos negativos de política internacional de la intervención estatal, y cosechar todos los positivos, lo que se llama “negación plausible” de las acciones y así mantener a Rusia en una “Zona gris”. Recordemos que estamos hablando de países donde la intervención europea fue formal, con despliegues de miles de efectivos directamente dependientes de los estados.  Y un tercero: la compañía además es un inversor económico articulado con los intereses del estado ruso, lo que en la arena geopolítica permitía expandir, a través de un privado, intereses más amplios que los militares, como el control de recursos básicos y combatir también en el terreno económico la disputa de mercados y fuentes de materias primas a los occidentales.  

En términos militares si bien “la orquesta” mantuvo cierta autonomía operativa, su logística estuvo vinculada muy estrechamente a las fuerzas de defensa rusas. Cuando se analizan sus operaciones militares encontramos acciones en la que participan miles de hombres (inclusive en el extranjero), con tanques, aviones, artillería pesada, misiles de diverso tipo, helicópteros, en una cantidad apreciable; consumo masivo de municiones y combustible, etc. Es necesario señalar que eso no es la capacidad de una compañía de seguridad, ni de un grupo de mercenarios, sino que detrás de estos despliegues hay un estado. O sea, Wagner está, en sus despliegues más importantes, apoyado por la logística del ejército ruso. De hecho, Prigozhin señaló, en ocasionales situaciones de conflicto con el ministerio de defensa por estos recursos (especialmente cuando sus fuerzas actuaron en forma masiva en la guerra de Ucrania), que por políticas internas les retaceaban suministros a sus hombres.

No hay que pensar a “La orquesta” como una fuerza de liberación nacional, o un ejército político con líderes tipo el Che Guevara (ni Prigozhin, ni Utkin eran hombres de ese estilo) que practican algún tipo de internacionalismo guevarista; es una empresa con una ideología nacionalista plebeya, que hace negocios asociada a los intereses del estado ruso (2). Y estos no siempre están en el lado “de los buenos”, pensado en forma ingenua. De hecho, a veces es difícil identificar a “los buenos”. Los que priman son los intereses geopolíticos, y en el caso actual son los de Rusia y la construcción de un mundo multipolar, donde Rusia sea una de los grandes polos. En cada escenario también juegan los europeos (a veces en bandos distintos), los turcos, los ingleses, los norteamericanos, los chinos, los emiratíes, los qataríes, etc. etc. Es complejo analizar las alianzas que se tejen. 

Para eso miremos el caso de Libia, o el de Sudán, dos casos muy importantes. Pero sin dudas la tendencia de la empresa es a estar asociada, o ser vista, como parte de una lucha mundial contra el imperialismo occidental. Y así lo expresaba Prigozhin en sus discursos. Lo mismo en Rusia donde Wagner era visto (y Prigozhin se esforzaba por mostrarlo así) como más popular, enemigo de la burocracia y los oligarcas, etc. Cosa que le granjeó la simpatía de las masas y un choque fatal con el establishment del ministerio de defensa. 

La ética de valor en combate que rige su formación, su estética, sus modelos y su discurso, siempre es bien vista por las masas. Veamos el código de honor de los empleados de Wagner (3): 1) Proteger los intereses de Rusia siempre y en todas partes. 2)  El honor del soldado ruso está por encima de todo. 3) ¡Lucha no por dinero, sino por principios! Y el principio es uno: ¡victoria! 4) No te entregues vivo a tus enemigos, pero si te capturan, muere, pero llévate tantos enemigos como puedas. 5) Honra a tus camaradas caídos, no deshonres su bendita memoria, tarde o temprano los encontrarás. 6) ¡Estamos destinados a morir en la batalla, no como un anciano débil en una cama! 7) Sea modesto y no se sienta orgulloso de su oficio, ¡mantenga este secreto! 8) Nunca saquees. 9) En la guerra y en viajes de negocios: ¡prohibición! (se refiere a alcohol o drogas). 10) Conserva tu ficha.

Como vemos, se parece al código de honor de la mayoría de las fuerzas especiales, a las unidades de élite, o grupos de combate de alto nivel de compromiso. De hecho, su identidad como los profesionales que se suman a esta compañía (Spetsnaz, VDV, etc.) están muy relacionados con esta ética de guerreros.

Es necesario señalar que no fue Wagner la única empresa militar privada (PMC) de Rusia, pero si de lejos las más exitosa. Como también que la existencia de fuerzas militares no estatales implica un “ruido” a la soberanía del estado nación cuya premisa es el monopolio de la fuerza. Esto cobró relevancia cuando en el 2022 y 2023, las fuerzas armadas de Rusia se encontraron en problemas para afrontar un tipo de guerra en Ucrania que no habían previsto. Y así recurrieron a una cantidad de formaciones militares paralelas. Desde las milicias chechenas, hasta la PMC Wagner. Nuevamente la empresa mostró su eficacia, aumentó (con enormes facilidades dadas por el gobierno ruso) sus efectivos quizás hasta 50.000 hombres. Primero contuvo a los ucranianos y luego se lanzó al ataque en una sangrienta batalla, posición por posición, que se coronó con éxito conquistando la ciudad fortificada de Bajmut. Y de la cual Wagner estableció una doctrina de combate táctico cuya generalización parece haber sido aceptada (4).  Durante ese tiempo las Fuerzas Armadas rusas se reposicionaron, movilizaron sus efectivos y reequiparon para una guerra larga. 

No vamos a decir que “la orquesta“ salvó a Rusia, porque esto no es así o, más bien, es exagerado. Pero sin dudas le echó una gran mano, evitó quizás un retroceso mayor, absorber bajas que no fueran reclutas comunes, le permitió ganar tiempo, mostrar iniciativa y desgastar a los ucranianos. Eso sí, Bajmut fue una batalla muy sangrienta, propia de una guerra de desgaste y de un largo combate urbano en la que las bajas fueron prioritariamente de Wagner y no del ejército. Otra de las ventajas políticas coyunturales (no tener bajas que el gobierno deba asumir directamente) del Kremlin, para replantear su estrategia en Ucrania después del fracaso de la “operación militar especial”. 

Ese fue el techo de fama de la PMC Wagner y colocó a Prigozhin, su referente público, en las más altas esferas de fama a nivel local e internacional. Y así, en condiciones de desafiar a la línea de conducción estatal del ministerio de defensa (un riesgo que existe desde la época de Cartago con fuerzas contratadas). No es cuestión de este artículo ver si las demandas de Wagner eran justas, probablemente tenían ciertas bazas, y a su vez representaban mucho el sentir del pueblo ruso que respaldó a “la orquesta”. 

Pero una crisis de este tipo, es un mensaje malo al mundo, y es insostenible para un estado eficaz y moderno. La unidad de mando y la disciplina de sus Fuerzas Armadas es una condición sine qua non para ser considerado en el escenario internacional y en los debates académicos como un estado consolidado. Por eso el techo de “la orquesta” fue el comienzo de una crisis que hoy ha concluido con su absorción como una fuerza especial dentro del esquema del ministerio de defensa. Pero es de destacar que eso no ha afectado en primera instancia los negocios no militares de la compañía, ni tampoco ha significado una crisis de la intervención de la empresa (ahora África Corps) en los países donde se encuentra. 

Antecedentes soviéticos de la relación con África y reinserción de la Federación Rusa

La posguerra de la segunda guerra mundial, como señalamos, tuvo entre sus efectos el fin de los imperios coloniales europeos de tipo “colonialismo directo”. Las nuevas naciones que vieron la luz en las décadas del 50 y 60 se construyeron sobre las fronteras heredadas de la administración colonial. También heredaron del colonialismo una estructura social fragmentada y una estructura económica pensada para ser la base de un imperio con sede en Europa. Por lo tanto, lo que sin eufemismos heredaron, fue atraso, o al menos una estructura deformada y desintegrada. 

Frente a esto los líderes de las nuevas naciones presentaron un discurso y programa que se basaba en la idea de desarrollo y modernización social. Fueron líderes de perfil distinto en cada país, pero inicialmente el “panafricanismo“ (de África negra en esa época) era como un marco ideológico común, al menos en lo identitario. Sin embargo, el “desarrollo”, que pasaba por crear una infraestructura moderna, mejorar las condiciones de educación, salud, vivienda, poder explotar los recursos naturales, generar industrialización, necesitaba de apoyos externos y podían elegir dos caminos: (a) el occidental, apoyado por EEUU y las antiguas metrópolis -opción que cargaba en lo simbólico seguir tras el colonialista, y tenía el déficit que los capitales occidentales vienen con las reglas del capitalismo occidental y con los condicionamientos de los organismos internacionales, etc.-, (b) la URSS, que a partir de la muerte de Stalin y el liderazgo de Krushev se lanzó a una nueva política internacional de competencia de modelos, y de presentar esta “competencia pacífica” en la disputa de los países del tercer mundo. 

