Querido Che: El año pasado y con motivo del 75 aniversario de tu nacimiento te escribimos desde esta querida ciudad, donde para gloria de tu patria Argentina y de los demás pueblos del mundo viste la luz por primera vez. Después de haberte enviado aquella carta, hemos continuado releyendo tus escritos y cada día nos […]
Querido Che:
El año pasado y con motivo del 75 aniversario de tu nacimiento te escribimos desde esta querida ciudad, donde para gloria de tu patria Argentina y de los demás pueblos del mundo viste la luz por primera vez.
Después de haberte enviado aquella carta, hemos continuado releyendo tus escritos y cada día nos reafirmamos más en la grandeza de tus ideas. Por eso nos hemos reunido de nuevo para recordarte, pero en esta ocasión, a diferencia de la anterior, la celebración de tu nacimiento nos hace sentir más fuertes y optimistas que nunca, no obstante que la situación del mundo es peor que cuando celebramos tu 75 aniversario.
Si en el pasado nuestras fuerzas sólo permitían dar combates contra la injusticia y otros males de la sociedad, hoy podemos dar batallas porque estamos más unidos y hemos identificado con más nitidez nuestros objetivos comunes.
Si nuestros enemigos han creado la coalición del crimen y el terror para intimidar y dominar el mundo por medio de las armas más sofisticadas y los métodos más brutales de tortura, nosotros estamos consolidando la coalición de las ideas mediante una gran batalla, que solo se detendrá cuando logremos la plena libertad e independencia de nuestros pueblos. Por eso nuestro futuro es de optimismo.
La vez anterior nos reunimos cuando los bombardeos norteamericanos sembraban la muerte de ancianos, mujeres y niños en Bagdad y otras ciudades de Irakies. Todavía la coalición del crimen se mantenía a la caza de Sadam Husein y en búsqueda de las armas de destrucción masiva que habían anunciado como justificación del ataque a ese país. Poco más tarde Bush se presentaba en las pantallas de los televisores de todo el mundo anunciando el fin de la guerra y el comienzo de la reconstrucción del país.
Hoy el único logro de la coalición dirigida por el Gobierno de Estados Unidos se limita a la detención de Sadam, que para degradarlo más aún, lo presentaron ante el mundo bien despeinado y siendo despiojado por uno de sus captores.
De armas de destrucción masiva absolutamente nada y las pocas o muchas convencionales que poseía Irak se están utilizando ahora por la resistencia iraquí para rechazar la ocupación enemiga. Casi mil muertos norteamericanos han regresado a Estados Unidos después del irresponsable anuncio de su presidente dando fin a la guerra en Irak.
La coalición del crimen se desmorona día por día y hora por hora. Ya se han retirado de la coalición las tropas de España, Honduras, República Dominicana, Nicaragua y Kazajstán y se anuncia por algunos analistas que en los próximos meses lo harán: El Salvador, Noruega, los países bajos y Tailandia.
Para colmo, muchos miembros del Ejército Irakí que hasta ahora estaban controlados por Estados Unidos, han comenzado a donar sus armas a los luchadores de la resistencia en el sur y se han negado a combatir en Fallujah. Además 4 ministros del Consejo Gobernante nombrados por Estados Unidos han renunciado a sus cargos y su presidente fue desaparecido del mapa por una carga explosiva. Los amotinamientos ya surgen incluso entre las propias filas del ejercito estadounidense.
En la city de Londres Tony Blair recién acaba de recibir una carta firmada por 52 ex diplomáticos británicos donde declaran, que ha pesar que estaban de acuerdo con influir en la política norteamericana en el Medio Oriente ¨no había razón alguna para apoyar políticas que están destinadas al fracaso¨.
Comandante Guevara, en tu última comparecencia ante la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1964, pocos meses antes de partir de Cuba para ir a combatir a otras tierras del mundo declaraste:
Nuestros ojos libres se abren hoy a nuevos horizontes y son capaces de ver lo que ayer nuestra condición de esclavos coloniales nos impedía observar; que la civilización occidental esconde bajo su vistosa fachada un cuadro de hienas y chacales.
Y más adelante anunciabas la batalla futura que se avecinaba para los pueblos de América Latina. Tu voz retumbaba en la gran sala de la ONU cuando expresabas, citando la Segunda Declaración de la Habana:
Ningún pueblo de América Latina es débil, porque forma parte de una familia de 200 millones de hermanos que padecen las mismas miserias, albergan los mismos sentimientos, tienen el mismo enemigo, sueñan todos un mismo mejor destino y cuentan con la solidaridad de todos los hombres y mujeres honrados del mundo.
Esta epopeya que tenemos delante la van a escribir, las masas hambrienta, de indios, de campesinos sin tierra, de obreros explotados; la van a escribir las masas progresistas, los intelectuales honestos y brillantes que tanto abundan en nuestras sufridas tierras de América Latina. Lucha de masas y de ideas, epopeya que llevarán adelante nuestros pueblos maltratados y despreciados por el imperialismo, nuestros pueblos desconocidos hasta hoy, que ya empiezan a quitarle el sueño. Nos consideraban rebaño impotente y sumiso y ya se empiezan a asustar de su rebaño, rebaño gigante de 200 millones de latinoamericanos en los que advierte ya sus sepultureros, el capital monopolista yanqui.
Y casi terminando tu discurso, con el rostro pleno de emoción proclamabas:
Porque esta gran humanidad ha dicho ¡Basta! y ha echado a andar. Y su marcha de gigante, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora en todo caso los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera e irrenunciable independencia.
