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Windows 8, complicado y con costos ocultos

Fuentes: El Espacio de Lubrio

Esta es una versión ampliada del artículo publicado en CiudadCCS este 27 de noviembre

Windows 8, la más reciente encarnación del sistema operativo de Microsoft, no se está vendiendo como ellos lo hubieran deseado. Su nueva interfaz Modern UI, basada en cuadros y rectángulos interactivos que se actualizan para mostrar información, es atractiva. Está diseñada para pantallas y dispositivos táctiles, como tabletas y teléfonos inteligentes. Pero no es nada aconsejable su uso si usas un computador tradicional.

Este producto tiene dos ambientes de operación: uno para las aplicaciones «nuevas», que deben rehacerse para cumplir con los lineamientos de interfaz dictados por Microsoft, y otro para el software «antiguo» (hecho para Windows 7 o XP).

El modo de ventanas tradicionales, a la derecha, junto a la nueva interfaz ModernUI a la izquierda.

Jakob Nielsen, autoridad mundial en materia de usabilidad e interacción humano-computador, calificó a Windows 8 de»decepcionante». Para Nielsen, el tener dos ambientes causa dificultades a los usuarios, al aumentar la cantidad de interacciones para hacer una tarea y obligarles a memorizar cómo hacer las cosas en un ambiente y en otro.

Nielsen obtuvo un Ph.D en interacción humano-computador en una de las universidades más prestigiosas de Escandinavia, la Universidad Técnica de Dinamarca, y desde entonces ha construido una reputación como una de las máximas autoridades en la materia y ha escrito 7 libros sobre usabilidad. En el pasado, ha felicitado a Microsoft por algunos de sus logros. Pero este no es el caso.

Otro asunto a considerar sobre Windows 8, es que te obliga a actualizar su equipo: ModernUI exige monitores con resolución de al menos 1024×768 píxeles, pero si deseas ver dos aplicaciones de forma simultánea, requieres 1366×768 píxeles. Esto descarta a las netbooks, a la mayoría de las laptops y a los computadores de escritorio con algunos años de antigüedad. De allí que, para usar un computador con Windows 8 cómodamente, tal vez tengas que gastar Bs. 1.700 en un monitor nuevo.
Cualquier versión de Canaima o Ubuntu te permite ver muchas aplicaciones al mismo tiempo. Windows 8 te limita a dos. Para Nielsen, esto es entendible en tabletas y celulares, pero no en un computador donde tu trabajo te obliga a tener varios programas abiertos para compartir información entre ellos. «Cuando los usuarios no pueden tener varias ventanas abiertas simultáneamente, les toca mantener memorizar la información de una ventana mientras activan la otra», explicó Nielsen. Esto es problemático, pues «la memoria humana de corto plazo es notoriamente débil» y el trabajar con una sola ventana sin ver las demás aumenta mucho los esfuerzos cognitivos.

El «modo snap» de Windows 8, que permite ver dos aplicaciones a la vez

¿Por qué Microsoft desea que la gente eche a la basura sus equipos, si aún funcionan bien? ¿Por qué quieren que paguemos por sistemas que disminuyen nuestra productividad y nos dificultan el trabajo? Nielsen predice que quienes compren Windows 8 tendrán que pagar pronto para adquirir la supuesta solución: Windows 9, que «sí funcionará bien». Así pasó con el problemático Windows Vista y su sucesor, Windows 7.
En el mundo empresarial, el asunto es peor: usar Windows 8 implica no sólo comprar licencias a Microsoft, sino capacitar a sus empleados en el uso de esta doble interfaz, modificar sus aplicaciones para que cumplan con los lineamientos de Windows 8, y actualizar los equipos cuyos monitores no tengan la resolución necesaria. Una empresa pública como Pdvsa, que no tiene intenciones de migrar a software libre, tendrá que gastar millones si sigue el camino de Windows.

Quienes apoyamos el conocimiento libre tenemos una objeción aún más importante contra Windows: es un producto de código cerrado. No podemos ver el código fuente de sus aplicaciones, no podemos conocer cómo está hecho, no podemos certificar que no se use para espiarnos, ni mucho menos podemos modificarlo para adaptarlo a nuestras necesidades, como sí ocurre con el software libre. El sistema operativo Debian GNU/Linux ha sido modificado extensamente por el Centro Nacional de Tecnologías de Información (CNTI) y otros entes del Estado y comunidades venezolanas, creando la distribución venezolana Canaima GNU/Linux, que es de amplio uso en 2 millones de Canaimitas y cientos de miles de equipos de la administración pública.
Al ver este sombrío panorama creado por Windows 8, es que entendemos mejor la decisión del Presidente Chávez al decretar el uso de software libre en el Estado.
En el mundo del software libre, tenemos mucha variedad. Si queremos interfaces táctiles, tenemos a Unity, Gnome Shell y KDE Plasma Active.

Gnome Shell
KDE Plasma Active
Unity, la interfaz de Ubuntu

Y quienes seguimos con teclado y ratón podemos escoger entre Gnome 2, XFCE, LFCE, KDE, Mate, Cinnamon, Sugar y muchas otras. Incluso podríamos crear un proyecto para crear nuestra propia interfaz de usuario. El ser dueños del conocimiento te permite elegir lo que realmente necesitas, y no lo que la gerencia de mercadeo de Microsoft te quiere imponer. Pero sólo podemos ser dueños del conocimiento detrás del software, si su código fuente es libre.

Fuente: http://lubrio.blogspot.com/2012/11/windows-8-complicado-y-con-costos.html