La URSS, prometía apoyos con mucho menos condicionamientos en los estructural económico; sus exigencias se orientaban hacia un alineamiento geopolítico, o al menos hacia el “no alineamiento”, y estar fuera del campo occidental en la guerra fría. Además, la idea de planificación resultaba atractiva y era más clara para estos países recién salidos del colonialismo, frente a que el desarrollo quedará en manos de capitales occidentales poco afectos a someterse a planificación estatal en donde se radican, y a tener en cuenta intereses de construcción nacional. El financiamiento soviético generaba también deudas, pero los rusos en muchos casos perdían en términos económicos con las ayudas. Estas eran, militares, de técnicos, de formación de cuadros, para infraestructura. Por lo tanto, para muchos regímenes la URSS fue un socio que parecía más beneficioso (5).

Como ya hemos mencionado, en general la influencia occidental siguió en estos países más allá de su asociación con la URSS, para explicar esto presentamos brevemente la creación del Franco de África. lo que sin dudas genera una situación de dependencia muy grande. Algunos países temporalmente lo abandonaron, pero en poco tiempo regresaron a esa moneda. Quizás tenga que ver, más bien, con que los problemas estructurales de las sociedades subsaharianas continuaron más allá del desarrollo de obras. Y que con el paso del tiempo y la crisis y caída de la URSS, las relaciones con África se cortaron por parte de Rusia. 

Es por esto que durante la época del “mundo unipolar” y la hegemonía neoliberal, África quedó como territorio de ocupación de los capitales y potencias occidentales sin alternativas. Y es por esto que ahora en la transición hacia una nueva era, y con el resultado negativo de la presencia europea, Rusia, como heredera de la URSS, aparece como un posible socio que trae a la mente recuerdos de una relación que, si no fue exitosa, sí fue menos dura económicamente y acompañada de un discurso antiimperialista. 

En la última década (6) y a partir del 2014 la presencia rusa en África pasó a ser parte de una cuestión de gran estrategia. Veamos solo dos datos: (a) Sergei Lavrov realizó seis viajes a África los últimos dos años, en los que visitó numerosos países y estableció convenios en temas de seguridad, alimentos, energía e inversiones; (b) se realizaron dos cumbres Rusia-África en San Pretesburgo, en el 2019 y en el 2023. En la primera hubo 43 países presentes, en la segunda 49. Aunque se debe evaluar que en 2019 la mayoría eran jefes de estado y en el 2023, 17 eran jefes de estado (aunque ya en ese momento con la guerra en auge ir a Rusia ya es un desafío). Sin embargo, veamos el resultado: cuando occidente promovió la condena a Rusia por la invasión a Ucrania, de África provinieron 17 abstenciones y ocho países se ausentaron de la votación (un voto a favor de Rusia: el de Eritrea). 

Quizás deba tenerse en cuenta que el 30% del grano que se consume en África proviene de Rusia. Y que el país eslavo incluso “regala” sus alimentos (7) (de los cuales es excedentario y en un momento de bloqueo le cuesta colocar en el mercado). Y que ya para el 2023 Wagner era clave o tenía una presencia importante en la seguridad de 19 países africanos según estimaciones occidentales (8). 

https://global-strategy.org/influencia-rusia-africa/

Breve historial sobre la presencia de Wagner en África 

República centroafricana 2017

En la República Centroafricana (RCA) -entre el 2013 y 2016- Francia realizó su séptima intervención militar en el país. Realizó la operación denominada Shangaris para «establecer un mínimo de seguridad y permitir la entrega de ayuda humanitaria, permitir la intervención de la misión africana y poner en marcha un proceso democrático«. Bajo paraguas de la ONU, participaron unos 2.000 hombres galos de los 4.400 que formaban el contingente. Su objetivo, terminar con los insurgentes. De hecho, la operación no logró los resultados esperados. 

El gobierno de la RCA comenzó sus contactos con Rusia, y allí llegó Wagner. Desde finales de 2017 hasta la actualidad “la orquesta” es la punta de lanza de un modelo de intervención exitoso. Se sostiene que hubo o hay alrededor de 170 instructores militares rusos, de los cuales solo cinco son militares oficiales, además de unos 1.500 hombres de Wagner (9) (debemos tener en cuenta lo aproximado de estos datos ya que es ilógico que este tipo de presencia sea publicitada en términos de números específicos, y más si hablamos de Wagner cuya ventaja es la negación plausible). En 2019, Wagner jugó un papel clave en la intermediación de un acuerdo de paz entre el gobierno de la República Centroafricana y los grupos armados de cara a las elecciones presidenciales de 2020, aunque la paz no se concretó. En la contraofensiva del estado 2021-23 contra la rebelión, algunas fuentes hablan de hasta 1.400 soldados de Wagner en acción (10). Los combates se desarrollaron en diferentes campañas en las que la empresa tuvo algunas decenas de bajas, pero que devolvieron la mayoría de las principales ciudades al control del gobierno. La RCA era hasta ese momento un territorio que también se encontraba muy vinculado a Francia, la presencia rusa la relevó como vemos tanto en lo militar como en lo económico. 

En RCA hay radicadas varias empresas que se dedican a la explotación y comercialización de recursos naturales. Lovaye invest es una empresa especializada en la explotación de oro y diamantes. M Finans se especializa en la comercialización de minerales y servicios de seguridad. Bois Rouge ha logrado la concesión de 160.000 hectáreas de bosque tropical para explotar madera (que era el principal recurso exportable de la RCA en 2022). Son empresas del grupo del que forma parte Wagner. Hay más empresas, como las que introducen Vodka y cerveza, que se han transformado en marcas de mayor consumo, etc. En realidad, la red de empresas de Wagner tiene diferentes formatos legales: algunas en Rusia aparecen como empresas familiares de Prigozhin, otras son directamente de Wagner o vinculadas estructuralmente al grupo, algunas solo en seguridad, pero otras cumplen diversas funciones.

Allí se vinculan como proveedores en las cadenas logísticas y financieras de otras empresas cuya personalidad jurídica no está vinculada directamente, pueden aparecer como empresas locales, o independientes, pero están vinculadas por capital, por personal directivo, por la estructura de sus vinculaciones financieras y logísticas. Es de destacar que esta situación implica un cambio de los capitales, ayuda militar y posicionamiento geopolítico de RCA desde la órbita francesa a la rusa. ¿Qué implica esto en términos capilares para el bienestar de la población? Estará por verse, pero la “seguridad” (consecuencia de la contundencia del accionar ruso) parece real. 

Pero sería parte de otra investigación (para esto y los demás casos) ver como es la letra de los convenios entre los capitales rusos respecto de los europeos, por ahora los líderes africanos parecen estar más conformes y señalan que las inversiones rusas son mejores. Pero debemos estudiar ese tema en concreto con los papeles en la mano. Y no debemos descontextualizar la presencia de Wagner de la política rusa en general en el plano más amplio de la geopolítica y las relaciones internacionales, y esto nos remite a las cumbres realizadas en San Petersburgo donde una cantidad de líderes africanos han concurrido y donde se ha sostenido un discurso, al menos, nacionalista y que insiste en las relaciones de mutua conveniencia.

La presencia de Wagner va así asociada a la presencia económica del capital ruso, algunas empresas del grupo otras no. La RCA es considerada el modelo de más éxito. El personal de la empresa es recibido por la población con muestras de afecto (al menos en los centros urbanos donde el estado ejerce su autoridad), y el gobierno se muestra públicamente con los hombres de la empresa. Afiches, remeras, pines, son consumidos por la población con el logo de las fuerzas armadas. Y estas manifestaciones de simpatía se repiten en los demás países africanos, inclusive en los que aún no hay presencia rusa, por parte de opositores a regímenes proccidentales.

Mapa del 2022. Las fuerzas del gobierno continuaron avanzando durante el 2023

Sudán 2017

Sudán es un país islámico, árabe islámico para ser precisos, aunque su población es de origen negro y en amplias regiones del país existen pueblos de otras confesiones o tradiciones distintas al núcleo histórico sudanés cuya raíz estatal se puede rastrear hasta la época faraónica. El sur del país se escindió después de una larga guerra, y donde la región del Darfur al oeste también se enfrentó al gobierno central. Fue en este contexto que Wagner llegó al país. En paralelo con acuerdos que el gobierno sudanés estableció con el Kremlin. 

Podemos observar como la presencia rusa se acrecienta en un momento particular de cada país, que se relaciona con la crisis que hizo en África el modelo de recolonización post década del 90. Además, es de señalar que Sudán es uno de los signatarios de los acuerdos de Abraham en el 2020. Lo que nos sirve para entender las prioridades de acuerdo del Kremlin respecto a Medio Oriente, una cierta moderación respecto de Israel, a pesar de su ubicación junto a Irán o Siria.

Sin embargo, la situación de Sudán es muy inestable, alternando entre golpes de estado y conflictos armados internos muy duros. A mediados de diciembre de 2017 Wagner ya estaba en el país entrenando a miembros del ejército sudanés, y fueron muy importantes en la formación y entrenamiento de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), un grupo paralelo al ejército que combatió las rebeliones separatistas. Inicialmente los contratistas rusos habían llegado a Sudán para apoyar al país en la guerra contra la escisión del sur y garantizar el control de los recursos mineros (oro, uranio, diamantes) y siguiendo la lógica asociada a la seguridad de dar prioridad a las inversiones rusas.

Según los informes occidentales los miembros de Wagner en Sudán en 2018 superaban los 500. Las empresas asociadas al grupo como M Invest para ese año habían firmado un contrato con el Ministerio de Defensa ruso para el uso de aviones de transporte de la fuerza aérea para trasladar hombres y equipos. Las fuerzas Wagner, colaboraron en operaciones en la represión de la rebelión de Darfur por parte de las RSF, y triunfaron. 

En medio de la inestabilidad política interna y los conflictos armados, que sucedieron a la crisis del modelo de asociación con occidente post-década del 90, Rusia logró importantes acuerdos para inversiones mineras, asistencia militar y para la posible construcción de una base en Port Sudán. En mayo del 2019 el gobierno sudanés de ese momento (Consejo Militar de Transición surgido de un golpe de estado ese mismo año) acordó con Rusia el permiso para que las fuerzas de la marina rusa pudieran hacer uso de Port Sudán, en camino a la construcción de una base logística e infraestructuras que incluirían un astillero. Como vemos el despliegue geopolítico ruso va en crecimiento, con la posibilidad de concretar bases en la costa libia y en el Mar Rojo.

En abril de 2020, se informó que la empresa Meroe Gold, vinculada a Wagner, planeaba enviar equipos de protección personal, medicamentos y otros equipos a Sudán en medio de la pandemia de coronavirus. Tres meses después, Estados Unidos sancionó a la empresa M Invest, así como a su filial sudanesa Meroe Gold, por su intervención en Libia y la represión de manifestantes antigubernamentales en Sudán, que eran acusados por el gobierno de promover una “revolución de color” con típicas demandas occidentales (11). Las sanciones comenzaron a ser norma ya que nos encontramos en el periodo post “euromaidan” y el crecimiento de la confrontación híbrida entre occidente y Rusia.

El Grupo Wagner obtuvo concesiones mineras en Abidiya, en la zona rica en oro del noreste de Sudán, e instalaron una mina de oro operada por Meroe Gold. Los geólogos de la empresa se encuentraban en Darfur (ahora pacificado con apoyo de Wagner) evaluando la extracción de Uranio. Mientras, Sudán se ha manifestado en la ONU rechazando las condenas a Rusia. Como vemos también, y es norma en toda la región, los intereses geopolítico rusos avanzan en la disputa por las fuentes de minerales estratégicos, arrebatando a occidente, tanto las fuentes primarias como cuotas de mercado, lo que le va dando a Rusia mayor poder de negociación a nivel global

En abril de 2023, comenzó un nuevo enfrentamiento interno en Sudán (12) entre las RSF y el ejército de Sudán, que al día de hoy continúa. En un momento del 2014 las RSF parecieron avanzar en forma de “Blitz” amenazando con hacer colapsar al gobierno (13). Muchas versiones indican que Wagner apoyó a las RSF, sin embargo, las fuentes oficiales de Wagner y del gobierno de Sudán lo negaron inicialmente (14). Y en sus últimas declaraciones Prigozhin afirmaba que no había presencia de Wagner desde el 2021 (presencia militar). En un sentido similar de versiones se habla del envío de fuerzas especiales de Ucrania a combatir junto al gobierno de Sudán contra las RSF, supuestamente apoyadas por Wagner. No podemos resolver estas incógnitas, pero el hecho de que estas versiones circulen, dice mucho sobre el enfrentamiento de intereses (15). Por último, debemos evaluar que en esta compleja situación sudanesa, teníamos a Wagner como parte de la estructuración de las RCF y avanzando en la explotación de oro en Darfur. Pero el interés más amplio de Rusia es de gran importancia geopolítica: el avance de los acuerdos para instalar una base en Port Sudán cuyo control resida en las fuerzas del ejército. Quizás por ello no podamos aceptar como una línea de continuidad la alineación de Wagner (y el África Corps) con las RCF y pueda existir una alineación con el gobierno u otra posición negociadora por parte del Kremlin.

Fuerzas de apoyo rápido en verde. Ejército de Sudán en rosa

Libia 2018 

El caso libio tiene un relevante interés porque deja al descubierto la geopolítica realista que rige las relaciones internacionales. Los intereses priman la práctica sobre el idealismo purista. Para presentar brevemente la intervención de Wagner en Libia es necesario mencionar la “primavera árabe” de 2011, cuando comenzó el proceso que llevó a la muerte de Mahamar Gadafi y la desintegración del estado libio por la intervención de Francia, Inglaterra y los EEUU. A partir de ese momento diferentes caudillos militares, milicias de diverso origen (por ciudad, por tribu, por tendencia religiosa) se enzarzaron en una guerra civil devastadora. Esos diversos grupos, si bien no han desaparecido, han quedado subsumidos en dos bandos principales, el GNA (Gobierno nacional libio con sede en Trípoli, reconocido internacionalmente) y el LNA (Ejército nacional libio) con sede en Bengasi (16). 

Es a partir de ese momento que podemos identificar con cierta claridad a los bandos enfrentados: por un lado, Rusia, Emiratos Árabes, Egipto, el LNA del mariscal Jalifa Hafter (más otras fuerzas menores como las que responden al hijo de Gadafi e inclusive con la simpatía de Israel) y Francia, en el este del país. Contra Turquía, Qatar, en apoyo del GNA (17) de Trípoli más, Italia… si Italia. O sea, vemos dos países de OTAN en trincheras distintas. Aunque históricamente (y en lo que vemos hoy) las diferencias de Italia y Francia son explicables.  Lo cierto es que son frentes sui generis, difíciles de explicar desde el idealismo. Y especialmente debemos destacar que estos bandos se enfrentan en el campo de batalla dejando víctimas propias, no solo de los libios “proxis”, sino propias, especialmente entre turcos y sobre todo rusos (de Wagner). La guerra civil intentó ser mediada por los europeos esperando afirmar como éxito propio la caída de Gadafi, pero los acuerdos bajo la presión superestructural de los occidentales se deshacían rápidamente.

Pero será recién en el 2018 cuando Wagner se instale en Libia. Por primera vez se tomó conocimiento público en octubre de ese año, cuando The Sun afirmó que se habían establecido bases militares rusas en Bengasi y Tobruk en apoyo del mariscal de campo Jalifa Hafter (19), de hecho, Tobruk es hoy una base rusa en la práctica, una vieja aspiración de la era soviética de la época de Gadafi.​ Se dijo que el grupo estaba proporcionando entrenamiento y apoyo a las fuerzas de Haftar, y también se informaba que los misiles rusos y los sistemas SAM se estaban desplegando para las fuerzas del LNA. Como vemos Wagner realizaba un despliegue que excedía a una compañía privada, de hecho, las operaciones incluirían todo tipo de armas complejas, inclusive aviones MIG 29.

La causa de esta implicación tan fuerte se debía a la decisión rusa de consolidar los acuerdos con Hafter y apoyar su ofensiva para hacerse del control del conjunto de Libia (20). De hecho, una serie de ofensivas le permitió tomar Bengasi (controlada por islamistas) e ir recuperando un cierto control centralizado de diversos espacios geográficos y ciudades en manos de grupos locales. Lo mismo intentaba por el oeste el GNA, que debía centralizar el poder encuadrando las milicias de Trípoli y las poderosas milicias y grupos islámicos que operaban en Misurata, Sirte, en la frontera tunecina, en la argelina, el Frezan etc.  

Pero la presencia de Wagner estaba desnivelando la guerra. Para el 2020 (21) las fuerzas de Haftar y Wagner (con apoyo muy activo también de la fuerza aérea emiratí y, en casos, francesa) habían acorralado al GNA en Trípoli y se preparaban para el asalto final. Según New York Times soldados del Grupo Wagner estaban, proporcionando apoyo de artillería, utilizando francotiradores, colocando minas y artefactos explosivos improvisados. También se dijo que estaban equipados con proyectiles de obús guiados por láser y que usaban municiones de punta hueca.​ Se estableció una sede de Wagner en un hospital de la ciudad de Esbia. Según el Washington Post citando fuentes libias “Dos rusos que fueron arrestados por sus fuerzas a principios de julio fueron empleados por el Grupo Wagner”, habiendo sido los responsables de la protección a la reunión del hijo de Gadafi, Saif al Islam, con representantes rusos.​ Básicamente el desembarco ruso fue de la mano de la conformación del frente tras Hafter. Lo cierto es que en ese momento con el apoyo de Wagner (una cifra no confirmada pero que va de 1.500 a varios miles de hombres) las fuerzas de Bengasi pudieron avanzar hasta las cercanías de Trípoli. 

Fue ese momento cuando la intervención turca pasó de ser indirecta a través de algunos asesores, apoyo económico y milicianos sirios proturcos, a ser directa con la llegada de varios barcos con hombres y equipo entre los que se encontraba los, posteriormente, famosos drones “Variaktar” (que darían el primer aviso serio del poder de estas nuevas armas).