La explotación, la miseria y otros males que enumeraste en aquella oportunidad, se han incrementado en América Latina, a la par con el aumento de su población. Ahora somos cerca de 600 millones. Pero también se ha incrementado la conciencia de los pueblos sojuzgados por el imperialismo, y ese estado de conciencia ha brotado por varias partes del continente, como ha sucedido en Venezuela, Brasil, Paraguay, Bolivia, Argentina y otros países, no importa el tipo de gobierno que tengan en estos momentos.
La política del gobierno de Estados Unidos sigue siendo la misma desde el siglo XVIII, con la diferencia que al agudizarse las contradicciones de su propio sistema, se ha hecho aún más rapaz, cruel y sanguinaria su dominación sobre América Latina.
En 1804, el ex mandatario Jhon Adams, dijo al General James Wilkinson gobernador de Georgia: «la gente de Kentucky está llena de ansias de empresa, y aunque no es pobre, siente la misma avidez de saqueo que dominó a los romanos en sus mejores tiempos. México centellea ante nuestros ojos. Lo único que esperamos es ser dueños del mundo«.
Cuando en 1806 Jefferson, tercer presidente de los Estados Unidos, confesó a Miranda que no veía «con mucho entusiasmo» la independencia de nuestras naciones hispanoamericanas, estaba aplicando la filosofía de su política expansionista.
William Howar Taft, quien fue gobernador de Cuba y luego sucesor de Roosevelt en la presidencia y falleciera el mismo año en que murió Bolívar, declaró ante el mundo, cuales eran las intenciones de Estados Unidos:
¨No está lejano el día que tres banderas de barras y estrellas señalen en tres sitios equidistantes la extensión de nuestro territorio: una en el polo norte, otra en el canal de Panamá y la tercera en el polo sur. Todo el hemisferio será realmente nuestro alguna vez del mismo modo que ya hoy, debido a nuestra superioridad racial, nos pertenece moralmente¨.
Cuando uno lee estos designios, aunque con mucha repugnancia, tiene que preguntarse, ¿no será que con la aplicación de los últimos adelantos científicos que se han producido en los Estados Unidos, George W. Bush es el resultado de una clonación de aquel señor Taft?. En definitiva, los lectores de los últimos libros de Michael Moore no pueden tener dudas de que en esa familia puedan suceder las cosas más siniestras del mundo.
Querido Che, el año anterior pasábamos balance a los 29 actos de terrorismo organizados por el Gobierno de Estados Unidos contra Cuba, y cómo tuvimos que aplicar la justicia revolucionaria para detener a la bestia imperialista.
También hacíamos referencia a como se había manifestado la solidaridad Latinoamericana con nuestro pueblo en aquellos momentos. Ahora de nuevo Cuba es atacada por el W clonado.
En esta oportunidad ha dado un nuevo zarpazo, reduciendo las remesas en divisas que envían a sus familiares en Cuba los cubanos que viven en los Estados Unidos, ha definido cual es la composición de la familia cubana y sus descendientes, prohíbe los viajes turísticos de los norteamericanos a nuestro país y dispone la cantidad de dinero que pueden llevar en sus bolsillos los que pueden viajar cada tres años, decide ubicar un avión de guerra con vuelo permanente sobre nuestro territorio para facilitar las sucias trasmisiones televisivas y de radio de la gusanera terrorista de Miami y de los acólitos, también terroristas, que forman su gobierno, destina decenas de millones de dólares para subvencionar la contrarrevolución interna en la isla, y por último anuncia sancionar a las empresas norteamericana o de otros países que comercien con nosotros.
Cuba se ha vuelto a defender por boca de Fidel, utilizando, por ahora las armas de la inteligencia y la razón. El 14 de mayo el Jefe de la Revolución encabezó una marcha de protesta frente a la Oficina de intereses de Estados Unidos en Cuba. Un millón 200 mil personas lo acompañaron por el malecón habanero. El día anterior nuestro gobierno se había visto obligado a dictar nuevas regulaciones en los precios de los alimentos y otros productos a nuestra población. Obviamente ello significaba más restricciones para la familia cubana. Teníamos que hacerlo para compensar medianamente parte de los efectos de la medidas dictadas por el Fuher desde la Casa Negra, como debiera llamársele.
Las últimas medidas contra Cuba son parte de las rentables e inmorales inversiones que el Señor Bush trata de hacer para evitar su derrota en las próximas elecciones, ganando los votos de una parte de los habitantes de los pantanos de la Florida, donde se revuelcan sus amaestrados terroristas de siempre.
Che, esa es la realidad que vive tu querida isla de Cuba en el 76 aniversario de tu nacimiento. Pero tus restos pueden descansar tanquilos en el monumento de Santa Clara.
Los revolucionarios cubanos siguen tus ideas, como las siguen en la querida Venezuela encabezada por el valiente, aguerrido y solidario Hugo Chávez, como la siguen tus compatriotas argentinos esperanzados en la gestión del Presidente Kishner, que ha plantado ante el FMI y lucha por el rescate de la identidad y la independencia de tu pueblo. Como lo está haciendo el pueblo de Brasil, también esperanzado en la nueva gestión de su presidente.
No exageramos al afirmar que tus ideas recorren el mundo entero con más fuerza y vigor que nunca. No hay marcha de protesta en ningún país que no aparezca tu figura desfilando en las manos de hombres, de mujeres, estudiantes, obreros, niños y ancianos.
Nuestros patriotas prisioneros en las cárceles del imperio, por defender tus ideas y proteger a nuestro pueblo y al de los propios Estados Unidos del terrorismo, se mantienen firmes estudiando tu pensamiento y reafirmándose en los ideales de Fidel y de nuestro apóstol José Martí.
Por eso, desde aquí, desde Rosario, cubanos, argentinos y latinoamericanos, te gritamos con más entusiasmo y optimismo. que en la carta anterior.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE