Para JD, por miles de favores y detalles En menos de 30 líneas. Hace 13 años Francisco Fernández Buey fue entrevistado sobre Lenin como figura histórica [1]. Esta fue la primera pregunta que se le formuló: «¿Cuáles fueron las corrientes ideológicas que influyeron directamente en la figura de Lenin? Es decir, ¿me podría explicar […]
Para JD, por miles de favores y detalles
En menos de 30 líneas.
Hace 13 años Francisco Fernández Buey fue entrevistado sobre Lenin como figura histórica [1]. Esta fue la primera pregunta que se le formuló: «¿Cuáles fueron las corrientes ideológicas que influyeron directamente en la figura de Lenin? Es decir, ¿me podría explicar un poco el Lenin de juventud premarxista?» Su respuesta, la respuesta del autor de Conocer a Lenin y su obra: «Probablemente, la primera influencia que tuvo Lenin fue la de los populistas o «narodniks», que habían desempeñado un papel importante en la Rusia de los años setenta-ochenta. Incluso por motivos familiares, porque su hermano estaba directamente vinculado a esta forma de resistencia, populista o «narodnik», ante el absolutismo zarista. O sea que yo diría que la primera influencia fue esta, y inmediatamente después ya la lectura de Marx y de los marxistas de la época».
Casi como si adivinara el futuro, el autor, el imprescindible autor de La gran perturbación, uno de los hombres (nunca fue de hombrecito) más feministas que he tenido el honor de conocer, volvió sobre el tema en las páginas de un diario, los del País decía él con sarcasmo y tristeza, cada día que pasaba más alejado de sus convicciones más profundas: «Sobre populismos» es el título de su artículo; les doy la referencia [2]. Verán que habla de otro uso, también con toda la mala intención del mundo, igualmente dirigido contra la izquierda
Un amigo suyo, un traductor, filósofo y helenista gramsciano tan imprescindible como él, Miguel Candel, disfrazado de esfinge esta vez, ha vuelto a explicarnos lo más básico, lo más importante. Su artículo «Populistas» señala puntos centrales como el siguiente: «Lo que más me intriga es que ese adjetivo, que al parecer sólo tiene connotaciones negativas, se aplica por igual a un tipo con coleta, cuya máxima etiqueta en el vestir es una camisa ligeramente despechugada, que a un multimillonario norteamericano que vive en un rascacielos de la Quinta Avenida de Nueva York y que no aparece dos veces seguidas en televisión con el mismo traje.» Sigue. La referencia abajo [3].
Me toca ahora a mí (en otra dimensión por supuesto): la polisemia del término es tan clara, el mal uso de su frecuente uso es tan evidente, la confusión dirigida y diseñada contra la ciudadanía de izquierdas es tan de cajón, el liarla sea como sea con la finalidad de confundirnos para que identifiquemos A con Z clama tanto al cielo, que a partir de ahora, este es mi consejo compañeras (y ñeros), cuando veamos cualquier texto que usa el concepto y no lo define o lo hace de forma absolutamente arbitraria, cerremos el libro, la revista o el diario para siempre o salgamos del archivo o de la página. Sin más explicaciones y sin mala consciencia. No les demos más oportunidades. ¡Que engañen y confundan a tu tío o a ellos mismos! No a nosotras.
No en nuestro nombre ni contra nosotras.
Notas.
1) Marta Camps Calvet fue la entrevistadora. Fechada la conversación en mayo de 2003, la revista mientras tanto la reeditó tras el fallecimiento del autor de Leyendo a Gramsci con la siguiente nota: » Recuperamos para el boletín de mt.e de este mes una interesante entrevista que Francisco Fernández Buey concedió hace un decenio en torno a la figura de V. I. Lenin. El texto puede ser considerado un complemento del n.º 119 de la revista mientras tanto , el monográfico en homenaje a PFB». http://www.mientrastanto.org/boletin-112/ensayo/entrevista-a-francisco-fernandez-buey
2) http://elpais.com/diario/2007/05/07/opinion/1178488811_850215.html
3) http://www.elviejotopo.com/topoexpress/populistas/
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