Se dio una batalla donde ambas coaliciones se enfrentaron haciendo uso de armas de todo tipo, tecnología de última generación, aviones de combate modernos…, saliendo el bando turco como ganadores, obligando a Haftar y a Wagner a retirarse a partir del 5 de junio del 2020 (con miles de bajas, solo unas decenas rusas). Una de las claves que los analistas militares señalan es la presencia de nubes de drones, que no sólo dejaban al descubierto las fuerzas de tierra del LNA (Libian national army de Hafter) sino que destruían las baterías de Wagner, temas que anunciaban la guerra de hoy.

El 6 de junio de 2020 el GNA, apoyado por Turquía, inició una contraofensiva para recuperar Sirte y la estratégica base aérea de Jufra al sur, en Libia central controlada por Wagner, en la que se usaban los aviones de combate Mig-29 y Su-24. La contraofensiva logró recuperar todo el noroeste de Libia, con un gran avance rechazando al LNA hasta Sirte. Fue en ese momento cuando Egipto anunció que intervendría directamente (realizó grandes maniobras en la frontera libia) si los GNA/turcos y qataríes, superaban Sirte, definiéndola como su “línea roja”. En este sentido, el parlamento egipcio había autorizado en julio del 2020 el despliegue de tropas egipcias en el exterior para impedirlo, si fuese necesario. A pesar del aparente éxito arrollador del GNA, Wagner contraatacó ese mismo mes y logró asegurarse que el GNA no tomara la estratégica Jufra en Frezan (con un aeropuerto y en la línea de comunicación al Sahel), ni los pozos petroleros de Wafa y Sharara. 

¿Cuál es el interés de Turquía? indudablemente es un actor en crecimiento, que despliega un rol de potencia regional, y que tienen una política de competencia y colaboración con Rusia, ya que sus fronteras geopolíticas en muchos casos se superponen. Debemos recordar que en Libia los turcos fueron la metrópoli hasta 1911 cuando fueron expulsados por los italianos después de 500 años de presencia. En su proyección geopolítica de “mavi vatan” (22) (patria azul) la idea turca es establecer un control amplio del mediterráneo oriental y que las aguas propias desde Turquía se extiendan en continuidad hasta Libia y (al igual que los rusos) garantizar su proyección a África (los turcos además de inversiones, e interés en recursos naturales, financian una proyección cultural islámica de propio cuño).

No es cuestión de relatar este muy interesante conflicto que aún sigue con batallas de ida y vuelta por posiciones en el desierto (especialmente el oasis de Jufra que permite el control de zonas petroleras y un camino al interior del continente) sino de ver la proyección y métodos de la gran estrategia rusa. A partir de ese momento el GNA llamó a un alto el fuego en octubre del 2020 que comenzó unilateralmente y que el LNA aceptó de hecho. Creemos que tanto turcos como rusos decidieron un equilibrio y pasar de las armas, terreno que ninguno de sus proxis podía ganar por sí mismos, hacia una etapa de negociación y reparto de influencias (23).

Pero lo clave es saber que Rusia se asentó en el oriente de Libia, y estableció un modus vivendi con los turcos a partir del alto el fuego. Hoy la Cirenaica es el eslabón clave (24) de la llegada de Wagner y el Afrika Korps al Sahel, miles de hombres y equipos pasan por Tobruk viniendo desde Siria. Y atraviesan el desierto para establecerse en Mali, Burkina Faso, Níger, República Centroafricana y Sudán. Rusia (o Wagner u otras PMC) disponen de hecho de cuatro bases que hacen a su llegada al interior del continente y como vimos batalló por ellas.

Mali 2021

Malí es otro país ubicado en una zona de antigua civilización como es la curva del Níger. Allí también una seguidilla de golpes de estado, terrorismo yihadista e insurgencia separatista Tuareg, han configurado una guerra civil que data desde el 2012. El 24 de mayo de 2021 el ejército maliense dirigido por el vicepresidente Assimi Goïta tomó el poder, iniciando un proceso que ha ido radicalizándose desde ese momento hasta la actualidad, en paralelo con golpes similares posteriores, primero en Burkina Faso y luego Níger (25) . 

El proceso de Malí fue el pionero de una tendencia que ha ido en aumento, y que con el tiempo va configurando una propuesta político ideológica para los africanos. Un nuevo “panafricanismo”, o “neo panafricanismo”, que tiene como eje lograr la independencia y el desarrollo (como hace décadas se había planteado), y que agrega la resolución de la cuestión de la seguridad nacional propia de esta etapa de la historia. 

Una característica es el componente eminentemente militar de estos golpes, a los que la población, los sectores populares, las fuerzas políticas más nacionales y sociales de esos países, a posteriori apoyan. En general desde ya hace más de dos décadas la inestabilidad de casi todos los países subsaharianos es muy grave (es de destacar que nunca fueron estados nación consolidados, ni con una estructura social o económica bien estructurada), y sería imposible en forma simple hacer una descripción de los golpes, rebeliones, terrorismo, insurgencia, separatismo, bandas armadas que controlan recursos para empresas, intervención extranjera de todo tipo, etc. Sí debemos saber que los niveles de violencia son muy altos. Sin embargo, en ese contexto, primero en Malí y luego en Burkina Faso y Níger, parecen estar dando nacimiento a una propuesta política para los africanos que supera la lucha de facciones, nepotismo y disgregacionismo. 

Malí (como todo el Sahel) se encuentra, además de una situación tributaria de Francia por el control de su moneda y recursos, con una fuerte presencia militar del país galo (y de otras tropas occidentales)(26). Francia llegó a desplegar según las versiones más altas unos 5.500 efectivos para ayudar a los sucesivos gobiernos a combatir la insurgencia con la llamada “Operación Barkhane” (27). A partir del 2014 esta intervención se enmarca en una misión de las Naciones Unidas que implicó el despliegue de unos 9.000 cascos azules. Sin embargo, los diferentes grupos rebeldes siguieron avanzando llegando a tomar Tombuctú o Gao, ciudades que pasaron de manos tras la contraofensiva francesa y son escenarios de combates hasta hoy, superando los 200 cascos azules caídos en combate (28). La guerra asimétrica a la que los galos, y los socios que los acompañan, se encuentran enfrentados, es de difícil solución, de hecho, un heterogéneo consejo Tuareg controlaba gran parte del norte desértico o semidesértico del país y fracciones del “Estado Islámico” otras. La opción militar de los franceses era la típica de las doctrinas de la guerra en el mundo unipolar: fuerzas ligeras rápidas, apoyo aéreo y entrenar fuerzas locales (el ejército maliense, en este caso) que puedan ser mayoritariamente las “botas en el terreno”. Pero esto no dio resultado.

El nuevo gobierno militar acosado por la larga guerra y enmarcado en una nueva ideología neo pan africanista (o al menos propenso a escuchar otras ideas y evolucionar), hizo una lectura realista del mundo actual y comenzó un proceso de cambio de reorientación en su marco de alianzas.  En el 2021 se realizó un acuerdo con Wagner. El acuerdo incluía el pago de unos 10 millones de dólares mensuales por la presencia de unos 1.000 militares de Wagner. Esto se dio en el marco del giro político que dio la junta militar. Francia, cuya presencia era discrecional hasta ese momento, estaba haciendo un esfuerzo diplomático para impedir que se promulgara el acuerdo. Desde finales de mayo de 2021, El Reino Unido, la Unión Europea y Costa de Marfil (principal socio francés en la zona) también advirtieron a Malí que no celebrara un acuerdo con el Grupo Wagner. Pero, el 30 de septiembre, Malí recibió un envío de cuatro helicópteros Mil Mi-17, así como armas y municiones, como parte del contrato acordado en diciembre de 2020 (29). De hecho el nuevo gobierno comenzó una política de distanciamiento de Francia, que en una serie de pasos llevó a pedir el retiro de la misión francesa, y con ella las demás naciones también abandonaron el país (los españoles fueron los últimos) (30).

Los meses siguientes al golpe y acuerdos con Rusia, asesores militares eslavos llegaron al país y estuvieron activos en varias partes de Malí. El 5 de abril de 2022, las organizaciones de Derechos Humanos occidentales pusieron el foco en Wagner, denunciando a “la orquesta” por violaciones de DDHH, crímenes de guerra, etc. según publicó The Guardian. Esto fue durante una operación militar en Moura, en la región de Mopti, conocida como un punto crítico de militantes islámicos. Ciertamente la cuestión de los DDHH suele ser un tema al que siempre apelan las denuncias occidentales contra sus competidores. Esto fue respondido por el gobierno maliense, señalando que los muertos eran insurgentes. En los combates participaron más de 100 rusos. Desde ese momento las operaciones continúan contra los islamistas y los tuaregs, con éxito. 

Los éxitos definitivos en la pacificación del país aún están por verse, aunque los soldados de Wagner y ahora de Afrika Korps, avanzan con mayor firmeza y contundencia que los occidentales. El gobierno maliense se encuentra satisfecho profundizando las relaciones con Rusia. Esto va en sintonía con el plano más general, donde han avanzado en la conformación de una política regional de alto vuelo que es respaldada por Rusia. Primero una coordinación defensiva de gobiernos militares entre Malí, Burkina Faso y Níger, para defenderse de la CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental) espacio regional de cooperación económica de vieja data, pero orientado actualmente por los países más próximos a occidente y que buscaba tener una proyección de superestructura de seguridad (31). Los discursos de las juntas militares avanzaron en una similitud de discursos y de política de relaciones internacionales. Finalmente, lograron una cierta homogeneización en estrategia que llevó al tránsito para una unidad política entre los tres estados: la Confederación de Estados del Sahel (32), poniendo así las bases de un proceso de unidad política que, de tener éxito, sería una reversión de las tendencias disgregadoras que asuelan África y una posibilidad de consolidar el estado. 

Es de destacar el rol de Rusia, a través de Wagner, que les da la confianza armada a los militares, y que les permite encontrar un sostén distinto a occidente, sin sus implicancias culturales, económicas ni de formas institucionales. Pero ese es “solo” el brazo militar “gris” en un momento inicial. En realidad, debemos ver que las relaciones con Rusia son para estos países, el descubrimiento de la posibilidad de que un mundo reconfigurado, en el que existen equilibrios de estados poderosos se abren caminos para avanzar fuera de la tutela europea y norteamericana. Así, como señalamos antes, las visitas de funcionarios rusos, o los congresos de Rusia y África en San Petersburgo, se fueron transformando en momentos durante los cuales se pueden observar hitos de cómo el realineamiento geopolítico de África subsahariana se fue dando en forma clara y bastante rápida. 

Burkina Faso 2022-2024

El 30 de septiembre de 2022 se produjo el segundo golpe de estado del año en Burkina Faso: el capitán Ibrahim Traoré asumió el poder entre muestras de apoyo popular. La argumentación principal fue temas de seguridad, como la extensión -cada vez mayor-de la insurgencia yihadista que según analistas occidentales había llegado a realizar 1.200 ataques en un año. Debemos recordar que aquí también se encontraban desplegadas tropas francesas, unos 400 efectivos de las fuerzas especiales.

Según Traoré, él y otros oficiales habían intentado que el coronel Damiba (jefe militar hasta ese momento) orientara sus esfuerzos a acabar con la rebelión, pero este tenía otras ambiciones. No sabemos lo real de las bases del golpe de Traoré (33), pero sí podemos avanzar en comprenderlo por su rápido devenir -siendo Traoré el más radical de los líderes del Sahel, con un discurso de resonancias antiimperialistas-. Inmediatamente el gobierno de Uagadugú se orientó hacia Rusia y tomó contactos con Wagner. Victoria Nuland personaje destacado de las operaciones internacionales de los EEUU, viajó a Burkina Faso tras la toma del poder de Traoré para «instarlo firmemente» a no asociarse con Wagner. Pero el proceso de derrota de las potencias occidentales parece irreversible por ahora. Las manifestaciones populares de apoyo a Traoré tenían entre sus pancartas y emblemas, banderas rusas, encuadran su radicalización geopolítica (desconocemos la parte social de su programa). Pero sí es efectivo que Wagner (y ahora el Afrika Korps) están firmemente instalados en la región. De hecho, los intentos de derribar su gobierno fueron neutralizados por la inteligencia de Wagner.

Aun así, el Gobierno de Ghana (cercano al interés británico) afirmó públicamente que Traoré comenzó a colaborar con el Grupo Wagner después del golpe, para combatir al Yihadismo. A fines de enero de 2023, la junta exigió a Francia que retirara sus tropas, Francia se vio obligada a aceptar ante la ausencia de alguna base interna que la sostuviera y su retirada se completó el 19 de febrero de 2023 (34). Siendo así el segundo país en que en pocos meses obligó a una retirada acelerada de las tropas galas, que se reubicaron en la aparentemente segura Níger, pero por poco tiempo. Paralelamente el gobierno burkinés avanzó en acuerdos de infraestructura y seguridad con Rusia, ya para principios del 2023, en el marco de la “cooperación Rusia África” se firmaban los acuerdos para la construcción de una central nuclear (35). Mientras claramente las fuerzas rusas llegaban al país para reemplazar a las francesas, el plan de Traoré era crear una fuerza militar amplia de unos 50.000 hombres, entrenado por el Afrika Korps, para consolidar el estado, el gobierno, eliminar la insurgencia y desarrollar el proceso político nacionalista. Según los informes es algo que ha provocado gran entusiasmo en la población (al menos en las ciudades víctimas del yihadismo).

Quizás algunos se pregunten cómo puede Francia ser desplazada tan fácilmente, siendo además que las inversiones europeas en la región eran mayoritarias hace pocos años, y que estas se ven afectadas gravemente por este giro geopolítico. En primera instancia debemos ver la debilidad militar de los europeos, y en segundo la económica. Ambas debilidades se evidencian en la guerra de Ucrania y en su dependencia de los EEUU. y además, EEUU no ha realizado ningún esfuerzo en apoyar a los franceses. Por otro lado, la presencia europea ha generado una reacción en los pueblos de la región que ha eliminado del escenario público a las facciones de la élite que eran tributarias de las antiguas metrópolis. Tercero que un polo alternativo aparece y este ha tenido una estrategia que podemos señalar como altamente exitosa y difícil de neutralizar, la “tercerización” a través de Wagner y sus grupos empresarios. Cuanto que otros actores como Turquía, China o India de gran presencia en África, pero especialmente China, ya venían desplazando a los europeos, y estas potencias solo se encuentran a la expectativa sin oponerse a Rusia. De hecho, en el contexto internacional más amplio, aparecen en algunos casos como aliados o como neutrales complacientes. Por último, la misma Europa no está detrás de Francia, por ejemplo, como ya mencionamos en Libia, Italia está en posiciones de confrontación con los galos. Mientras que los ingleses prefieren silenciarse y aguantar la oleada dentro de su Commonwealth.

Níger hoy

Este es el último país hasta hoy donde un golpe de estado ha tomado un giro de ruptura geopolítica, que dio la posibilidad de que tengamos en la actualidad la construcción de la Confederación de estados del Sahel. El 26 de julio del 2023 la guardia presidencial “retuvo” al presidente nigerino Mohamed Basoum, asumiendo las funciones presidenciales el general Salifou Mody. Con un discurso similar a sus colegas de Malí y Burkina Faso, señaló que había tomado el poder para solucionar las cuestiones relativas al deterioro de la seguridad nacional y el mal gobierno (36). 

El país limita directamente con Libia y con la “poderosa” Nigeria al sur (aunque sea poderosa por la cantidad de recursos naturales entre ellos petróleo y población). Era además el lugar donde se estaban refugiando las tropas francesas expulsadas de los demás países: unos 2.000 franceses se encontraban en el lugar, pero a diferencia de otros países en Níger además había una importante base de los EEUU en Agadez (Base 201, centro de Níger) desde donde los estadounidenses realizaban el monitoreo de inteligencia de toda la región. En total en Níger había unos 1.000 militares de EEUU entre Agadez y la base aérea 101 de la capital Niamey (donde también se encontraban alemanes e italianos). 

En la región la CEDEAO -ante la cada vez más evidente decisión de los militares de no reponer al gobierno anterior-, lanzaron la idea de invasión encabezada por Nigeria. Decisión respaldada retóricamente por Francia, que había decidido no acatar el pedido de los militares de retirar sus tropas del país. En agosto del 2023 durante una visita a Malí el líder de la junta militar de Níger anunció que, ante el anuncio de los países de CEDEAO de invadir, resistiría y pediría ayuda a Wagner. Para ese mismo tiempo tanto Níger como Burkina Faso y Malí anunciaron que ante cualquier agresión a uno de los aliados, los tres responderían militarmente contra los agresores. La firme decisión colectiva terminó deshaciendo la vacilante intimación del CEDEAO que además incluía en su interior pases con intereses y dependencias externas diversas. 

La junta militar nigerina se comportó con moderación en sus pasos (aunque a ojos vista en poco más de un año, no fue tan moderada). Quizás para amortiguar las reacciones de tantos y tan poderosos posibles enemigos. En una situación interna en la que debían enfrentar a numerosos grupos insurgentes entre ellos a Boko Haram (uno de los más violentos y despiadados de la zona). Como sus colegas del Sahel, los militares nigerinos se encontraron con el apoyo del pueblo del país, que se volcó en las calles con banderas de Rusia y de Wagner, e iniciando los mismos civiles acciones de acosos a las dependencias francesas. Inicialmente fueron menos contra EEUU, pero en meses más recientes los nigerinos comenzaron atacar a las bases de EEUU. 

Los EEUU inicialmente reaccionaron con moderación al golpe, con el intento de hacer “control de daños” y moderar a la junta, que fuera un golpe más y que los platos rotos los pagaran los franceses, conservando su influencia en ese país que es importante en su despliegue (37). Sin embargo la junta militar, desgraciadamente para los EEUU, siguió el camino de acercarse a Rusia y distanciarse no sólo de Francia sino de los EEUU también. 

Los primeros pasos de los occidentales intentaron moderar, especialmente los EEUU que envió a Victoria Nuland quien mantuvo un diálogo “franco” con los militares, y evitó toda dura condena, no así los franceses que se alteraron mucho desde el comienzo de este golpe. La Junta pidió a los franceses que abandonaran el país. Fue un golpe duro que los galos intentaron resistir, lo que hizo que, a la larga, el costo de ceder y retirarse fuera mayor. Posteriormente los militares hicieron la misma petición a los norteamericanos, que accedieron sin hacer ruido. En mayo de este año las tropas rusas entraron en la base aérea de Niamey abandonada por los EEUU (38). 

Además de la presencia militar, Francia poseía importantes intereses mineros, especialmente las concesiones de uranio y oro. Siendo el uranio clave. Níger es el 7º productor de uranio del mundo y el 4º con más reservas, la empresa mixta francesa Orano explota la principal mina y era propietaria de dos minas más. Para el 2022 los franceses dependían en un 20 % del uranio de Níger, aunque para el 2023 habían disminuido al 10%. Es probable que los galos hayan hecho un estudio estratégico de la cuestión regional y hayan decidido disminuir su dependencia de Níger ya que las cifras en el 2020 eran aún mayores (se orientaron hacia Kazajistán). Y de hecho venían acumulando reservas por si surgían problemas. Lo cierto es que finalmente los nigerinos, primero aumentaron unilateralmente el precio del mineral (39) (que los franceses explotaron y se llevaban a precio barato, como es tradicional en una relación con un país dependiente) y luego les quitaron la concesión este 20 de junio (40). La que probablemente recaerá en manos rusas bajo un nuevo convenio.

Presencia del yihadismo en la zona

Intereses rusos en África 

Rusia es competitiva y/o tiene ventajas comparativas en asistencia militar, en empresas y otras de infraestructura, en energía, en producción agraria y agro-tecnología. Todos los sectores con los que los países africanos pueden ser tentados para a hacer sociedades beneficiosas en reemplazo de los occidentales. 

La cooperación militar es la punta de lanza más común por donde comienza la asociación de Rusia con el país que realiza acuerdos. Desde 2014 se firmaron 19 acuerdos de este tipo, que incluyen desde la venta de armas y equipamiento a entrenamiento y formación militar a los ejércitos nacionales. El ritmo de incremento de la inversión directa rusa en el continente creció un 185% entre 2005 y 2015; solo en 2017 el comercio entre Rusia y los países africanos creció un 25%. Y se ha duplicado desde entonces y mantiene misiones comerciales permanentes en Sudáfrica, Argelia, Egipto y Nigeria.  La entrada de Sudáfrica en los BRICS marcó una nueva etapa en el 2010. Aunque representa una muy pequeña fracción de la inversión extranjera directa. Pero en números absolutos a nivel intercambio comercial, Rusia aún se encuentra en el puesto 15 en el continente, con un aproximadamente 2% del total. Muy por detrás de la UE (que encabeza), China, los EEUU, India, Turquía, Emiratos, etc. Lo que nos indica que su influencia política se da en sectores clave, y es mucho mayor que lo que indica el balance comercial.

Sudáfrica que es el primer país africano socio de los BRICS, dispone de poderosos grupos propios y no es donde Rusia tiene más intereses. Pero lo cierto es que su ingreso en el grupo fue otro factor que marcó una nueva etapa de las relaciones África-Rusia. Desde que en 2013 Sudáfrica y Rusia firmaron una declaración conjunta para comenzar una colaboración económica, la maquinaria de la diplomacia energética por parte de empresas estatales rusas como Gazprom, Lukoil o Rostec due fue en crecimiento. Rusia tiene acuerdos de cooperación nuclear con 20 países africanos (y sigue creciendo), y petroleros con diez. Por ello, es coincidente con el comienzo de la construcción de una central nuclear en Burkina Faso, que se suma a Malí y la expropiación por parte de Níger de los yacimientos de uranio. Esto se agrega a los desarrollos de plantas nucleares en Nigeria, Egipto y Sudáfrica, además de la asistencia militar directa o a través de empresas tercerizadas como lo era Wagner. Y la muy importante provisión alimentaria, que incluye la donación de 50.000 tn de grano a Burkina Faso, la RCA, Eritrea, Mali, Somalia y Zimbabwe.

Es de destacar que Rusia y China no tienen una estrategia común en el continente, pero tampoco son competitivos. De hecho, China se centra en la infraestructura, la inversión en recursos naturales y en un intercambio comercial que Rusia no puede reemplazar, Rusia no es un gran exportador industrial. China es la segunda potencia con más presencia económica, después de la UE (y si desagregamos a la UE, la primera), es el competidor de Europa en primera instancia, y que Rusia debilite a la UE crea más oportunidades para el gigante asiático. China aún no tiene un punto de acercamiento importante a través de las cuestiones militares y de seguridad, a diferencia de Rusia. En definitiva, Rusia está triunfando políticamente, en gran estrategia y militarmente, y esto le arrastra beneficios económicos, pero principalmente geopolíticos (que incluye a los anteriores), de esta victoria de proyección global Wagner fue la pieza clave

De Wagner al Afrika Korps

Si Wagner se podía asociar con cierta facilidad a cierta simbología germánica, el África Corps de inmediato se emparienta con una formación militar alemana que destacó en la segunda guerra mundial en el desierto. Claro que siempre se puede negar esto, como que Wagner “solo” es la “cabalgata de la Valquirias”, o “Afrika Korps” era con K y eso es con C (claro, porque África en alemán es con K, con C en inglés o castellano, Cuerpo Africano y en ruso será cirílico). Es visible que los soldados de estas formaciones, y especialmente sus creadores y jefes, tienen una especial afinidad con las fuerzas combativas más famosas de la segunda guerra mundial. Y que nada de eso produce una merma de su popularidad en Rusia. Lo cual nos debería hacer pensar sobre las diferencias que existen entre lo que se define como “nazi” o “fascista” en occidente, y en Rusia, que evidentemente es distinto. Pero eso es cuestión de otro artículo.

La simbología y la “mística” con que se asocian estas unidades es la más importante continuidad entre Wagner y el ÁfriKa Korps, o Cuerpo Africano. El mismo gobierno ruso señaló que las formaciones de “la orquesta” podían conservar sus símbolos, nombres, insignias, etc. O sea, su ethos como “guerreros”, definidos por sus símbolos nombres y por el código de honor que presentamos al principio, de unidades de élite.  Lo que iba a cambiar era que serían formaciones oficiales del estado ruso, ya no una formación para-estatal privada, serían un cuerpo especial. Como vemos ese cambio es de mayúscula importancia y se aplica sólo a las unidades desplegadas o a desplegar en África.

La absorción de las unidades Wagner en el sistema ruso estatal de defensa, implica mucho. Primero que al no ser una “compañía privada”, sus acciones desde ahora, tendrán implicaciones directas del estado ruso. Esto deja sin efecto una de las ventajas (la más importante desde nuestro punto de vista) que tenía Wagner: la “negación plausible” de la que ya hemos hablado. ¿Cuáles son las razones que llevaron a Rusia a reconfigurar a Wagner como una formación estatal? La respuesta a esto es central, y nos lleva a que aspectos no militares, sino estratégicos (de gran estrategia) y geopolíticos, relacionados con la evolución de las relaciones de fuerzas a nivel mundial y especialmente a nivel africano. 

Desde el inicio de la guerra en Ucrania la situación geopolítica a nivel mundial ha evolucionado hacia una situación que Samir Amin (41) llamaba de “desconexión” (recordemos que la desconexión es relativa, es de tener suficiente capacidad nacional para tomar decisiones independientes, sin estar condicionado por la existencia de terminales económicas externas unidireccionadas). Esto en el plano geopolítico significa el avance hacia posiciones de autonomía estratégica, con diferentes espacios geopolíticos, globales o regionales, en juego. Rusia, en ese sentido, va perdiendo vinculaciones estrechas, tanto en los simbólico como en lo institucional, respecto a los organismos internacionales (42) (aún más que en lo económico, donde las cadenas de valor son difíciles de reconfigurar, como las cadenas financieras; pero en ese plano determinante también se avanza hacia el camino de la “desconexión”).

Esta política es consecuencia de las propias acciones de occidente, más que iniciativa del resto de los países del globo. La reacción occidental al cuestionamiento de su hegemonía omnímoda, en vez de debilitar la voluntad rusa ha implicado un avance más rápido de la reconfiguración del orden mundial. Occidente está aferrado a negar cualquier tipo de revisión de las reglas que ha impuesto desde la década de los noventa. En consecuencia, hoy podemos ver a la misma Arabia Saudita negándose a que se expropien activos rusos en el exterior, o comerciar parte de su petróleo fuera del área dólar, por ejemplo. Es decir, las políticas de sanciones son un fracaso. Y de hecho la agresividad militar de la etapa deja a Rusia sin necesidad de mantenerse en una “zona gris” en África. 

Recordemos que varios miles de hombres de Wagner fueron claves en la rápida ascensión de la presencia rusa en el continente. Y que una cantidad de actores africanos lograron su sostén y consolidación gracias a esta presencia. Entre ellos los de los países del Sahel: Malí, Burkina Faso y Níger. Y es en África donde Rusia ha obtenido sus principales victorias. Hace pocos años la presencia rusa en el continente existía, pero era poco significativa política y económicamente (aunque siempre fue un proveedor de armamento apetecible), podía asumirse como una presencia de segundo orden. Hoy es una de las potencias centrales en la lucha del continente (aunque es de destacar que mucho menos ruidoso el ascenso chino es espectacular). Ha expandido su influencia económica, pero no es esto lo destacado pues sigue siendo en ese plano un actor secundario. Su influencia es sobre todo política y militar. Putin ha sabido jugar sus cartas y hacer valer los nichos en los que Rusia tiene ventajas, pocos, pero muy importantes, y que se apoyan entre sí. No puede competir con China u occidente, en términos de “inversiones”, pero sí puede hacerlo a través de ser el sostén militar de diferentes actores, y desde allí jugar en la industria extractiva, la energética y la de alimentos. El Sahel tiene recursos vírgenes y necesita ayuda, tanto militar como de inversiones y desarrollo moderno en esas áreas de la industria. El “desarrollo” tan ansiado desde las independencias requiere capitales y Rusia sí dispone de capacidades en esas áreas. Las que, además, articuladas en el sistema ruso, potenciarán su presencia en el mercado mundial. Rusia no necesita de recursos naturales, los tiene de sobra en su extenso territorio; sin embargo, occidente (y China) sí, en forma acuciante, los europeos especialmente de África (su patio trasero) y Rusia se los puede negar. Además, logra aliados en el escenario de las relaciones internacionales. Como se ha visto en diversos foros y ya señalado, África está en general más cerca de Rusia que de occidente en un tema tan sensible como Ucrania. 

A esto le debemos agregar que, especialmente en las regiones subsaharianas, las manifestaciones populares de protesta o de apoyo a los nuevos regímenes militares, tienen una muy amplia y visible muestra de simpatía con Rusia (bandera, afiches de Putin, inclusive de Wagner). Y, en sentido de radicalización rupturista vemos la permanente subida de apuesta de la OTAN, el G7 y la UE que afirman que el objetivo es la derrota militar de Rusia y su eliminación como desafío a la globalización. Entonces es claro por qué, en esta situación, las fuerzas de Wagner en África no necesitan ser un ejército “tercerizado”, sino que pueden ser una fuerza propia del estado. Ya no es necesario negar nada. Rusia está en África, y la presencia parece tan sólida que las acciones occidentales no pueden eliminarla con facilidad. Ni sanciones, ni presiones a gobiernos del continente negro pueden ser determinantes en que las fuerzas rusas deban recular. Por ello Wagner es ahora África Corps. El Kremlin oficialmente es el que está en cada país de forma directa.   

Esta causa central implica que el “Cuerpo Africano” es la expresión de una política pública de relaciones internacionales de la Federación Rusa en África. Lo mismo puede verse con claridad en los encuentros desarrollados en San Petersburgo entre los líderes africanos y Rusia, donde las posiciones fueron de avance en acuerdos. El mismo Prigozhin, antes de morir, en declaraciones hechas desde algún lugar del Sahel había señalado que ellos estaban allí para apoyar la lucha anticolonial o de liberación que impulsaban los nuevos gobiernos, en un discurso con reminiscencias de los setentas. Aunque sepamos que hoy el clivaje ideológico no es “socialismo vs. capitalismo” sino “globalización vs nación”, pero el discurso anticolonial de Progozhin, y de los líderes negros en San Petersburgo encajan igual. Sin embargo, la política está dirigida ahora directamente por el Kremlin, sería más formal, más estructurada entre actores estatales, sin la mediación de Wagner como entidad rusa. Es de destacar, que Wagner ya no tiene ese perfil combativo plebeyo que le dio tanta fama entre los sectores populares y que lo llevó a roces con el gobierno. 

Las inversiones de Wagner (de las empresas del grupo) seguirán desarrollándose (en minería centralmente), como lo hacen las inversiones estatales o privadas que Rusia promueve. Esa es la política rusa de Estado. No olvidemos en este tema que el capitalismo ruso tiende a ser un sistema donde las empresas son privadas, pero la hegemonía estatal busca la “nacionalización” de sus políticas empresariales. O sea, un capitalismo privado bajo timón estatal (y con fuerte presencia del estado en áreas clave). En realidad, existe un cierto parecido a lo que ya funciona en China (pero en el gigante asiático, la presencia estatal es mayor, y el sistema político es de partido único). Lo que parece ser una línea de opción de sistema alternativo al de las democracias liberales, globalizadas de libre mercado e individualistas, que promueve el rincón noratlántico del mundo. 

En definitiva, no sabemos si la estatalización de Wagner, su transformación en África Corps, cambiará en algo su rol militar. Quizás pueda ser que deban atenerse más a ciertas reglas y pierdan la libertad operativa, ya que sus acciones pueden manchar al estado ruso en forma directa. Sin embargo, todas las acciones de violación a los DDHH, masacres, etc. que denuncia occidente, no han significado nada para los gobiernos africanos y para las masas populares que salen a las calles con banderas de Rusia y de Wagner. Y es de destacar que no son masas instrumentalizadas por los regímenes militares, sino que pertenecen a fuerzas o sectores de la sociedad civil que se encuentran “más a la izquierda” que los propios militares. Quienes más bien son nacionalistas, que buscan orden, desarrollo y autonomía. Cosas que la presencia occidental no les ha dado. 

Por último, y no es menor, existen otras PMC rusas en la región, como también compañías y mercenarios de otros orígenes, europeos, chinos, norteamericanos etc. Lo que destacó a Wagner fue su envergadura y su rol clave en la gran estrategia rusa de los últimos años, además de su capacidad de ser una pieza militar clave y de gran peso en batallas de importancia.

Conclusiones

A lo largo de este artículo hemos presentado unas pinceladas generales de la presencia rusa en África, los intereses en disputa y las estrategias generales intentado mostrar su desarrollo en cada país, haciéndonos eco en primera instancia de las “causas internas” que hacen la posibilidad de desarrollo de las acciones de las fuerzas “externas”, en realidad ambas se refuerzan y condicionan dialécticamente. 

Como vemos la frontera geopolítica (43) rusa se está ampliando por el continente, mientras que la europea especialmente la francesa retrocede en una forma muy grave, diríamos calamitosa. Esto arrastra a los EEUU y demás países occidentales sin lugar a dudas (aunque deberíamos analizar caso por caso italianos, alemanes, españoles e ingleses separados de los franceses), y paralelamente chinos, turcos, y otros actores juegan sus cartas, y avanzan. Pero es de destacar, y este es el objetivo de este artículo, que una herramienta determinante de este proceso que vemos hoy fue el “Grupo Wagner”. Sin él y su forma de operar esta situación actual no se hubiera dado.  

Debemos mencionar también que la presencia de Wagner existió y existe en otros países de la región y del mundo, algunos comprobada y admitida, en otros quizás solo propaganda occidental para intentar demonizar gobiernos ante una opinión pública propia. Pero no es nuestra intención dilucidar todos los lugares donde la empresa prestó servicio, sino presentar los casos que nos permiten analizar el accionar de la empresa como parte de una política de “zona gris” dentro de la guerra mundial híbrida que se despliega en el planeta. Tampoco fue nuestra intención adentrarnos en aspectos tácticos y operacionales de las campañas país por país, salvo por el hecho importante de señalar que la logística de la empresa para las más importantes operaciones depende del estado ruso.

Wagner, no es/era un simple “grupo mercenario” tipo Blackwater. Actuó como un complejo empresario privado, pero bajo “control estatal”, “nacionalizado”, en un sentido de estrategia y acumulación de capital y poder. Es un grupo cuyo centro es una fuerza militar (paramilitar) que alcanzó las mayores dimensiones que tengamos conocimientos en esta etapa de la historia y un poder de fuego muy grande. Una empresa que prestaba servicios de seguridad y militares de alto nivel, pero dentro de lo que sería la esfera de desarrollo y proyección geopolítica rusa. Es un grupo empresario cuyo modelo articula la venta de servicios de seguridad y militares con la inversión en industria principalmente extractiva (lo que va de la mano con las mayores capacidades rusas a nivel industria), y que vincula estas inversiones con la política económica internacional rusa. 

Wagner le dio, mientras mantuvo el estatus privado, a Rusia la capacidad de penetrar y desplazar la influencia occidental en varios países de África, a muy bajo costo. Asociando su presencia a la lucha anticolonial en un reverdecer del panafricanismo; aunque en algunos de estos casos esto pueda ser puesto en duda y Rusia en realidad se mueva por intereses geopolíticos nacionales, ya que lo que prima es el realismo en las relaciones internacionales; pero en otros no, y su papel a sido clave para el surgimiento y sostenimiento del proceso emancipatorio que parece estar en desarrollo en el Sahel. Afirmamos que la confrontación en esta etapa se da en torno a la contradicción nacionalismo vs globalismo, independencia y soberanía vs. gobiernos de las instituciones internacionales de occidente (o de la oligarquía financiera transnacional), etc. .., y en esta situación actual Rusia busca impedir que los segundos polos de estas contradicciones triunfen.

Muchos analistas occidentales cuestionan que los éxitos de Wagner en la represión a la insurgencia tengan porvenir, ya que sostienen que Rusia no puede desplegar de manera permanente tantas fuerzas y recursos como occidente. Creemos que estos analistas pierden de vista otro posible camino: el crecimiento y consolidación como estados de los mismos africanos, que la “vía rusa” les dé una oportunidad de crear estados sólidos con capacidades militares propias, y una base de desarrollo económico que la nutra de recursos para sostenerla. Ese es el objetivo que se pueden estar planteando en el Sahel los líderes militares del nuevo panafricanismo anticolonial. Pero eso no es posible de evaluar hoy, veremos.

En el tránsito de Wagner al África Corps vemos claramente que Rusia asume como estado los costos de la presencia de sus fuerzas en el exterior. El Cuerpo africano, es ahora una fuerza comandada por un general que depende directamente del ministerio del interior. Y además ya no es parte de un grupo semiautónomo desplegado también en Rusia (estos combatientes se van integrando a unidades rusas formales), sino que es un cuerpo especialmente africano. Sin embargo, no podemos afirmar o conocer cómo ha cambiado la estructura del grupo empresario en conjunto. Este articulaba la presencia militar, con inversiones, con seguridad a instalaciones, con una guardia especial de autoridades, operaciones paraestatales, de ciber inteligencia/guerra, etc. Quizás pueda seguir de la misma forma, pero con el estado en forma directa en las negociaciones, las que antes quedaban en manos privadas. O funcionar en forma paralela o dual complementaria.

Para cerrar, no dudamos que el modelo Wagner fue sin dudas novedoso y eficaz, a pesar de los riesgos a la unidad del estado que implica la diversificación de las fuerzas militares.  

Algunos datos adicionales de la presencia china y norteamericana

Presencia de EEUU antes de la guerra de Ucrania

Notas

(1) Quien se pregunte cómo puede en este momento que la guerra de Ucrania está tensionando la capacidad militar industrial rusa de sostener la provisión de armas a África, debe tener en cuenta que el consumo africano no es necesariamente o solamente de los países más avanzados, que requieren armamento complejo y caro (Sudáfrica, Egipto, Argelia, por ejemplo). Sino que la mayoría de los países africanos requieren armamento más simple, potente, robusto, fácil de manejar, pero no muy complejo. Más cantidad de armas ligeras típicas de infantería y vehículos livianos.

(2) Visión sobre Wagner de la inteligencia británica en Ucrania: https://prismua.org/en/english-wagner-as-a-tool-of-russias-geopolitical-strategy/

(3) https://colonelcassad.livejournal.com/8128546.html

(4) https://www.youtube.com/watch?v=jDL6auNk7I8&t=517s

(5) https://legrandcontinent.eu/es/2024/03/18/los-origenes-sovieticos-del-poder-economico-ruso-en-africa/ . https://fundacioncibei.org/la-influencia-de-la-federacion-de-rusia-en-el-continente-africano/

(6) European Union, (2024) “Russia in Africa: An atlas”. En: https://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/BRIE/2024/757654/EPRS_BRI(2024)757654_EN.pdf

(7)  20000 tn de cereales fueron enviados a RCA, Mali, Burkina Faso, Somalia, etc.

(8)   Laborie Iglesias, Mario (2024), «Influencia de Rusia en África», Estrategia podcast 110, Global Strategy.

(9)  Los datos numéricos en esta sección provienen de analistas occidentales que suelen utilizar fuentes de inteligencia, por lo tanto, deben ser tomadas con precaución, sin embargo, nos dan una idea aproximada de la dimensión.

(10) https://www.inopressa.ru/article/28May2018/nzz/afrika.html

(12) https://www.descifrandolaguerra.es/sudan-al-borde-de-la-guerra-civil-y-la-division-del-pais/

(13) https://www.descifrandolaguerra.es/blitzkrieg-en-sennar-las-rsf-avanzan-en-sudan/

(14) https://english.ahram.org.eg/News/496267.aspx

(15) https://www.descifrandolaguerra.es/la-presencia-rusa-en-sudan-y-la-conexion-con-la-guerra-de-ucrania/

(16) https://global-strategy.org/la-evolucion-de-la-situacion-en-libia-despues-de-la-caida-de-gadafi-y-sus-consecuencias/

(17) Es variado el número de hombres que forman en cada coalición, ya que cada milicia o tribu moviliza miles de hombres de diversa calidad. Milicias en Trípoli. Poderosas milicias en Misurata, en Sirte, fuerzas del estado islámico. Lo mismo en Bengasi. O en Derna. Fuerzas de las tribus en el interior, o islamistas en diversos lugares. Sin embargo, se puede afirmar que en concreto cada bando logró articular un núcleo de fuerzas de unos 30000 hombres propios con cierto profesionalismo.

(18) https://www.youtube.com/watch?v=Lc3KmEglRM4&t=577s , https://www.youtube.com/watch?v=8opCWQxnLBk&t=728s , https://www.youtube.com/watch?v=Cm2tuM2sAtQ&t=170s

(19)  Jalifa Hafter es un hombre oscuro. Fue parte de la toma del poder con Kadafi en el año 1969. Dirigió las fuerzas libias en la guerra de Chad, donde fue derrotado por las fuerzas chadianas y francesas. Esto le valió la condena de Kadafi por traición y su huida a EEUU. Allí se instaló bajo la órbita de la CIA y se transformó en opositor en el exilio. Cuando la “primavera árabe” y la intervención extranjera, volvió y comenzó su carrera en el poder al mando de los restos del ejército libio pasado a la insurrección anti gadafi. Ahora es socio de los rusos.

(20) https://www.youtube.com/watch?v=jmKjIuFnSz4

(21) https://www.youtube.com/watch?v=kwkR7ggRFZw

(22) https://www.unav.edu/web/global-affairs/detalle/-/blogs/-mavi-vatam-la-doctrina-turca-de-la-patria-azul-3

(23) https://www.youtube.com/watch?v=Lc3KmEglRM4&t=577s

(24) https://www.aljazeera.com/news/2024/2/25/under-new-general-russias-wagner-makes-deeper-inroads-into-libya

(25) https://www.descifrandolaguerra.es/mapa-de-los-golpes-de-estado-que-se-han-producido-en-la-region-del-sahel/

(26) https://www.francetvinfo.fr/monde/afrique/mali/guerre-au-mali/defense-l-engagement-militaire-francais-au-sahel_1403735.html

(27) https://www.europapress.es/internacional/noticia-francia-pondra-marcha-mision-sahel-hacer-frente-grupos-yihadistas-region-20140715083028.html

(28) https://es.wikipedia.org/wiki/Intervenci%C3%B3n_militar_francesa_en_Mali_de_2013

(29) https://www.dailysabah.com/world/africa/mali-hails-russia-after-delivery-of-4-military-helicopters

(30) https://www.descifrandolaguerra.es/finaliza-la-mision-de-la-union-europea-en-mali/

(31) A partir de la década del noventa la organización se encontraba en un proceso de intentar crear estructuras suprarregionales de Justicia y seguridad inspiradas en las europeas

(32) https://www.dailysabah.com/world/africa/mali-niger-burkina-faso-mull-new-confederation-after-ecowas-exi

(33) https://www.cidob.org/publicaciones/burkina-faso-y-mali-expulsan-francia-el-rol-del-sentimiento-antifrances-en-el-giro

(34) https://www.cidob.org/publicaciones/burkina-faso-y-mali-expulsan-francia-el-rol-del-sentimiento-antifrances-en-el-giro

(35) https://www.swissinfo.ch/spa/burkina-faso-firma-un-acuerdo-con-rusia-para-la-construcci%C3%B3n-de-una-central-nuclear/48890588

(36) https://www.iri.edu.ar/index.php/2023/08/01/golpe-de-estado-en-niger-efectos-regionales-e-internacionales/

(37) https://es.euronews.com/2024/05/03/militares-rusos-se-trasladan-a-una-base-aerea-de-niger-donde-hay-soldados-de-estados-unido

(38) https://www.dailysabah.com/world/africa/russian-troops-enter-niger-air-base-hosting-us-forces

(39) https://www.rfi.fr/es/africa/20230802-niger-uranio-francia-europa-exportaciones-golpe-estado

(40) https://latamnews.lat/20240625/niger-recupera-un-yacimiento-de-uranio-que-estaba-en-manos-de-una-empresa-francesa-1155691938.html

(41) Amin, S. (1988) La desconexión, Bs. As. Colihue.

(42) En su última directiva de seguridad nacional Rusia plantea cuatro ejes de su política de defensa: integridad territorial; Soberanía; Valores tradicionales, espirituales y morales; desarrollo socioeconómico. Si esto lo interpretamos a la luz de los discursos de funcionarios e intelectuales rusos, podemos ver con claridad que implican una confrontación integral con las fuerzas dominantes hoy en occidente.

(43) Frontera geopolítica es la frontera real de influencia de un estado, o grupo no estatal, con capacidad de ejercer soberanía o autoridad en un territorio o rama de la economía, cultura, etc.

correo electrónico del autor: [email protected]


Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.